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Chapter 6

CAPITULO 6

 

~ A L E X A N D E R ~

 

—¡Hermano! —Henry tenía un corto tiempo viviendo en Londres, no era como que me molestara, pero lo tenía de excusa perfecta para tenerme vigilado en cada cosa que hacia… O más bien estaba siendo obligado por mi padre. Entendía que él me había confiado el cuidado de muchas de sus obras. Pero tampoco era tonto, sabía que su confianza no estaba en mi desde hace un par de años. Todos comentemos errores, pero él era un hombre que creía siempre tener la razón y creía que no era de equivocarse por eso cuando sus hijos habían cometido errores, no se los dejaba pasar.

 

—Henry, Lisa —Lo vi con aquella mujer, los saludé a ambos con una sonrisa falsa. Yo no era muy cercano a ella, pues la ex esposa de Henry había sido como mi hermana, fue de las únicas que me había apoyado y hace unos 5 años que murió, fue un golpe duro para todos, sobre todo en las circunstancias en las que había muerto y como había salido mi hermano de eso—, ¿qué hacen por acá?

 

—Venimos al evento—Suspiré y me vi con esas mismas ganas de darme la vuelta e irme que siempre tenía cuando lo veía, no sabía mentir, era un pésimo mentiroso—. ¿Cómo va todo? —Antes de poder responderle solté un fuerte suspiro.

 

—Pues como todo diciembre, es un caos, tenemos eventos todos los días y eso siempre es trabajo para todos —Respondí metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Ahora estábamos en el famoso evento de los autos, había conseguido un par más y ahora teníamos todos en un hermoso evento en el estacionamiento, por suerte la galería estaba en un lugar abierto con un gran estacionamiento con árboles y mucha vegetación—, pero hoy todo está controlado y todo está saliendo muy bien, así que espero que se la pasen muy bien.

 

—Así que viniste con Rosarie —Dijo el mayor. Aquella rubia se había ido a saludar a unos invitados mientras yo trataba de relajarme tomando una copa, en un rato me tocaría ir a revisar unas cosas, así que quería tomarme 5 minutos de soledad que fueron interrumpidos por mi hermano.

 

—Me tocó, pero al menos no está jodiendo tanto como pensé —Respondí fastidiado de escucharle decir el nombre de esa mujer. Lisa estaba distraída viendo los autos, mientras mi hermano y yo hablábamos. Yo sabía que, por más que quisiéramos, llevarnos bien no siempre fue común. Así que esa conversación no estaba siendo tan pesada como otras.

 

—Bueno, ten cuidado con los Galloway, son peores que los Rinaldi y lo sabes. —Yo más que nadie sabía cómo eso, había estado en una relación con esa mujer y los pocos meses que estuvimos casi me lleva a la locura. Pero el siempre sacaba la oportunidad para meterle mierda a los Rinaldi, sobre todo después de lo que pasó—, mi padre quiere que cenemos con ellos en Navidad, no la vayas a llevar a la cena, por favor... —¿Eso era una broma? Entrecerré mis ojos y me quedé callado. Eso era algo que nunca me había pasado por la mente—. Hablando de la reina de Roma —Susurró. Sentí un tirón en mi brazo. Era Rosarie quien se había posado a mi lado tomándome del brazo.

 

—¡Henry! ¿Qué tal? —Su voz me ponía nervioso. Más cuando la fingía de esa forma.

 

—Hermosa Rosarie, yo muy bien ¿Y tú? —Me quedé estático mientras ellos hablaban, normalmente solía perderme entre las voces de los demás, no ponía mucha atención a ciertas conversaciones tontas. Sobre todo, si las voces me irritaban. Siento que era como mi súper poder para sobrevivir a estés eventos, aunque no lo pareciera, nunca había sido amante de los eventos masivos.

 

—Alex, ¿me puedes acompañar? —Preguntó la mujer tirándome del brazo, así había sido que le puse atención, pues no entendí nada de su conversación con mi hermano y creo que asentí gracias a que no había captado muy bien su pregunta.

 

Me despedí de mi hermano como pude y solo recibí una sonrisa burlona de su parte, esto le estaba entreteniendo muchísimo, lo sabía. Pero como no podría ser así, si yo me prometí nunca volver a estar cerca de un Galloway, sobre todo de Rosarie que se comportó como una loca. Mientras caminábamos estaba sumido en mis pensamientos, no lograba salir de ese trance extraño en que le se había sometido mi cabeza.

 

—¿Qué hacemos acá? —Cuando me di cuenta estábamos en mi oficina. Le solté el brazo y quise salir de ahí, pero ella me detuvo cerrando la puerta.

 

—Pensé que podríamos divertirnos un rato —Me miró a los ojos. Mierda. 

 

—Rosarie, por favor... Tengo que estar en el evento y sabes que hace años prometí no buscarte, no hagas esto más difícil. —Le dije alzando las manos y dando un par de pasos hacia atrás, yo podía ser fuerte, pero era cierto que había estado sometido bajo mucho estrés últimamente y ahora no tendría tanto autocontrol.

 

Por más que le haya dicho, ella solo se acercó para tocarme. Tenía las manos pequeñas y delicadas. Además, que luego de tener muchos encuentros sexuales en nuestra relación, sabía cómo tocarme.

 

—Será rápido... —La vi arrodillarse frente a mí. 

 

<<Mierda>>

 

No podía resistirme si hacían eso. Ella no tardó en bajarme un poco los pantalones y meter mi miembro en su boca, quedaría manchado de su labial, pero era tan buena en lo que hacía, era una de mis más grandes debilidades. No pude resistirme. Su boca cálida y su garganta tan profunda que abrazaba muy bien mi hombría. 

 

—Ahh —Gemí cuando me vi cerca de terminar. Luego de vaciarme, ella me miró esperando algo más, aunque no quería, decidí que yo no estaba lo suficientemente satisfecho y ella merecía un hermoso orgasmo, así que la tiré sobre mi escritorio y luego de ponerme protección. La penetré con algo de fuerza. Haciéndola gemir con fuerza, estaba mojada y eso hizo el trabajo más fácil. 




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