Chapter 11

CAPITULO 11

~ A L E X A N D E R ~

Lo que faltaba en mi vida era una pandemia... Nótese mi sarcasmo, por favor. 

Han pasado 3 semanas desde que Londres había caído en una cuarentena obligatoria y donde no tenía nada que hacer. Me estaba comenzando a volver loco solo en casa, fumaba muchísimo durante todo el día, no comía del todo bien, me sentía demasiado solo en el departamento, llamaba a mi familia todos los días desde que esto había comenzado, pero no verlos ahora me afectaba muchísimo, aunque antes no fuera a visitarlos al menos que me obligaran, pero esta vez era diferente, quería estar con ellos. Mi hermano había estado organizando noches de películas, donde tratábamos de comer lo mismo, hablar de diferentes temas, para alejarnos de lo que pasaba. 

Me ayudaba, pero no podía dejar de pensar que debía trabajar en algo más para alejar mi cabeza de una maldita vez de lo que estaba pasando. Salía muy poco, me gustaba ir a la terraza de mi edificio para ver un poco el lugar, la lluvia y el frío a veces no me dejaba quedarme por mucho tiempo ahí y tenía que regresar a mi solitario departamento. Las dos veces que lo comenté, mi hermano me decía que necesitaba una novia, urgente. 

Ha pasado por mi mente, pero ahora no tenía tiempo para eso, trabajaba todos los días, todo el día. No podía ponerle el esfuerzo para conquistar o conocer a alguien nuevo, no tenía las ganas para eso, no me sentía listo aún para estar en una relación. Era triste para mi decirlo, siempre había tenido el sueño de estar en una relación bonita, tal vez no casarme, pero si tener una familia, aunque siempre me dije que si la persona que tenía a mi lado quería matrimonio yo le daría todo lo que ella me pidiera. Pero ahora... Ahora era diferente, mi vida era diferente y estaba sumido en la realidad, no tenía tiempo para vivir en una fantasía como era, las relaciones personales eran complicadas y me había tocado aprenderlo a las malas. 

Esa mañana me había levantado sin ganas de nada, me sentía realmente desaminado, llamé a mi madre por la mañana y después me puse a limpiar, haciendo el mayor de mis esfuerzos para salir de mi rutina, esperaba la noche para ver la película de hoy con mis padres de mis hermanos y sus familias, eran momentos extraños, pero me parecía que poco a poco me acostumbraba a lo que vivíamos. Me limitaba a ver las noticias, no quería más estrés del que ya tenía. 

Curiosamente, al medio día Robbie me llamó. Para saber de mí, nos habíamos estado mensajeando todos los días, pero no nos llamábamos, hablamos como una media hora y luego se tuvo que ir, era un respiro hablar con alguien que no era mi familia y ahí me di cuenta que era lo que necesitaba. Me había acostumbrado a escuchar las voces de más personas y que ahora siempre eran las mismas que lo extrañaba y me deprimía. 

Durante mi almuerzo me puse a ver unos vídeos, era unos chicos que estaban jugando a COD Mobile, lo había querido probar desde hace bastante pero no había tenido la oportunidad hasta ese momento que vi cómo se divertían, además hablaban entre sí. No sé cómo, pero terminé en un canal de Discord, que jamás había usado y me costaba muchísimo manejarlo, pero cuando entré algunos chicos me explicaron cómo podía jugar el juego en mi pc, la cual, debía admitir, que era buena. La usaba para jugar y me gustaba mucho. 

—Creo que ya tengo todo... —Dije sentado en mi silla. Aún faltaban un par de horas más para irme a la sala para ver la película. Ellos fueron muy amables, no como muchos idiotas que aparecían en internet. Estuvimos jugando un buen rato, la mayoría eran de América, cosa que se me hacía raro, no era normal para mi lidiar con personas de América, los únicos eran Lisa y Emma. A quienes les escuchaba el acento todos los días cuando nos saludaba en las llamadas que hacíamos diario. 

Para ellos era temprano aun, medio día, cuando para mi estaba entrando la tarde, no se escondía el sol, pero sabía que después ya no podría acompañarlos, aunque podría conectarme después de ver mi película. Luego de un rato jugando muchos se habían salido, pero uno de ellos que se llamaba Adam me invitó a su grupo, tenían uno donde jugaban más cosas, pero siempre eran los mismo y se habían comenzado a reunir más seguido por las noches para jugar y terminaban hablando de muchas cosas. No me gustó la idea de relacionarme con chicos que estaban en la universidad, pero no quería tampoco irme a otro lado y encontrarme con imbéciles que solo sabían gritar cuando perdían, así que acepté. 

—Voy a jugar una última y me retiro, pero seguro regresaré en 3 o 4 horas más, para ustedes seguirá siendo temprano —Avisé después de una presentación básica, no dije mi edad o mi apellido, pero si a que me dedicaba, donde vivía, cosas triviales que me preguntaron, todos eran hombres, 5 para ser más exactos.

—Perfecto Alex, pero esperemos que se va a conectar una amiga —Uno de los chicos habló, uno que tenía una voz gruesa y hablaba muy lento, llegaba a ponerme nervioso en la mala forma. Esperamos unos 15 minutos más hasta que entró alguien más. Ellos saludaron animados mientras yo me quedé en silencio. 

¿La razón? Había escuchado la voz más dulce que jamás habría escuchado antes. Por alguna razón me hizo erizar, no tenía idea porqué me sentí de esa forma, pero me dejó sin palabras, ella contó que se había desconectado de todo gracias a la universidad pero que ahora se conectaría más seguido, por el tema de cómo estaban las cosas en su ciudad, estaba de cuarentena. 

—Oye Mimi, hay alguien nuevo, es Alex —Dijo Adam, volviéndome a presentar, era la segunda vez que lo hacía. Me volví a ver avergonzado, pero esta vez no me tardé en enderezarme en la silla y sonreír. No teníamos las cámaras encendidas, pero lo hice por instinto.