CAPITULO 15
~ N A R R A D O R ~
Como si fuera algo banal, Mía había llevado su celular hasta su oreja luego de marcar el celular de Alex desde el WhatsApp, no sentía miedo ni nervios. No era la primera vez que hablaban, aunque siempre lo habían hecho por el Discord, lugar donde siempre eran interrumpidos, esta vez era diferente.
—¿Aló? ¿Mía, eres tú? —La voz de Alex salió por las bocinas del celular de la joven. Haciéndola erizar. Sonrió ligeramente antes de responder.
—Hola, sí —Ella abrió la boca, no se sentía del todo segura de lo que estaba haciendo, pero cuando escuchó la voz del otro salir por las bocinas de su celular, simplemente la recorrió algo que nunca antes había sentido por todo el cuerpo.
—Dios, estaba realmente preocupado por ti, no sabíamos nada de ti —Alex no quería verse tan intenso así que metió al resto de los chicos. Era tarde en Londres, pero a él no le importaba, había entrado a Discord para enviarle otro mensaje a Mía antes de dormir, pero cuando la vio conectada y su corazón se aceleró y no tardó en escribirle un mensaje junto a su número de teléfono, el cuándo lo hizo se sintió atrevido, pero cuando la chica lo llamó, pensó que fue la mejor decisión.
Él sabía que era una niña, al menos para él lo era, pero no le importaba, le gustaba el hecho de que ella fuera tan madura y hermosa persona, dulce y amigable. Era lo que le atraía de la chica.
—Lo siento. Pasaron algunas cosas y no tenía tiempo o ganas para jugar —La joven se limitó a hablar. No tenía la confianza con él para contarle su vida personal a una persona que había hablado por Internet un par de semanas. Era algo que había aprendido a las malas, para confiar en algún y contarle su vida, tenía que pasar mucho para eso.
—Oh —Dijo el otro. Bastante triste de escucharla, por un momento la voz de la otra se apagó. Se sentía realmente triste y eso no le gustaba a Alex—. Sé que es difícil confiar en alguien que apenas conoces, pero puedes contar conmigo cuando quieras, no importa la hora ni el día, puedes llamarme y hablar conmigo.
Esas palabras le habían llegado muy profundo, la hizo erizar. Sonrió antes de responderle.
—Muchas gracias Alex —Musito tímida. No sabía que más decir.
Ambos comenzaron una conversación banal que terminó a algo personal, contándose cosas de ambos, no taaan íntimas, pero a la vez estaban conociéndose. Antes de que pudieran darse cuenta la madrugada había comenzado y ellos seguían entre risas.
—Oh mierda que son las 3 de la mañana —Dijo Mia viendo la hora y comenzó a contar en su cabeza las horas que había entre Atlanta y Londres—. ¡Que tú tienes las 8 de la mañana! —La mujer se alarmó al darse cuenta de que habían estado tantas horas hablando y que seguramente él tenía que descansar.
—¿En serio? —Preguntó jocoso, el hombre reviso la hora despegando su celular de su oreja y vio su pantalla, dándose cuenta de que llevaban 6 horas hablando. Casi 7 horas.
Era increíble cómo se les había pasado tanto tiempo tan rápido y ninguno sintió ganas de moverse de su lugar. Nunca había hablado tanto tiempo con alguien que no fuera por trabajo. Así que no se sentía del todo mal por pasar tanto tiempo hablando con la chica, además que la estaba conociendo y le daba miedo de que ambos compartieran tantas cosas en común.
—Wow, creo que se nos pasó la hora —Dijo Alex llevándose las manos a los ojos, era cierto que tenía algo de sueño, pero no podía dormir, quería seguir hablando con aquella chica.
—Un poco —Sonrió—, debo dormir —Anunció bostezando y levantándose para apagar las luces que habían estado encendidas y ni siquiera lo notó. Angel se acostó en la cama una vez la muchacha regresó a la cama—. Me gustó hablar contigo esta noche y me gustaría volver a hacerlo pronto... —Confesó con algo de temor de la respuesta del hombre.
Ambos sonrieron por su lado.
—A mí también me gustaría que esto se repita, pero más temprano —Bromeó el hombre levantándose de la cama. Aunque no había podido dormir así nada, pero aun así se levantó para comer algo y ponerse a trabajar.
—Hasta más tarde Alex —Mía se despidió con una sonrisa.
—Hasta más tarde Mía —Después de eso terminaron la llamada.
Mía despertó horas después para entrar a clases, aunque seguía cansada se sentía de muy buen humor para hacer eso, así que su día fue bueno, no tenía muchas cosas que hacer y aprovecho el día para terminar los deberes que no logro hacer y que los profesores le permitieron entregar por esa falta médica que había tenido.
Alex, en cambio, estuvo como un pequeño zombie, aunque después de unas llamadas para arreglar unos temas de lo que comenzaría hacer pronto. Que eran unos cursos de artes para niños y otros para adultos que eran más avanzados, quería hacer algo mientras que todo estaba cerrado y siempre había querido hacer clases de algo.
Después de terminar con eso, el hombre se fue a dormir, con la esperanza de hablar esa tarde con Mía. Lo cual se cumplió cuando el hombre se despertó para comer.
Pero acordaron de que no se quedarían hasta tarde como el otro día, sino que comenzarían a hablar más temprano para tener tiempo y extenderse. Aunque terminaron de madrugada para Alex, no fue tan tarde y acordaron que el día siguiente volverían a hablar.
Y así hicieron los siguientes días. Habían reemplazado sus días de juegos por hablar durante horas, una tarde hasta quedaron para ver una película juntos, una que descubrieron que eran la favorita de ambos y era Mujer Bonita.