Estoy muy emocionado porque después de tanto tiempo, por fin mañana vienen mis amigos. Aunque solo haya sido más de un mes que estuvimos separados, la verdad los extrañaba. Lástima que es muy probable que cuando terminemos la universidad no nos volvamos a ver en mucho tiempo. Tendré que disfrutar el tiempo que me queda con mis antiguos y nuevos amigos al máximo.
Los amigos de Aaron y mis amigos aceptaron ir al páramo, así que solo hay que esperar a que lleguen y desempaquen para ir en marcha.
Me despierto a las 6 am y comienzo a hacer comida para ir al páramo ya que regresaremos del páramo antes del anochecer.
Luego de unos minutos de hacer comida la guardo en un bolso y me visto con ropa para el frío. Ahora solo queda esperar a que Aaron venga por mi y me lleve donde Cristian.
Aaron
Ya llegué.
6:50am
Alex
Ok, voy bajando
6:50am
Dicho esto comencé a bajar por el ascensor y finalmente llegué hasta el auto de Aaron, me subo en este y lo saludo.
—¿Tienes todo listo?— Pregunta Aaron. Asentí con la cabeza dando a entender que si.
—Ok, vamos—Dijo Aaron y puso en marcha el auto.
Luego de unos minutos llegamos a lo que parece la casa de Cristian. El mini-autobús está estacionado fuera de la casa. Aaron estaciona el carro y nos bajamos.
—Hola— Dijimos Aaron y yo al unisono, saludando a Cristian, Addison, Nina y Amadeo, quienes ya habían llegado.
—Hola— Respondieron y todos entraron al autobus menos Aaron y yo. Yo voy a esperar a mis amigos, y supongo que Aaron me está acompañando.
—Se están tardando— Dije
—Recuerda que ellos tenían que desempacar, debe ser por eso.
—Si, debe ser por eso... ¡Ah! ¡ya llegaron!— Dije con una sonrisa, al ver que el auto con mis amigos se aproximaba.
Dicho auto se estacionó y bajaron mis Amigos, al ver esto corrí a abrazarlos.
—Los extrañe— Dije con voz de ternura.
—Nosotros también— Respondieron también con voz de ternura. Y duramos abrazados unos cuantos segundos
—Bueno... apurense que llegamos tarde— Dije despegandome de ellos. Caminamos hasta Aaron y sus amigos, los cuales habían salido del autobus al ver que mis amigos ya habían llegado.
Ellos son Verónica, —Dije señalando a mi amiga bajita de pelo negro y corto— Manuel, —Señale a mi amigo de pelo marrón— Jazmín, —Luego a mi amiga de pelo marrón y corto— y Alejandra — Por último señale a mi amiga de pelo marrón y largo.
—Y ellos son Aaron, Nina, Amadeo, Addison y Cristian— Dije señalando a cada uno de ellos.
—Mucho gusto— Dijo la mayoría al unísono, y todos comenzamos a subir al autobus.
Iba a sentarme con mis amigos, pero me di cuenta que no tiene tanto sentido porque la idea es estar con todos ellos, no con solo uno ‐porque los asientos estaban divididos en parejas‐ así que me dirigí hacia donde estaba Aaron y me senté. Este voltea a verme y esboza una sonrisa.
—Ponganse los cinturones, ya voy a comenzar a manejar— Dijo Cristian, nos pusimos los cinturones de seguridad y puso en marcha el auto.
—¿Es tu primera vez yendo al páramo?— Me preguntó Aaron.
—No, ya he ido algunas veces con mi familia. Es hermoso.
—Me encanta el páramo, es muy divertido
—No es tan divertido cuando llueve. Una vez llovió y morí. Terrible experiencia— Dije y soltó una risa.
—¿Has tocado la nieve?
—No, nunca ¿y tu?
—Si, una vez cuando fui al "Pico del Águila" Es como un granizado de los que venden en las calles. Es muy fría.
—Ay no, pues obvio que es fría ¿no?— Dije en tono de burla y nos echamos a reír.
Luego de una o dos horas finalmente llegamos al páramo, nos bajamos, agarramos nuestras cosas, buscamos un lugar para establecernos y finalmente nos sentamos.
Hacía bastante frío como era de esperar, estabamos a unos 9 grados aproximadamente, así que todos estábamos abrigados adecuadamente.
—¿Cómo te ha ido en la universidad?¿es difícil?— Preguntó Verónica, y me arrecosté sobre las piernas de Alejandra para estar más cómodo.
—La verdad, la universidad actualmente no es tan difícil. Y gracias a Aaron se me ha hecho mucho más fácil acostumbrarme a la ciudad.
—Aaron— Dijo Jazmín con voz perversa. Me puse algo nervioso sin saber por qué, pero me calmé al notar que Aaron no lo había oído, ya que estaba hablando con sus amigos.
—Si, cuéntanos de Aaron— Esta vez habló Manuel
—Es mi chofer personal y finjo que es mi amigo— Dije con sarcasmo y fingiendo tristeza.
—Alejandra deberías ser como Aaron, a ver si aprendes algo de él— Dijo Manuel en broma –ya que alejandra tiene carro–y nos echamos a reír.
—Guevones, yo no soy busetera (conductor de autobuses) para andarlos llevando a donde sea, si me quedara cerca los llevaría, lástima que sus facultades quedan en narnia— Respondió Alejandra.
—Pobre de ti porque vas a tener que hacer colas de gasolina de 19389283 kilómetros— Dijo Verónica.
Cuando Verónica dijo eso me dio un poco de lástima, porque Aaron me ha llevado y traido de lugares sin importar los problemas con la gasolina. La próxima vez rechazaré que me vaya a buscar.
Comencé a hablar de temas triviales con mis amigos, y de cosas que nos sucedieron cuando no estábamos juntos, y así pasamos unos minutos.
Mientras hablaba con mis amigos algunas veces miraba a Aaron sin que este se diese cuenta, y me quedaba unos pocos segundos detallándolo. A veces me pregunto ¿el sabrá que a veces lo miro sin que se dé cuenta?.
—Cuidado y si te babeas de tanto mirarlo— Me susurra Jazmin al oído y me sonrojo por su comentario. Me quedo en silencio y no le respondo.
—¿Te gusta?— Me vuelve a susurrar al oido.
—No— Respondí algo dudoso. Nunca lo había pensado antes —A demás, ni siquiera le gusto, parece hetero.
—¿El te ha dicho que no le gustas? No, así que no puedes pensar que algo es cierto sin que haya salido de su boca—Me sigue susurrando al oído. Si sigue así me voy a ilusionar como siempre, y voy a terminar en crisis como siempre ha pasado.
#389 en Joven Adulto
#5211 en Novela romántica
gay yaoi chicoxchico, gay homosexuales lgbt, gay lgbt chicoxchico
Editado: 21.06.2020