Capitulo 6.

One last time —Ariana Grande.

—No, no y no —Repitió Risse, ¿Acaso era una broma? ¿La diosa Luna le estaba jugando una maldita broma?

—Ya está decidido, tengo cosas que hacer. Sal —La voz del alfa salió dura. Fuerte.

—A mi no me eleves el tono Eros, yo soy tu hermana ante todo y todos. —La mirada de este se ensonbreció.

—Mi manada, mis decisiones. —El comportamiento de su hermano hizo que esta deseara tirarse de un puente, su actitud grosera la molestaba. También era su culpa. Debió haber mantenido la calma cuando ella le confesó el ser pareja de su hermano, ¿Por qué no mejor la convenció de que lo aceptara?

—Eres un malagradecido —Soltó esta enojada, aquella semana había sido intensa para todos. Habían pasado cosas en la vida de ellos que hicieron que sus estabilidades emocionales quebraran.

—¿Malagradecido yo? —Se carcajeó este poniéndose de pie. —Retractate. Soy tu hermano pero también soy tu alfa, tu líder.

—Yo no retiraré mis palabras, es lo que pienso y es lo que digo. —Dijo esta con firmeza. Ella debía arreglar lo que había dañado, sabía que sería imposible hacerlo en ese mismo momento pero, algo tenía que hacer.

—Bien, no soy nadie para controlar lo que dices, hermana —Respondió este con altanería volviendo a tomar asiento.

—Solo recuerda quien estuvo para ti, Eros —La voz de ella fué un estímulo, los recuerdos llegaron como aire de verano a él.

Flashback

Había recibido la noticia, sus padres habían muerto. Ambos habían sido asesinados por uno de los clanes de vampiros más poderosos.

—Alfa, ¿Hay algo que podamos hacer? —Preguntó Quinn, su mejor guerrera.

—¿Podrías revivir a mis padres, Quinn? —Preguntó dolido este, quiso gritarle a la tumba de sus padres el porqué de abandonarlos, ¡Él no podía con aquella carga!

—Lo lamento mucho mi alfa —La voz de ella salió bajita y dolida.

—Eros, estamos aquí para lo que necesites —Pronunció Gray, su delta.

—Digo lo mismo que él —Habló Darwin.

—No hay nada que puedan hacer salvo mantener fuerte a la manada mientras yo no pueda estar presente. —Asintieron las tres personas en el despacho saliendo de este.

Gea había escuchado la noticia de la muerte de los padres de Eros y su mejor amiga, esta al escucharlo tomó un abrigo para salir, no sin antes escuchar.

—No olvides el anillo.

Su padre tenía un interés y desinterés a la vez respecto a ese tema, sabía que si el alfa la reconocía estaría a salvo pero también sabía que si se quitaba el anillo correría un peligro mucho más grande que ser la mate del alfa Eros.

Saliendo de su casa vió a varias personas de la manada que tenían un semblante triste, lo comprendía. La muerte de sus antiguos alfas había roto su corazón y si así estaban ellos, ¿Cómo estarían sus hijos? Risse no estaba en la manada, se había ido con Xel, Gea no sabía dónde pero lo que sí sabía es que podía ser su consuelo.

No sabía o más bien no entendía qué hacía frente a la puerta de la mansión, quizás el querer que Eros se refugiara en ella le estaba ganando la jugada.

—Chicos —Vió salir a una chica, a Darwin y a Gray, al verlos les regaló una ligera sonrisa que podía servir de conforte.

—Apoyalo —Escuchó que alguien decía. Todas las personas cercanas a Eros sabían que Gea había robado su corazón, toda su atención. Por ende cuando pasaba algo ella estaba en el medio. Siempre había estado metida de cabeza en la vida de Eros.

Tocó la puerta de su despacho abriéndola. Pasó por esta estando nerviosa, al entrar lo vió a él con su cabeza entre sus manos.

—Alfa —Dijo bajito. Este levantó la mirada ante su voz, era ella, su Gea, su deseo.

—¿Por qué, hum? —Preguntó este dolido, ella acercó más su cuerpo poniéndose frente a su escritorio.

—Yo... Estoy aquí para lo que necesite, alfa —Expresó esta, y sí, así era. Ella visualizó como sus ojos se cristalizaban nuevamente, ¿Que los hombres no lloran? ¿Que ciencia lo afirma? —¿Puedo acercarme más a usted?  —Este asintió.

El cuerpo de Gea pasó la distancia entre ellos, una de sus manos fué hasta uno de sus brazos frotando, pasaron varios minutos en los que él pregunta por qué y ella solo estaba ahí de pie. Una de las manos de él se inquietó y tomó del brazo a Gea sentandola sobre sí. Esta se quedó rígida.

—Tengo a quien abrazar —Dijo este cabizbajo. El corazón de ella se sintió oprimido, le dolía su estado, si él estaba así, ¿Cómo estaría Risse?

—Todo estará bien —Para ese entonces las manos de ella habían tomado el rostro de él en ellas. Las miradas de ambos conectaron, ella lo confortaba y este se dejaba confortar. Ahí había empezó, el deseo por ella se había hecho mucho más profundo.

Fin del flashback

—Tú no estuviste en la muerte de nuestros padres Clarisse, lo estubo Gea —Ella sonrió a su dirección.

—Por eso —Se sentía la ama, ¡En su cara!

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—Yo... —Hipó, su mirada estaba puesta en su hermano, él era su único apoyo ahora. Sus padres estaban en la sala de su casa, no quería si quiera mirarlos a la cara.

—Yo estoy aquí, Gea. Siempre estaré aquí —Dijo Jake abrazándola nuevamente, estaría dispuesto a hacer todo lo que fuera para estar con ella.

—Lo sé Jaki —Los ojos de él se dilataron, su corazón latió fuerte.

—Si quieres irte, me iré contigo —Soltó este sin titubear.