Génesis

CAPÍTULO II: Aceptación

Jane alista su mejor traje, quiere causar buena impresión en su primer día, utiliza su única loción, prepara un suave desayuno, no quiere alterar su estómago en el día más importante de su vida, el timbre la distrae de leer el periódico, va hasta la puerta y encuentra un paquete en el suelo, la inquieta y se deja llevar por la curiosidad así que entra el paquete para inspeccionar, lo pone sobre sus piernas y descubre una nota al costado, "Suerte". La letra es inconfundible, es de papá, llevan dos años sin hablarse y ahora aparece de la nada, su corazón se alegra un poco pero su orgullo lo opaca, el contenido de la caja es un hermoso vestido lila, Jane resuelve devolverlo a la caja, destinándola debajo de su cama.

Jane toma el metro, al entrar solo queda un asiento libre, cuando se dispone a tomarlo, choca con otra persona que quiere el mismo lugar, levanta la mirada y sonríe al encontrar a Noah, su accidentado camarero, Noah devuelve la sonrisa y cede el lugar, pero Jane le pide que lo tome él, como forma de disculpa por lo del otro día, pero él no puede aceptarlo, es todo un caballero, pero ella es terca, en medio de su disputa por ver quien toma el lugar, un señor se adelanta y lo toma, ambos estallan de risa. Jane llega a su destino, Noah se anima a acompañarla al primer día, Jane lo agradece y lo toma del brazo como si se conocieran de años. Se paran frente al edificio, Noah le desea suerte y le pide una cita para tomar algo después del trabajo, Jane bromea con hacerle un lugar en la agenda y se despide de él, ingresando a su primer día de trabajo.

Llega al mismo pasillo, la odiosa secretaria está hablando por teléfono, Jane saluda y le pide que la anuncie con el señor Mattsson, Hudson la ignora, Jane se queda de pie esperando a que finalice la llamada, un hombre alto y delgado se acerca y con dureza se dirige a la secretaria:

- Señorita Hudson, ¿Otra vez en llamadas personales?

- Señor Roman, no lo vi llegar.

- La señorita aquí presente lleva varios minutos esperando ser atendida.

- Lo siento mucho señorita…

- Paulis, Jane Paulis.

- ¿En qué puedo colaborar?

- Mucho mejor - Roman se dirige a Jane - lo siento mucho.

Abandona la recepción picando el ojo a Jane, ella sonríe agradeciendo y vuelve la mirada a Hudson, menciona tener una cita, de inmediato la hace seguir a la oficina, Jane da las gracias y pasa sin mirar atrás, abre la puerta con júbilo y encuentra al señor Mattsson reunido con alguien más, su corazón se acelera al ver el rostro conocido, Zach con traje y reluciente, no entiende que hace ahí, el señor Mattsson la invita a sentarse. Una vez reunidos, su nuevo jefe les da el gran anuncio:

- Señorita Paulis, de acuerdo a su experiencia y estudios, decidimos darle un lugar en esta compañía, pero entienda que aquí cada lugar se gana con sangre, por eso nombramos como CMO al señor Moretti y a usted como su asistente directa, así irá adquiriendo la experiencia que necesita para llevarnos al primer lugar mundial.

Jane no puede creer lo que acaba de escuchar, todos los años de esfuerzo para prepararse para este día, se redujo a un puesto como asistente, quiso irse, salir corriendo y tirar los papeles del escritorio de Hudson como venganza, pero su cobardía no lo permitió. Acepta el puesto porque necesitaba el dinero, pero se siente derribada, si su madre se entera, estará decepcionada. Salen de la oficina en silencio, Zach intenta acercarse pero ella lo ignora, siguen a Hudson que les muestra la oficina, deben compartirla, Zach se queda con el escritorio grande y Jane con uno pequeño al rincón de la oficina, eso sí, la vista de la cuidad era toda para ella.

El peor día de su vida, fue una tortura pretender estar de acuerdo con la decisión, Zach intentó acercarse pero ella desatendía, todo el día se dedicaron hablar de su plan de trabajo y no cruzaron palabra alguna. Al llegar la noche Jane se prepara para su cita con Noah, camina por el pasillo y ve las puertas del ascensor cerrándose, grita para que lo detengan y al parecer alguien la escucha, una mano detiene las puertas, cuando se abren, Roman aparece de nuevo para ayudarla. Jane da las gracias y se presenta, Roman menciona ya saber su nombre y se presenta también, es inevitable hablar de Hudson, Jane tiene la sensación de no agradar a ella, algo que Roman acierta, mencionando que sucede con todas las mujeres de la compañía, pues solo ella debe ser el centro de atención así solo sea un cero a la izquierda.

Roman acompaña a Jane hasta la entrada principal, ofreciendo llevarla, pero ella se disculpa y comenta su cita, se despiden cortésmente y Jane siente una mano en su hombro izquierdo, al dar la vuelta descubre a Zach con el rostro rígido, exigiendo una charla en privado para aclarar la situación, Jane no tolera ese tipo de ordenanza y menos de él, se exalta y le pide que la deje en paz, Zach toma postura de jefe, echándolo en cara, esto encoleriza más a Jane forzándola a marcharse de inmediato, sin embargo él la detiene de nuevo, apretando fuerte sus brazos para inmovilizarla:

- Es que no entiendo lo que sucede

- Lo que sucede es que estás mejor preparado que yo, al parecer mis capacidades dan para ser secretaria.

- No eres mi secretaria, eres…




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