Capitulo 5

Capitulo 5

MASAKO

-Hara-san guarda esa caja musical luego la examinaremos- ordeno Naru.

-no puedo tengo que dejarla ahí- conteste. Todos me miraron, obviamente nadie vio lo que yo vi. –Mai estaba poseída por un espíritu que ahora ha encontrado paz-

-¿y eso que tiene que ver con que no puedes deshacerte de la caja?- Bou-san, siempre cerrado de mente.

-que fue expulsado luego al momento en que comenzó a sonar la melodía ¿es así?- acoto John.

Asentí. –Era de una mujer, nos pidió una última cosa-

-¿y cuál es?- dijo Yasuhara mientras conseguía una libreta y algo para anotar.

-que cuidáramos a Mai. Hay algo en esa casa que la pondrá en peligro-

-¿y que eso que la pondrá en peligro?-

Mire a Naru, porque se lo que siente aunque no lo quiera decir o admitir él lo sabe –ella misma-

JOHN

-entonces que no vaya, Naru que no vaya. Por favor- suplico Matzusaki-san.

-no seas tonta mujer. Sabes cómo es Mai, sabes que si le prohíben algo ella hará de las suyas y lo hará- recrimino Bou-san.

-eso es cierto- concorde.

-pero… pero…- al final se rindió.

-este será el plan cada vez que hagamos algo, o mejor dicho Taniyama haga algo uno de nosotros la acompañara-  Yasuhara nos miro a todos -¿están de acuerdo?- muchos asintieron otros se quedaron viendo a la nada. –bueno está decidido-

-bueno. Sé que todos están preocupados por Mai, pero necesitamos descansar. Lin y yo nos encargaremos de cuidarla el resto vaya a su casa y descanse- ordeno

-Naru. ¿Estas seguro de llevar a Mai mañana?-

-Bou-san ya lo dejo en claro por más que hagamos cosas para que no vaya ella se las arreglara para ir y el plan de Yasuhara me bien por ahora hasta que sepamos qué es lo que quiso decir el alma en pena no podemos hacer nada más que esperar a que ella despierte y ver como resultan las cosas en el caso-

-será mejor que se retiren nos quedaremos a cuidar a Mai si algo ocurre los llamaremos. Vayan a descansar- dijo Lin. Luego de eso nos fuimos retirando de uno en uno.

LIN

-¿Quieres que te reemplace dentro de dos horas?-

-creo que dentro de tres- me contesto. Dijo mientras cerraba el cuarto que teníamos disponible.

-bueno, comenzare a examinar la carta. ¿Sabes exactamente qué dice?-

Se encogió de hombros –lo más básico. Proteger a Mai y otras cosas que la verdad yo no entiendo-

-¿y qué vas a hacer?-

-hacerle una breve consulta a mi padre el doctor Davies-

-¿no sería mejor esperar?-

-la verdad iba a hacerlo luego de que vi las laceraciones de la espalda de Mia pero ahora prefiero esperar a que se despierte y nos cuente que fue lo que vio-

MAI

-ya volví- dije mientras entraba -¿Qué les pasa?- pregunte mientras miraba a los chicos.

-tenemos un caso. Parece que el universo que tiene sus propios regalos para ti- Dijo Matzusaki-san.

-ahh, ¿y Bou-san?-

-estoy entrando.- lo mire –fui a comprar unas cosas para terminar tu festejo de cumpleaños- levanto las bolsas de las manos –un poco de cerveza-

-okey llévalas a la heladera. Vengan les contare el caso que tenemos en mano- dijo Yasuhara.

-¿y esto qué es?- dije mientras tomaba un sobre que el tenia en sus manos.

Mi cuerpo se tenso, sentí como fuertes ráfagas de viento atacaran mi cuerpo. Mi vista se nublo y luego un montón de imágenes otra vez aparecieron en mi mente. Todo se puso negro. Comencé a escuchar gritos, alguien gemía por aire, de pronto una luz se acerco y estaba corriendo por un pasillo los jadeos venían de mi pero no era mi cuerpo era el de alguien más. Un grito vino de atrás de mi o quien sea que fuera el dueño de este cuerpo, el cuerpo en el que me encontraba seguía corriendo, el pasillo con paredes tapizadas en verde poco a poco en tonos morados. No corrección eran manchas, manchas carmesí, era sangre.

El llanto de un niño pequeño atrajo “mi” atención. Con una mirada frenética inspeccione todas las esquinas.

-¿Qué haces aquí?- “dije”

 -mama, papa no se mueven- dijo el pequeño.

-ven vamos tenemos que salir de aquí-

El niño tomo mi mano y lo lleve a una de las habitaciones cerré con llave, inspeccioné la habitación y bingo una ventana –ven te sacare de aquí- nos acercamos a la ventana, la abrí, el niño enrolla sus brazos en “mi”, lo levante y lo coloque afuera de la casa. –vete, busca ayuda, corre lo más rápido que puedas- el niño asintió con lagrimas en la cara y se fue corriendo.

Salí de la habitación y comencé a buscar más niños, o a alguien para salir de esta pesadilla, los gritos iban cesando, carcajadas escuche en el piso de arriba. 

Las habitaciones de la planta baja estaban limpias. Me dirigí a la puerta de enfrente pero no se podía abrir estaba bloqueada por cuerpos, mi boca se tapo. Sabía que no tenía salida por eso  subí al piso superior por algún sobreviviente. Los pasillo olían a metal oxidado, era demasiado difícil caminar por ellos ya que a ambos lados había cuerpos hombres y mujeres tirados en el suelo en distintas posiciones. Era una verdadera masacre.