El bullicio de la Expo Business es casi ensordecedor, pero en el stand de MATIZZES, la atmósfera es diferente. Aún con la agitación a su alrededor, Isabella se mueve con una elegancia calculada, respondiendo a las preguntas de los visitantes y mostrando el potencial de su empresa con confianza. Alessandra a su lado, también tiene el don de captar la atención, especialmente de Vicente, el hermano de Fabio.
La visita de los Urriaga comienza con buen pie. Cristina y Josué se muestran genuinamente interesados, explorando cada rincón del stand y preguntando sobre los detalles de MATIZZES con curiosidad auténtica. La conversación fluye con naturalidad, y Isabella no puede evitar sonreír al notar el interés sincero de sus invitados.
—Esta propuesta es realmente prometedora —dice Josué, mientras examina una de las presentaciones de MATIZZES.
—Sí, realmente veo el potencial —añade Cristina, asintiendo—. Ustedes han hecho un trabajo increíble.
Isabella siente un orgullo sutil en su pecho, mientras Alessandra maneja el intercambio con un toque de picardía que no pasa desapercibido para Vicente. La tensión entre ellos es palpable, pero de una manera juguetona y coqueta que aligera el ambiente.
De repente, el aire cambia. Isabella nota que el ánimo de sus acomañantes decae, cuando gira, se encuentra con una visión inesperada: Una mujer alta 1.75, de ojos castaños claros, rubia, con un cuerpo de pelicula, se aproxima con una actitud que no deja lugar a dudas. Su presencia, elegante y provocativa, capta la atención de inmediato. Ella se dirige a las hermanas con una sonrisa y una actitud desafiante.
—Hola, Fabio —dice Noa con una sonrisa que mezcla diversión y desafío—. No esperaba encontrarme con tus colegas en el trabajo.
La sorpresa en el rostro de Fabio es evidente, pero se mantiene calmado. Noa, sin embargo, no se detiene, se acerca a él le da un sutil beso y toma su mano. Se dirige a Isabella y Alessandra con un aire de superioridad que resulta claramente intencional.
—Así que, ¿esta es la famosa MATIZZES, de la que toda la Feria habla? —pregunta Noa, su tono revela una pizca de sarcasmo—. Imagino que es todo un desafío resaltar cuando están solos y sin recursos, por eso buscan inversionistas ¿verdad?
Isabella siente como si la sangre le subiera a la cabeza. La decepción se mezcla con la ira. No por el hecho de que Fabio esté con alguien más, sino por la forma en que ha sido manipulada y engañada. La situación se vuelve clara: esta mujer no ha venido a participar en la conversación de negocios, sino a marcar territorio y humillar.
Alessandra, por su parte, observa la escena con una mezcla de sorpresa y molestia, mientras que Cristina y Josué intercambian miradas de curiosidad y desaprobación.
Isabella respira profundamente y decide que es momento de poner distancia. Mira a Fabio con una frialdad calculada, despojándolo de cualquier rastro de simpatía que pudiera haber tenido. La decisión está tomada: su relación con él será únicamente profesional.
—Gracias por su observación, Srta —dice Isabella con una sonrisa forzada—. Ahora, si me permiten, tengo otros asuntos que atender. Sr. Urriaga, podremos hablar de MATIZZES en otro momento.
Fabio parece sorprendido, pero entiende la señal. Noa, sin embargo, parece satisfecha con su pequeño acto de dominio.
—Oh, claro —responde Fabio con una expresión que mezcla remordimiento y resignación—. Hablaremos después.
Noa se aleja con una actitud triunfante, y aunque Isabella siente una mezcla de tristeza y enojo, decide seguir adelante. El negocio es el negocio, y eso es lo único que realmente importa en ese momento. A pesar de la incomodidad, la profesionalidad de Isabella brilla a través de la tormenta emocional que está atravesando.
Mientras los Urriaga se despiden y se alejan, Isabella se toma un momento para recomponerse. La exposición de MATIZZES puede haber sido marcada por un desafortunado giro, pero su determinación sigue firme. La noche está lejos de terminar, y a pesar de los desafíos personales, Isabella está decidida a mantener el rumbo y asegurarse de que MATIZZES siga siendo un éxito.