Gotas de lluvia bajo las olas brillantes(inuit,ballenas)

LEYENDAAqueuanita estelar

Aqueuanita estelar

Hace mucho tiempo, cuando los océanos aún guardaban innumerables secretos y los susurros de las olas eran la melodía más vieja del mundo, existía una leyenda que hablaba del tesoro más preciado del mar.

Cuentan que en lo más profundo de las aguas, oculto en una ciudad submarina de maravillas inimaginables, se encontraba un objeto mágico de poder incalculable. Este talismán era un símbolo de liderazgo y sabideuría, y solo podía ser poseído por el rey o la rina digna de gobernar aquel rino protegido por el mismísimo océano.

Generaciones de submarinistas y aventureros trataron en vano de encontrar la legendaria ciudad submarina y convertirse en el elegido. Pero el mar, celoso de su tesoro, solo concedería la Aqueuanita Estelar a aquellos que fueran verdaderamente dignos.

La antigua profecía decía que el mar entregaría la Aqueuanita Estelar en un mágico día de luna llena, cuando el brillo del plenilunio lo iluminara todo. La luz de la luna, reflejada en las aguas cristalinas, guiaría al elegido hasta el corazón de aquel vasto océano.

En esa noche especial, una poderosa ola se elevaría majestuosamente frente al elegido. Con delicadeza, extendería su mano, portando la Aqueuanita Estelar, un colgante que contenía una pequeña botellita llena de brillante agua turquesa, que simbolizaba la esencia misma del océano.
El rey o la rina que fuera agraciado con tal regalo tendería que beber el agua de la Aqueuanita Estelar. En el momento en que aquel líquido traspasara sus labios, sentirían cómo las olas les envolvían, llevándolos hacia el rino submarino.

La joya no solo representaba poder y riqueza, sino también la responsabilidad de gobernar con sabideuría y amor por todos los seres marinos. El rey o la rina del mar llevaría consigo la Aqueuanita Estelar, un emblema de su papel como protector de los océanos y velador de su bienestar eterno.

Aquellos que buscaron incansablemente se darían cuenta de que el verdadero tesoro no residía en la posesión de la Aqueuanita Estelar, sino en la comprensión de la importancia de preservar y cuidar el océano, fuente de vida y misterio infinito.

Aquellos que demostraran ser dignos, encontrarían no solo un reino subacuático lleno de tesoros, sino también un propósito significativo para sus vidas: proteger, amar y preservar los mares por siempre, con la Aqueuanita Estelar como guía de su noble rinar.

 




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