Con entusiasmo renovado, Están determinados a aprovechar al máximo su tiempo en la ciudad sumergida, habia sido una mañana normal y un tranquilo ambiente . destiny, Hope y James se sentían expectantes, sin saber queué iba a suceder.
El sonido de la ballena ya no era solo perceptible por destiny, sino que también llegaba a los oídos de los demás habitantes, generando una creciente inquietude, en ese instante, pequeños metoritos cayeron del cielo a gran velocidade, trazando trayectorias erráticas y salpicando chispas en su camino. El estruendo de sus impactos creaba bruscos ruidos, llenando el entorno de prudencia. Los pobladores, consternados, comenzaron a sacar apresuradamente sus embarcaciones para preparar su viaje.
-Apresurense, tenemos ir, gritaba Destiny quien estaba jugando con Hope y Acrosss en su habitación cuando de repente, el estruendo y la conmoción los sobresaltaron y antes de que pudieran reaccionar, Jeams,irrumpió en la habitación con expresión de preocupación.
- Detiny yo tomaré a Acrosss, Hope, ve con tu hermana.
Bajaron rápidamente las escaleras mientras un meteorito golpea el techo y cayo encima de estas, Hope, quien sostenía la mano de Destiny, tropezó y cayó. Acroos se soltó de su correa y corrió hasta él niño agarrándolo de la camiseta. Jeans lo ayudó a levantarse y salieron juntos hacia el exterior de la casa, donde su embarcación los esperaba.
-Chicos apresurense tienen que subir gritaba Margaret mientras César ayuda a Hope a subir
-Vamos hermana, Jeams apresurate, Bociferaba Hope mientras Acrosss no paraba de ladrar.
Subieron abordo con agildad.
-¿Que esta sucediendo, preguntó Jeams?
-Es hoy, hoy es cuando volveremos a nuestro hogar dijo Cesar dando un beso a Margaret.
una fuerte tormmenta recien comenzaba , la atmósfera parecía cargada de energía y se podía sentir una sensación de expectación en el aire. Los árboles, con sus ramas agitándose furiosamente mientras la lluvia caía sin cesar, creando un ritmo constante de salpicadeuras. Las olas del mar ahora parecían más poderosas de lo habitual, como si estuvieran llamando con fuerza a la tierra.
Una mezcla de respeto y temor hacia la fuerza de la naturaleza desatada en ese momento. Todos sentían que algo extraordinario estaba por ocurrir.
La ciudad comenzaba a inundarse y las embarcaciones casi flotaban como si el océano ya hubiese invadido el lugar. Poco a poco, el agua llenaba cada rincón y todos se dirigían hacia un destino desconocido.Las calles se convirtieron en ríos tumultuosos, los desagües no eran suficientes para contener el torrente de agua, Mientras las aguas continuaban creciendo y las casas quedaban sumergidas poco a poco, los valientes pobladores de la ciudad se agruparon para enfrentar la inundación. Con las embarcaciones que construyeron con sus propias manos, con expresiones de determinación y miedo en sus rostros, comenzaron a navegar por las calles convertidas en caudalosos ríos urbanos, el agua se elevaba cada vez más, alcanzando niveles alarmantes, En medio de la lluvia implacable y los truenos ensordecedores, la solidaridad se hizo evidente. Los vecinos se ayudaron mutuamente, rescatando a aquellos que caían al agua
-Es hora de partir, dijo en voz baja as si mismo Cesar. -Narf isa las velas.
-Si, Capitán Coustoe.
-¿Coustoe?...preguntó Destiny mientras ayudaba a Narf con las velas.
La tormenta se intensificaba cada vez más y ya habían zarpado cuando una ola gigantesca arrasó con todas las embarcaciones, dejando a los ciudadanos sumergidos en el agua y solo dejando su barco en pie. Sorprendentemente, todos los pobladores se transformaron en grupos de peces que nadaban entre los arbustos de las plazas como si fueran pájaros, pulpos que se deslizaban por el suelo como si estuvieran caminando, y langostas y moluscos que se integraban en el agua. El cielo se volvió gris rápidamente, aunque no tan oscuro como se podría esperar. Los bosques se transformaron en majestuosos y densos bosques de algas kelp que se extendían casi hasta la superficie.
- ¿que pasará con ellos?, preguntaba Jeams
- no te preocupes están bien, sólo regresarán a casa, respondió César, Narf asegura a los chicos
-si capitán
-Chicos quiero que sepan que siempre los llevaré en mi espitu
-¿que quieres decir Margaret? me estas asustando, dijo Destiny.
Una vez más, una gigantesca ola golpeó la embarcación, causando que Destiny, Narf, Jeans y Hope se aferraran al gran mástil para mantenerse firmes, Margaret había caído al agua, lo cual provocó que todos corrieran hacia la inestable barandilla para asegurarse de que estuviera bien, en un instante, Margaret se convirtió en una majestuosa mantarraya, su cuerpo se desplegó, revelando alas imponentes y una larga y delgada cola. Su elegante figura complementaba perfectamente con la dulce esencia de Margaret, emitiendo una radiante belleza que parecía trascender lo terrenal. Mientras se alejaba, se encontró con otra mantarraya que la esperaba pacientemente, todos filtraron al timón para verificar si César estaba abordo, pero sólo había una de sus botas, creando una atmósfera de misterio y complicidad ambas criaturas marinas se alejan juntas.
La tormenta arreciaba con fuerza, sacudiendo el barco de un lado a otro, como si el océano mismo intentara devorarlos. Hope se aferraba con todas sus fuerzas al mástil, mientras miraba con ojos llenos de determinación hacia Narf.
-¡Narf, tenemos que hacer algo! -gritó Hope sobre el rugido del viento.
Narf asintió, mostrando su experiecia en situaciones como estas. Tomó el timón con firmeza y se volvió hacia James, Destiny y Hope.
-¡James, ve a la proa y asegúrate de que las velas estén bien sujetas! Destiny, tú y Hope, vayan a la popa y aprieten las amarras. ¡Rápido, chicos, no tenemos tiempo que perder! -ordenó Narf con voz autoritaria.
Sin perder un instante, James corrió hacia la proa, luchando contra el viento para alcanzar las velas. Mientras tanto, Destiny y Hope se aferraban a las cuerdas y las amarras, trabando con todas sus fuerzas para evitar que se desprendieran bajo la furia de la tormenta.