Capítulo 7

Brooke

No extrañaba levantarme tan temprano para ir a la Universidad. Mi carrera era diseño gráfico y cuando me inscribí, me equivoqué eligiendo los horarios de la mañana. Aunque luego me di cuenta que era mucho mejor eso que gastar toda mi tarde dentro de un salón. 
Me pregunto si Dylan estudia. Tal vez se encontraba en algua carrera relacionada con el mundo de lo económico al igual que su padre... no podía creerlo, otra vez pensado en él. Durante toda la película de ayer también pensé las miles de opciones por las cuales él se había ido. Claramente pudo no haberle gustado que yo lo haya besado, porque simplemente no se interesa en mí (aunque a mí él tampoco me interesa, todavía no sé por qué lo besé). Pero no me cerraba el por qué me coqueteaba la mayoría del tiempo. No me quiero hacer la que tengo a todos atrás, pero realmente Dylan me buscaba desde que me vio en la cena de la empresa. Lo que colmó el vaso fue lo que hizo con su prima Katherine. No tuvo sentido.

-Es como te digo, Feli.- había llegado a la Universidad y como todos los días me encontré con mi amiga Felicity Zarm. Nos habíamos conocido hace once meses en nuestro primer año de carrera. Le conté todo lo que había pasado con Dylan y también, con Claire y Cameron. Ella estaba igual que yo pero por suerte no tenía el mismo pensamiento que mi prima. No iba a intentar lograr Dylan me guste.

-Sigo insistiendo en que para mí no es nada raro.- me dijo como por tercera vez. Para ella que Dylan haya salido sin decirme ni una palabra era normal.- O sea, se sorprendió, no sabía qué hacer y se fue.-

-¿Quién se fue?- nos soprendió mi amiga Melody llegando de repente. A ella la conocimos hace como seis meses pero nos llevábamos bastante bien. Comenzamos a llevarnos mejor cuando conocimos a su hermano Garret y él nos ayudó con muchas cosas en la carrera. Hace un tiempo había dejado para empezar a trabajar con su madre pero era de gran ayuda con nosotras.

-Larga historia, Mel. Mientras entramos te cuento.- y así pasaron las cuatro horas diarias en este lugar que, sinceramente, me gustaba muy poco. Debo admitir que las materias no eran el problema pero la manera en la que tenía la Universidad de organizar todo era un desastre. Nunca estaban muy especificadas las aulas, las carteleras de anuncios nunca se llenaban y al ser tan grande se tardaba mucho en encontrar lo que sea que quieras encontrar.

Llegué a mi casa luego de pasar por la librería y retirar unas fotocopias que había dejado encargadas la semana pasada. No me generaba mucha confianza que un auto desconocido para mí estaba en la puerta de mi casa. No quiero recordar la última vez que vi un auto desconocido en la casa de Claire. Ahí recordé que todavía no sabía si ese Audi Rs5 rojo era de Cameron, de Dylan o de Katherine. Porque definitivamente se mis tíos o de Claire no es.

Lo más extraño fue llegar y no ver a nadie ya que mi papá a esta hora solía estar en mi casa porque comía el almuerzo y luego volvía al trabajo. Por eso mismo grité para corroborar si estaba en otro lado de la casa y recibí una respuesta no tan convincente:- Estoy en mi oficina con el Señor Riece. Espera allí que en un segundo estamos contigo.- ¿Desde cuándo Jack venía a nuestra casa a hablar con mi padre? Se supone que para eso está el trabajo o también las horas extras que mi padre se queda la mayoría de los días. Seguro el auto que estaba afuera era de él. Supongo que Dylan se lo habrá pedido prestado ayer. Me gustaría que mi padre haga lo mismo conmigo.

-Disculpa pequeña. Estábamos hablando de unas cosas que no podían esperar.- me dijo mi padre cuando se decidieron en bajar. Para él nada podía esperar si se refería a su trabajo.- Ahora bajan y me voy al trabajo, ya almorcé.-

-¿Bajan? Ah, hubo reunión, con razón...- me sorprendí pero mi frase quedó en el aire cuando vi bajar al señor Riece y a su único hijo por las escaleras. El segundo en bajar me miró como por cuatro segundos y desvió la mirada al instante, en cambio su padre se acercó a saludarme. Lo curioso fue que Jack no hizo ningún comentario respecto a que su hijo había quedado como un maleducado al ni siquiera acercarse a decirme "Hola".

-Voy a buscar algo arriba Brooke. Me olvidé de darte los papeles de la charla de hoy, Jack.- dijo mi padre dirigiéndose al Señor Riece.- ¿Me acompañas a buscarlos y después ya nos vamos?- le ofreció y él aceptó sin quejarse. Ambos subieron las escaleras dejándonos a Dylan y a mí solos. 
No quería empezar la conversación, si él fue el maleducado que no me saludó. De todos modos es imposible no querer hablarle sobre lo del otro día, y decirle que realmente no tenía planeado hacerlo y no lo iba a volver a hacer. 
Me arriesgué.

-No me interesa lo que pienses con respecto a lo que pasó el otro día porque ni yo sé por qué lo hice y tampoco lo voy a volver a hacer.- largué y ahí fue la primera vez en todo este tiempo que me mantuvo la mirada por más de unos cortos segundos.- Pero ¿en serio? ¿No saludar?- me enojé y le iba a decir que era un inmaduro pero no era exactamente el lado por el que quería llevar la conversación.

-Imagínate que voy a saludarte y me clavas un beso.- se burló con una mínima sonrisa que no quería mostrarla porque sabía lo que estaba haciendo. Me estaba haciendo enojar y eso le gustaba.

-Eres un estúpido ¿sabías?- y antes que diga algo para reprocharme lo que dije, me adelanté- Nunca quise besarte a ti, por favor. Prefiero besar a un sapo y que no se convierta en príncipe, en serio.- le confensé y para mi suerte cuando iba a responderme, aparecieron nuestros padres con unos papeles en las manos. Lo que me sorprendió fue que apenas llegó su padre, Dylan dejó de mirarme y si tenía algún rastro de sonrisa o felicidad en su rostro, este se había esfumado por completo.
Luego de despedirse se fueron los tres juntos y yo quedé sola en casa como siempre. Tendría que aprovechar este tiempo para hacer algo, lo que sea. Cuando estoy en época de exámenes gasto mi tiempo en ellos. Cuando tengo tiempo libre no sé en qué gastarlo.