Dylan
-Te estoy pidiendo un favor, Mel. Por favor.- le rogué a mi amiga. Pudieron haber pasado muchas cosas en nuestra relación de amistad pero, sin embargo, ella siempre me terminaba ayudando.
-¿¡POR QUÉ TENGO QUE ACTUAR COMO SI ME INTERESARAS SI ESO NO ES VERDAD!?- gritó desesperada. No tenía nada que responderle a eso porque no le podía decir la verdad. No ahora.- Lo que más quiero es ayudarte, Dylan, en serio. Pero quiero que me expliques bien todo. Ni siquiera sé por quién lo estamos haciendo.- me dijo y exactamente eso es lo complicado. ¿Cómo le explico que todo esto es por Brooke? Y todo por culpa de mi padre.
-Después te lo voy a decir todo. Te lo prometo.- dije suavemente abriendo la puerta del baño para ya terminar mi noche e irme. Y lo peor de todo era que Melody se iba a tener que ir sola porque ella cree que he tomado de más. No he tomado absolutamente nada y tengo miedo que le suceda algo a ella y a sus amigas. Tengo miedo que le suceda algo a Brooke.
-¿Tan temprano?- me asustó mi padre apenas abrí la puerta de mi casa. Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y normalmente llego mucho más tarde.- Se ve que estuvo aburrida la fiesta. ¿No fue nadie que conozcas?- interrogó intentando hacerse el interesado por mis relaciones. Hay veces que aprecio mucho su curiosidad por saber todo sobre mi vida. Pero hay otras veces, como ahora, que prefiero reservar mi vida personal frente a él. Nunca se sabe qué puede pasar luego de confesarle cosas a tu padre.
-Claro que sí.- dije seco. No estaba de humor para hablar y menos con él.- Estaban todos: Garret, Cameron y su novia, el estúpido de Aaron, Melody, Brooke..- nombré y por supuesto no me dejó seguir.
-¿Qué te dije de juntarte con esa chica? ¿Es que acaso no me escuchas?- dijo parándose del sillón en el cual estaba sentado y me miró fijamente. Sabía que no era buena idea.
-¡¿QUÉ MALDITO PROBLEMA TIENES CON BROOKE, PAPÁ?! Ella es una buena chica, no entiendo porque armas todo este circo.- le grité saliéndome de mis casillas. Odio que me controle la vida, el estudio y todo lo que tenga el título de personal. El día que me dijo que no esté con la hija de su jefe no le pude decir mucho porque directamente no me dejó opción. No me molestó que me haya prohibido estar con ella porque entendía su postura. Ahora que la conocí más en profundidad no puedo decir lo mismo. Ahora sí me molesta que me lo prohiba.
-Solo no tengas relación con ella.- me dijo yéndose escaleras arriba. Me quedé ahí parado sin saber qué más hacer y luego subí a mi habitación.
La verdad era que Brooke me caía muy bien y en momentos también me atraía, es decir, no estoy diciendo que me gusta ni nada de eso, solo que a veces me atrae. Como en la fiesta cuando vi que Aaron quería besarla. Él me había preguntado su nombre y no pensé que iba a hacer algo como eso sabiendo que está de novio. Pero ya saben como son los tipos como él: tienen novia pero, por momentos, se olvidan. Yo también solía tener esas actitudes estúpidas hace unos años. Tampoco quiero hacerme el humilde diciendo que ahora soy todo lo contrario pero prefiero no estar de novio directamente y disfrutar.
Cuando besé a Brooke, en lo que menos estaba pensando era en mi padre y en su nueva regla de no acercarme a ella. Me encantaría poder hacerle caso así de una vez por todas sé por qué le mintió acerca de mi madre pero también sé que sin ella va a ser muy difícil descubrirlo, ya que su padre también sabe que mi madre murió y sin embargo no le dijo nada acerca de la mentira. Espero estar equivocado y que todo esto sea un malentendido. Supongo que solo quiso ser educado con ella y luego le dio vergüenza confesar la verdad.
Lo que tenía de bueno ser hijo único era que ningún hermano molesto me iba a levantar temprano, es decir, me podía despertar cuando yo quisiera ya que mi padre se iba muy temprano al trabajo. Aunque cuando empiece con las clases ya voy a tener que madrugar. Por suerte todavía falta una semana.
Como les dije, me encantaba poder levantarme a la hora que quisiese pero alguien tuvo que arruinar completamente mis planes.
-DYLAN. LEVANTATE.- me sobresalté cuando escuché la voz de Melody a mi lado. ¿Cómo mierda había entrado a mi habitación? O mejor dicho ¿Cómo mierda había entrado a mi casa? Estaba tan dormido pensando en por qué había aparecido aquí Mel que no me di cuenta cuando ella me destapó por completo y me tiró de la cama con un simple movimiento. Por suerte la noche anterior me había puesto un pijama o algo parecido a ello. Mi remera de los Golden State Warriors y mi bóxer negro cuenta como pijama ¿no?. Igual no es la primera vez que me ve de esta forma.
-Melody.- la llamé tratando sonar calmado con mi voz un poco ronca al haberme levantado hace unos segundos. A lo que ella me respondió con un asentimiento de cabeza dándome a entender que siga hablando.- Me puedes decir ¿QUÉ CARAJOS TE PASA?- estallé. Una sola vez en toda mi vida me habían levantado temprano y fue mi madre. Prefiero no entrar en detalles.
-¿Qué carajos me pasa?- preguntó levantando una ceja. Odiaba que haga eso, yo no lo podía hacer.- Que ayer me hiciste coquetearte, besarte e incluso me encerraste en el baño para explicarme algo que sin embargo sigo sin entender.- me dijo sentándose sobre mi cama toda desordenada que gracias a ella estaba así. Por suerte yo mantenía todo ordenado o al menos controlado. Siguió ahí sentada esperando a que yo le explique o le diga algo. Así que eso hice.
-Tienes razón. No debí obligarte a hacer todo eso. Aunque dime la verdad, te gustó.- me burlé torciendo una sonrisa solo para molestarla. Luego vi su cara de "Dylan, estamos hablando en serio".- Perdón. Sabes que solo juego contigo, amiga.-