Brooke
-Hasta incluso investigan juntos el accidente donde murió mamá, ¿no?- le comentó a Dylan el sujeto que me tenía agarrada del cuello amenazándome con un arma. Tantas veces quejándome de cosas sin sentido y ahora lo único que deseo es salir viva de esta.- ¡Ah no! ¡Es cierto que tú investigas junto a Melody Tazio!- fingió recordar pensando que ese comentario pudiese afectarme... no lo hacía, claro que no. Ya lo sabía y no me dolía.- Tu amiga sí que es una experta en la cama, colega.- dijo provocando un grito por parte de Dylan.
-¿¡QUÉ HAS DICHO!?- gritó amagando con salir de la mesa, pero mi amigable compañero apretó mucho más su agarre a mi cuello.
-Shh... tranquilo tigre, solo quería recordártelo aunque tú ya lo sabes muy bien.- dijo y mi mirada fue directo al hijo del jefe de mi padre que ni siquiera se preocupó en mirarme: seguía con su vista fija en el chico a mi lado. ¿Cómo es que él sabe absolutamente todo sobre nuestras vidas? ¿Nos han estado espiando? No puede ser. Él está mintiendo, Dylan nunca se acostó con Mel, solo son amigos de... de algún lado. ¿Por qué Dylan no niega todo esto? ¿Acaso piensa que el estúpido de su padre todavía no se dio cuenta de todo? Cuando me dirigí a saludarlo lo primero que hizo fue preguntarme en dónde estaba su hijo. Lo sabe todo, sabe que estamos investigando, sabe que nos vemos, sabe que solo vine a esta cena por su hijo. Y aparte, cuando el idiota que está agarrando mi cuello decía cosas asquerosas sobre mí, Dylan solo se dignó a decir "Suéltala". Ah claro, pero cuando nombró a Melody pareciera que ella está aquí amenazada y no yo.
-¿Qué quieren? ¿Dinero?- preguntó el señor Riece mientras uno de los asaltantes lo tenía agarrado de los brazos.- Pueden llevarse lo que quieran, solo no le hagan daño a nadie.- rogó señalando a todo el restaurante. Cuando él dice que pueden llevarse todo no está mintiendo, Tiene el dinero suficiente para reponer cualquier daño.
-Llévense todo, muchachos. Y ustedes dos.. -nos señaló el chico que me tenía agarrada soltándome de golpe haciendo que choque contra el pecho de Dylan y que de inmediato sus brazos me rodearan.- dejen de intentar averiguar cosas sin sentido.- nos dijo y se largó junto a todos los demás que lograron sacar algunas cosas del bar.
Había temido por mi vida todo el tiempo que el tipo me mantuvo agarrada amenazándome con la pistola. Luego del horrible episodio se dio por finalizada la cena, donde mi padre no me dejó siquiera despedirme de Dylan. ¿Era verdad todo lo que había dicho ese enmascarado sobre él? ¿Se estaba divirtiendo conmigo? ¿Se había acostado con Melody?
Al llegar a mi casa decidí ir hacia mi habitación para quitarme todo lo que tenía puesto e ir directo a dormir. Mis planes fueron estropeados cuando escuché gritos provenientes de mi padre en el living apenas traspasamos la puerta de entrada. Lo que me imaginaba.
-¿¡Te imaginas lo que dirán todos en la empresa ahora!?- se estaba sacando su saco tirándolo por algún lado de la sala.- ¿Cómo crees que me mirará el señor Riece luego de que haya escuchado que mi hija se divierte con su hijo?- preguntó acercándose a mí para mostrar autoridad, ¿En serio papi piensas que voy a tragarme tu papel de pobre empleado? Tú y tu jefe saben sobre Dylan y yo, ¿O acaso te olvidas lo que pasó en su casa y lo que tú mismo dijiste? Por motivos obvios no podía decirle eso pero ganas no me faltaban.
-¿Qué pruebas tienes para decir eso? ¿El sujeto que puso una pistola en mi cabeza te da confianza?- pregunté sintiéndome ofendida por un segundo: acaban de amenazarme de muerte y a él solo le importaba que el hijo de su jefe y yo no podamos descubrir su secreto.
-¿Estoy equivocado? Ni siquiera giraste en mi dirección cuando el ladrón te liberó.- respondió. Es cierto, apenas sus sucias manos salieron de mi cuerpo corrí para refugiarme en el chico con el que me había besado minutos atrás.- ¿Crees que será agradable llegar mañana a la empresa y escuchar murmullos diciendo que mi hija de diecinueve años se está acostando con el hijo de Jack? Me das vergüen...- no lo dejé terminar ya que mi mano se estampó contra su mejilla provocando un estruendo muy audible.
-No te atrevas a hacerme lo mismo que le hiciste a mamá.- escupí ahora sí dirigiéndome hacia mi habitación, no sin antes volver a advertirle:- Sino voy a irme por esa puerta y no vas a volver a verme.-
El pasado de mi padre no era nada bueno. Cuando se puso en pareja con mi madre, Alessia Leone, solía hacerle comentarios acerca de su vestimenta, de cómo se maquillaba o simplemente de cómo caminaba. Por un tiempo lo controló bastante bien pero muchas veces terminaba haciendo que mi madre no quiera volver a casa por la angustia que le provocaba. Yo solía escuchar muchas de sus peleas mientras ellos pensaban que estaba dormida. Siempre voy a arrepentirme de haber estado en ese campamento de verano cuando mi madre falleció. Solo tenía siete años pero recuerdo exactamente todo como si fuera hoy: llamaron al campamento diciéndole a mi encargada que mi padre había mandado un auto a buscarme porque había pasado algo muy grave. Cuando llegué, mi padre me contó que a mamá la había picado un bicho muy raro e hizo que ella tenga que ir al cielo a cuidarnos desde allí. Si bajaba a la tierra podía ese bicho muy raro volver y picarnos a todos. Luego, con el tiempo, me di cuenta que ese bicho raro se llamaba neumonía. Mis abuelos estuvieron muchos meses conmigo hasta que me acostumbré a no ver más a mamá. Nunca hablo con nadie sobre ella, solo con mi padre. Sufriría escuchar su nombre en la boca de otra persona.