Capítulo 41

Dylan

Es extraño pensar que en este momento me estoy dirigiendo a buscar a la chica que descolocó mi vida entera desde que apareció. Y no solo eso, si no que ambos vamos a hablar con la persona que más odio en este mundo. ¿Qué cosa tan importante podía decirnos Aaron? Sólo podría adivinar que quiere hacernos la vida imposible a Brooke y a mí porque ella lo rechazó y luego vino hacia mí. De igual manera, pensé en todo lo que ha pasado y decidí dejar mis sentimientos hacia ella hasta aquí. No se merece que una persona como yo la obligue a investigar algo que, posiblemente, no tiene solución. Y tampoco se merece que le ande atrás como quién sabe quién y trate de seducirla en cualquier instante que pueda.

Luego de ver cómo reaccionó cuando intenté acercarme, me di cuenta que tengo que dejarla en paz. Brooke debe pensar que si me rechaza no voy a querer que me ayude más, ¡pero claro que no es así! Nunca antes me había rechazado alguna chica... pero sin lugar de dudas ella es la excepción: no es ni un gramo de similar a las demás con las que estuve. Brooke no finge cuando está conmigo o con mis amigos, aunque los conoce más a ellos que a mí. Creo que la frase indicada es: actúa igual conmigo de como lo hace con sus amigos. Resaltando más cualidades de ella puedo decir que tiene una belleza distinta, tiene una personalidad distinta; ella es distinta. Brooke es única.

No creo que esta sea una historia más de esos libros de misterio donde al final todo era un error. Mis libros favoritos trataban de todo esto: investigar, encontrar al culpable y confundirse cuando el autor del mismo ponía trampas entre medio de toda la trama para confundir al lector. Creo que podría recibirme de criminalista luego de leer tantas historias al respecto. 

Estacioné mi auto en la puerta de la casa del señor Martin y procuré que el suyo no se encuentre ya que no podía vernos a su hija a mí irnos juntos. Le envié un mensaje de texto a Brooke y enseguida vi cómo lo leía y salía de su casa dirigiéndose a donde yo estaba. 

-¿Ansiosa?- pregunté cuando abrió la puerta para tomar asiento y se colocó el cinturón de seguridad.

-¿Acaso tú no?- replicó luego que pusiera en marcha mi Audi Rs5.- Aunque estoy un poco preocupada.-

-¿Acaso crees que yo no?- me reí para poder aflojar la situación al menos un poco. Si esto llega a ser una trampa o algo que Aaron está tramando no se lo perdonaría nunca y pagaría por ello.- Tranquila, sea lo que sea voy a estar junto a ti. No voy a irme a ninguna parte.- la relajé y seguí manejando. Aaron me dijo que lo viéramos en el parque Joaquin Miller, el cual se encontraba a dos horas de donde nosotros estábamos. Se preguntarán ¿por qué tan lejos?... yo también. 

Durante el viaje hablamos de temas completamente al azar, ninguno de los dos quería seguir hablando de lo mismo siempre que teníamos oportunidad. También pusimos música y para mi impresión teníamos un gusto muy parecido en ello. Yo amaba la música que ella escuchaba aunque no fuese mi preferida y a ella le encantaba la música que yo escuchaba aunque tampoco era su preferida.
Luego de dos largas horas, estacioné en frente del parque y cuando nos dirigimos a él vimos que Aaron ya se encontraba allí junto a otro sujeto: el chico del bar, al cual confundí con el ladrón de la cena empresarial. ¿Qué se supone que hacía este sujeto aquí? Cuando Brooke se dio cuenta de lo mismo que yo me tomó fuerte del brazo. Lo había reconocido. Sabía que no me había confundido con él. 

-No te preocupes.- la tranquilicé comenzando a caminar hacia la persona que nos citó aquí.- ¿Qué hace él aquí?- pregunté. 

-Él es Jason.- nos presentó y el extraño se encaminó hacia nosotros para estrechar nuestras manos. Cuando llegó a mí, simplemente hicimos un fuerte apretón y con Brooke casi que ni siquiera la roza, ella soltó rápidamente su mano temiendo lo que podría pasar. No quiero ni imaginarme lo que debe sentir en este momento: la persona que la amenazó de muerte la está saludando como si nada hubiese pasado. Luego el supuesto Jason volvió a su lugar y Aaron siguió hablando:- Queremos que nos des todo el dinero que tu padre nos debe, Riece.- soltó y quiso intimidarme pero solo causó extrañeza en mí. 

-¿De qué dinero hablas?- indagué y ambos rieron. Brooke tenía sus manos cada vez más aferradas a mi brazo y no había emitido ni una palabra desde que llegamos.

-Que ingenuo eres. ¿En serio me creíste cuando te dije que Jason no era el ladrón de la cena de tu padre?- agudizó su voz y provocó que mis pelos se pongan de punta. Claro que lo sabía pero no tenía pruebas suficientes para mi cerebro para así poder creero. Ahora sí las tengo. 

-¡¿Entonces tu eres el puto sujeto que la amenazó a ella de muerte?!- grité safándome del agarre de Brooke y preparándome para destrozar cada parte del organismo de ese tal Jason. Pero lamentablemente, el cuerpo de Aaron se interpuso para que eso no pasase. 

-Epa epa, ¿Qué pasa? ¿No te enteraste que tu padre fue el que nos contrató para que eso pasara?- insinuó sin moverse del lugar de donde estaba. ¿Mi padre contratarlos? ¿Mi padre había sido el culpable de todo el robo en la cena? Pero...

-¿Qué dices?- volví a gritar y lo tomé del cuello de su chaqueta. Un empujón me separó de él instantáneamente y otro brazos volvieron a tomarme. 

-Hey, tranquilo.- trató de decirme Brooke pero no le presté atención y seguí observando a Jason.

-Dylan, esta no es la mejor noticia. Pero tu padre nos contrató para que hagamos exactamente lo que hicimos. No te conozco ni a ti, ni a ella, ni a ninguna Melody ¿bien?- me explicó pero no estaba seguro si debía creerle. Si mi padre lo había contratado ¿por qué no les pagó? Ya cuando escuchamos a mi padre y a Robert hablar en la barra sabíamos que estaban hablando del robo pero nunca pudimos recepcionar que ellos eran los que lo habían provocado. Es dificil creer que tu padre es el culpable de que alguien casi te asesine.
Pareciera que estaban leyendo mis pensamientos ya que esta vez Aaron intervino: