Son las 9 de la mañana de un día normal en Los Ángeles ,o eso es lo que parece.
Sirenas de Ambulancias y policías hacen ecos en las calles rumbo al Hospital Kindred.
Medios de Comunicación están reportando el incidente.
—¿Cómo vamos?—le pregunto al agente que se encuentra en la entrada del hospital.
—No hay avance—me dice mientras escucha en su boquitoqui indicaciones de los superiores.
Me dirijo a paso rápido a la zona de terapia intensiva donde se encuentra el problema que tenemos que solucionar.
Se puede escuchar una explosión proveniente de esa zona ;lo que indica que otra bomba ha sido explotada.
—Amor ¿estas ahí?—le pregunto a mi prometido por el boquitoqui.
—Si cariño,no te preocupes todo saldrá bien—me responde él.
Utilizo las escaleras para llegar al piso correspondiente,no tengo tiempo de esperar al elevador.
Llantos se pueden escuchar a medida que voy subiendo.Gritos desgarradores de dolor y angustia abandonan las gargantas de los afectados.
Llego al piso del problema y me encuentro con un chico amarrado en una silla.
—¿Cuál es el cable?—le grita con un tono molesto mi superior al chico—Dílo.
El solo recibe una carcajada por parte del chico lo que hace enfurecerlo más.
Todos estamos alterados y preocupados.Ya han detonado dos bombas y en esta zona pueden morir miles de personas que están ya en estado crítico.
—Corte el cable rojo—grita el experto en bombas de la agencia.
Miro hacia la zona donde está la bomba y mi chico es el que se dispone a cortarlo.Puedo notar en su semblante la duda.Se que tiene miedo.Todos lo tenemos.
—Cortalo—le vuelven a gritar.
Él lo corta y todos respiramos cuando no estalla.
—Necesito estar a su lado—le digo a mi jefe—Dejeme entrar.
—Quedese aquí—se pasa las manos por el pelo—:nos hace más falta aquí.
Vuelven a someter a el chico a un interrogatorio pero vuelven a obtener risas.
—Queda 1 minuto—grita mi chico— tenemos que detenerla ahora o va a explotar.
Queda la parte más difícil.Solo tenemos una oportunidad para presionar el botón correcto.
—¿Enciendo o apago?—pregunta mi chico que es el encargado de ese tipo de misiones.
—¿Encender o apagar?—le pregunta mi jefe al causante de toda esta tragedia.
—Encender.—Le dice el chico, serio por primera vez.
—Toca el botón de apagar—le grita a mi chico.
En este instante comenzó una pelea entre mis superior y el experto en bombas de la agencia.
Mi chico se podía ver altamente confundido.
—Te amo!!—me grito antes de tocar el botón de apagar.
Ese fue el último día que lo vi,el último día que lo abraze y que lo besé.
La bomba explotó llevándose con ella la vida de el equipo que la estaba tratando de domarla.Entre ellos se encontraba mi prometido.
Me derrumbo fuera del hospital,me lleve golpes de piedras,pero no es tan fuerte ese dolor comparado al dolor de mi corazón y al vacío que ha dejado la muerte de Albert.
Lagrimas bajan por mi mejillas,espesas gotas saladas se quedan en mis ojos.Me las limpio con mis manos pero aún así siguen reclamando su libertad.Sollozos salen de mis labios.
No todos los días encuentras al amor de tu vida y no todos los días lo ves morir.
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Editado: 12.05.2021