El mundo es tan bello.

El mundo es un lugar donde apreciar la vida.

Al instante el asteroide golpeo mi ser, pero no lo aniquiló, estaba entre las rocosas formaciones de un satélite de minerales que se avecinaba a la tierra, y mientras más se acercaba, el sentimiento de deformación era latente. Entendí que hay muchos lugares que hacen a uno en la vida, el mío era con mi familia, y ahora estaba dirigiéndome a ellos, pero no de la manera que debería ser. Poco a poco, me insumía en el sueño de pensar que estaba por acabar todo alrededor. Dibujé en señal de un último pensamiento, un día de campo. Mi mujer estaba preparando unos sándwich en la mesa del patio, junto a uno de mis hijos, y yo estaba enseñando unos movimientos de artes marciales a mi hija, quien era mi primera y única alumna. Nos reíamos de los hechos, y técnicas. En un movimiento ligero, mi hija me adelantó y caímos al suelo. Al ver el cielo ella siempre preguntando me comento:

- Papa, ¿piensas que podremos llegar allí?

- ¡Ja¡ ¡Ja¡ ¿por qué dices eso? Claro que llegaremos, y más lejos.

- Yo quisiera ir a Marte, y caminar las planicies

- Y lo harás, lo haremos juntos

- ¡Chicas y chicos a comer!

Esos momentos son tesoro en el mundo en que vivimos, y solo vienen a nosotros cuando el tiempo nos ha dicho basta.

El asteroide se acerca a la capa de candente de la tierra exosfera, el calor está consumiendo el asteroide. Nuestra desintegración es masiva. Los quinientos quilómetros se producen con suma velocidad. Es la termosfera, a ochenta quilómetros. Mi cuerpo está desvaneciéndose como los fragmentos que se desprenden de la materia. La capa de ozono. Mesosfera, a cincuenta quilómetros, ya no soy nada más que partículas. Estratosfera, solo diez

quilómetros, y el suelo firme, con un impacto total. Troposfera, cero quilómetros. Eso marca lo que queda del aparato medidor. Un casco quebrado, y algunas piedras en el desierto del Sahara, donde suelen caer las fracciones. -

Noticias – manifiestan que los tripulantes del Satélite XL han desaparecido, se expresa que enviaran un grupo externo a verificar la zona y la nave ALPHA. Hace poco se ha descubierto el casco de uno de los tripulantes del Satélite XL – Capital Gregor Anastasio Cou. Ampliaremos los hechos

Final Alternativo