He intentado dejar pasar las horas y no llámate concluyendo que tu eres libre y no me perteneces, no quisiera caer en la tentación y agonía de querer depender de ese aire que respiras a veces me gustaría respirarlo contigo pero sé que no es posible.
También se me hace algo eterno esperar por esas pequeñas apariciones repentinas tuyas en pequeños textos que llegan a mi teléfono, dependiendo de esas pequeñas reuniones en grupo donde casi siempre sueles estar y terminamos en ese círculo vicioso donde yo estoy contigo y tu terminas con migo suele ser complicado o espontaneo caer en ese juego que ambos nos gusta pero sé que por más que suelo escapar o buscar formas de estar con alguien más mi mirada siempre acaba posado sobre la tuya.
Eres mi más grande frustración, mi más grande tentación, me gustaría dejar de ser solo un juego para ti me he preguntado tantas veces a cuantas mujeres le has dicho cosas que me has dicho pero a veces no quiero preguntármelo prefiero hacerme la inocente y seguir ignorando ese gran detalle.
El detalle está en que si buscas en alguien más lo que tienes tras la puerta de tu casa significa que no te satisface quien duerme a tu lado, pero tampoco quiero estar allí metida en medio ni pedirte nada que sé que no serias capaz de cumplir, nunca te he preguntado si me quieres porque tengo miedo a saber la respuesta ya que sé que yo si te quiero y es tan injusto con migo misma aceptarlo sabiendo que estoy de tercera o quizá de cuarta no quiero ni contar para no salir más decepcionada de lo que estoy, más sin embargo tiemblo cada vez que pienso que me encanta estar contigo que quisiera despertar en varias ocasiones así abrazada a ti sin tener que ver cómo te despides para volver a tu casa.