Estoy montada en un tren que no se hacia dónde se dirige todo está en contra de que nos encontremos, pero eso no mata el deseo ni las ganas. Esta vez no fui yo la de la primera llamada, tú me buscaste sin razón diciendo que no aguantabas la tentación de tenerme cerca.
Que no permitirías que te olvidara ni superara, como es posible que yo siga quedando enredada en ti tan atada a estas ganas lo último que supe de ti ayer fue que me robaste un beso antes de marcharte.
Estoy en este carril que no tiene futuro sin saber hasta dónde llega ni hacia dónde va, quisiera bajarme de él tren pero cada vez que lo intento me das más razones para quedarme, esto que siento por ti cada vez me deja más ciega, más sorda, cada ves que trato de alejarme te acercas, cuando trato de olvidarte me buscas, si trato de no pensarte tu recuerdo llega solo como la marea sube con la luna, tus recuerdos llegan a mi más nítidos, más presentes como si volviera a vivirlos.
Creo que estoy condenada por alguna razón a no olvidarte.
Anoche después de despedirme solo rosando tus labios, no deje de pensarte toda la noche. Mi mente fue llenada por cada noche que estuve con trigo cada vez que me apretabas contra ti solo para besarme, creo que tú forma de ser dominante y que yo no quiera ser dominada me está volviendo loca.
Será que ninguno de los dos tenemos en control en esto, solo nos dejamos llevar por todo este carril.
Te deseo y tú a mí también me deseas me lo has dicho y demostrado tantas veces.