Hogar, dulce hogar
—Alanna despierta —los gritos de Celi retumbaron en mis oídos. Esos gritos eran verdad o era un sueño dentro de ese sueño espeluznante, escuchaba la vos de mi querida hermana.
Abrí mis ojos despacio y vi ahí en frente de mi a Celi mi querida hermana, frunciendo el ceño de desesperación, la abracé con toda mi fuerza nos sabe la alegría que me dio de verla, mis lágrimas cayeron por las mejillas.
—Ese abrazo repentino, que te pasa Alanna, te sientes bien —me miró confundida envió su mano a mi frente, pensaba que estaba delirando. Miré en mi celular la fecha y era 28 de abril, fué un sueño largo, un profundo sueño, hasta que Celi me preguntó algo que me dejaría pensando sin encontrar una respuesta.
— ¿Por qué dormiste con esa ropa? —bajé mi mirada, estaba utilizando la ropa que me dieron en el palacio. Ese sueño era real no era cualquier sueño —siempre te digo que no duermas con la ropa —dijo mientras bajaba las gradas. Fué bueno que no me hiciera más preguntas, que le iba a decir, estaba en Groandelia otra dimensión en donde casi matan a su príncipe. Van a decirme loca.
Mientras me sacaba la ropa que traía puesta vi la caja musical que me dio Sofía en el piso, la recogía lo más pronto y revisé si funcionaba ¡se rompió¡ Sofí me va a matar, la cerré y dejé en el velador, tengo que llevarla arreglar. Me preparé para el instituto.
—Alanna se hace tarde, Damián y Sofí ya están aquí —gritaba Celi desde la planta baja. Mis amigos ya habían llegado, tomé mi maleta y bajé vi a Damián sentado en el mesón del comedor junto a él Sofía, corrí y los abracé a los dos estirando mis brazo no saben lo feliz que me sentía volver a verlos.
—Ya sé que me extrañaste —murmuró Damián devolviendo un abrazo.
— ¿Estas bien? Ali cariño —dijo Sofí poniendo un rostro de preocupación.
—Así amaneció, su cumpleaños le afectó —murmuró Celi tomando un sorbo de café.
—Hogar, dulce hogar —me miraron confundidos.
Llegamos al instituto sentía que estaba fuera por mucho tiempo, que extrañaba a todos, extrañaba mi mundo. En la trayectoria Sofí me había preguntado que me pasaba, si le tenía que contar algo, le conté con la esperanza que me creyera, según ella dijo que si pero su rostro me decía otra cosa, sé que es una locura, será mi locura.
No es ningún sueño, ésto es real.
La voz del príncipe rondeo mi pensamiento, recordé sus ojos verdes, esperó se recupere y se encuentre bien. Fue bueno conmigo y Mary los voy a recordar me ayudaron en esa dimensión extraña.
—Alanna aterriza —susurró Damián pasando su mano en frente de mi rostro.
—Estaba pensando —volviendo a mí ser.
—La tarea de la maestra poeta. —me miró, saqué la tarea y la entregué —.Ya no pienses en esa dimensión —reprimió a lado de mi oído mientras seguía recogiendo los poemas.
Mientras le contaba a Sofí también Damián escuchó. Las horas pasaron estábamos en la cafetería Junto a Sofía, solo las dos, Damián aun no venía de su práctica de atletismo, entrenaban para las nacionales que faltaba poco. Tomaba un sorbo de mi jugo de naranja, venían recuerdo de Groandelia, la cena que tuve con el príncipe en esa inmensa mesa, cumplí mi sueño de volar, una ciudad extraordinaria.
—Hoy es noche de películas —susurró Sofí. Era viernes, teníamos la costumbre de hacer maratón de películas, en la casa de los tres esta vez tocaba en la mía, Celi igual nos acompañaba, pero últimamente llegaba muy tarde y me preocupaba, está trabajando mucho tiempo.
—Tengo que comprar Snakes —murmuré.
—Ya llegó, por quien sufrían —las palabras de Damián sonando muy arrogante —.Te envía esto Santi —estiró su mano para darme un jugo de naranja.
—Ooh Santi te quiere conquistar —Sofi me empujó con su codo.
—Damián cuéntanos ¿Qué tal la cita? —cambiando de conversación. Me sentía incómoda a mí no me atraía Santi puede ser el chico más sexy pero había algo que me daba miedo. Además él podía tener a los pies a cualquier chica, escuché que el tenía sexo, sus hormonas dominaban su cuerpo, no lo culpo pero no quería estar involucrada con sus hormonas.
—Salí con Jade una amiga de Santiago, aproveché la oportunidad —Suspiró profundo, Jade la capitana del grupo de porristas la chica popular encajan perfectamente los dos.
—Espero no sea solo sexo —reprimió siendo directa Sofi. Aprobé con la mirada a mi mejor amiga, Damián no era el tipo de chico que aprovechaba de las chicas. No puedo meterme en la vida de las personas e impedir. Los errores dependen de nuestras acciones y tenemos que aprender de eso.
Un día más, se terminaron las clases.
Mientras subíamos al auto de Damián, su celular sonó y ya sabíamos quién, era Santiago, viernes para el no faltaban las fiestas de fin de semana, nos acaba de invitar.
—Vamos a tener que cancelar las películas —dijo Sofi entusiasmada por la fiesta.