Capítulo 30

Corro mientras grito alertando a todos,  al llegar a ellos les cuento todo lo que nos dijo Shīhán. A medida que voy hablando pude notar como todos quedaron petrificados con lo que les contaba, luego que pasa la estupefacción todos comienzan a movilizarse como si hubieran estado preparados para este momento.

La señora Mila sale deprisa por el pasillo supongo que a avisarle a la abuela, el señor Thomás junto con Leo se van hacia arriba y yo me dispongo a ir por la abuela ya que hace rato que no la veo; sin embargo mis pasos se ven frenados por la voz del señor Thomás que me dice que lo siga, sin chistar lo sigo en silencio hasta la segunda planta donde se detiene en un cuadro colgado en la pared, este lo reconozco de inmediato pues es el favorito de la abuela, ya que fue pintado por el abuelo Max para ella, es una replica de  la noche estrellada de Vicent Van Gogh. El señor Thomás con su dedo toca una de las estrellas y al presionarla observó impresionada como al otro lado del pasillo parte de la pared se divide en dos mostrando una puerta acorazada de metal, volteo a ver a Leo y noto que está tan impresionado como yo; al parecer esta casa tiene más secretos de los que puedo imaginar.

El señor Thomás se acerca a la puerta, pone una clave y después gira la rueda como si fuera una caja fuerte, cuando esta se abre todo está oscuro por lo que el padre de Leo enciende una luz, revelando unas escaleras.Al bajarlas me encuentro con una especie de bunker equipado para cualquier eventualidad, hay ropa, comida enlatada, juegos y lo que más me llama la atención es al fondo una mesa con 4 monitores que muestran el bosque.

_Este búnker lo construyó tu abuelo como un  plan de contingencia ante cualquier eventualidad, él y tu abuela lo equiparon y como ven hasta ahora no se había utilizado _ dice el señor Thomás mientras vigila las cámaras.

_ ¿Desde cuándo hay cámaras y cómo no las notamos antes? _ le pregunto.

_ Las puse hace unos años por la amenaza de cazadores, se encuentran entre las copas de los árboles, para  tener el perímetro asegurado necesitábamos ocultarlas del ojo humano _ dice el padre de Leo con orgullo.

_ Por eso fue que nos encontraste cuando atacaron a Madison_ pregunta Leo a lo que su padre le responde con una afirmación.

_ Entonces las primeras semanas que estuve aquí y ustedes se desaparecían por horas era para…

_ Enfrentar a los cazadores y despistarlos_ completa por mí.

Leo y yo seguimos mirando absortos los monitores, algunas partes las reconozco otras no. Mientras seguimos observando como va saliendo el sol, el señor Thomás se pone de pie y se acerca a una pila de armeros de metal, de ellos saca armas y una especie de palo metálico mediano, él al ver la duda y la sorpresa en nuestros rostros decide aclarar.

_ Esas no son armas con balas, tienen dardos tranquilizantes y esto _ dice señalando el tubito de metal _ Es un arma de electrochoque, ninguno es nocivo, no tienen de qué preocuparse.

El nos entrega una de cada una y nos explica cómo se utilizan para después explicarnos el plan. Nos explica que la casa está protegida con magia por lo que es el lugar más seguro, cada uno tendrá un punto ciego de la parte de afuera de la  casa, donde no sea visto pero pueda ver todo desde ahí,  también nos dice que hay un 95% de probabilidad de que los cazadores vengan por el este por lo que él se quedará entre la parte frontal y el lateral derecho, Leo estará vigilando el lateral izquierdo y yo la parte trasera de la casa.

Después de unos minutos Vic llega con nosotros al búnker, el señor Thomás le explica el plan y le dice que separe a las hadas en dos grupos, uno nos cuidará la retaguardia y nos ayudará a atacar de frente mientras que el otro grupo formará un anillo con todos dentro, para cuando llegue el momento de dar el golpe final,  mientras tanto Vic tratará de llegar a Zixuān Chen, al finalizar la explicación el señor Thomás le recordó a Vic que nuestro objetivo es detenerlos no matarlos a lo que ella acepta a regañadientes.

_ Tenemos una ventaja significativa ya que no saben que los estamos esperando por lo que tenemos que aprovecharlo para acabar con esto lo más rápido posible y con pérdidas mínimas; chicos, cuidense.

Leo y yo asentimos para después irnos a nuestras posiciones. Aproximadamente después de una hora noto que el ambiente se ha vuelto muy silencioso por lo que me pongo alerta, luego de unos minutos observando a todos lado, escucho pasos que se acercan apresurados y al señor Thomás que avisa por los walkie talkie que ya están aquí. 

Al ver que se acercan 5 cazadores trato de posicionarme detrás de dos sin ser vista y les disparó dardos tranquilizantes, después sigo escabulléndose hasta llegar a los tres y consigo dispararle a uno; sin embargo, los otros 2 notan mi presencia e intentan dispararme, pero soy más rápida que ellos y logro desarmarlos, aprovechando su desconcierto pateo a uno en el estómago mientras que el otro logra quitarme el arma pero lo desestabilizo con un golpe en la quijada, el que esta en le suelo se recupera rápido y me patea las piernas haciéndome caer, ambos comienza a patearme en el suelo hasta que consigo sacar de mi pierna el arma de electrochoque y electrocutar a uno, al otro lo pateo en el pie y logro pararme, él también se pone de pie y me tira un gancho que logro esquivar, trato de devolverlo, sin embargo él lo logra esquivar, sigue tirando ganchos y patadas mientras que yo las esquivo apenas, después de unos minutos ubico su punto débil y lo ataco ahí hasta hacerlo caer.

Jadeo cansada, pero continuó golpeando, disparando y electrocutando a todo el que se encuentre en el camino.

Estos cazadores son como cucarachas cae uno y aparecen 5. El cobarde de Zixuān aún no ha dado la cara, lo más probable es que esté esperando tener ventaja para dar la estocada final. Trato de ubicar a los chicos pero solo puedo ver a al señor Thomás peleando con dos cazadores, sin embargo no encuentro a Leo por esto comienzo a buscarlo con la mirada mientras sigo esquivando golpes y devolviendolos, hasta que me descuido y un cazador logra sujetarme los brazos por la espalda, mientras que otro me golpea en el abdomen haciéndome perder todo el aire, a duras penas logro darle una patada al que tengo enfrente y una al de atrás; sin embargo, este no me suelta, el otro se levanta rápido y me pega en la cara una y dos veces, a la tercera ya estoy aturdida pero no me rindo y trato de esquivar el cuarto golpe haciendo que golpee a su compañero y yo le golpeo otra vez la cabeza con la mía, logrando que me suelte por fin, pero su compañero no me da tregua y me vuelve a golpear haciendo caer al suelo con la vista borrosa, las fuerzas no me dan para más y todos están enfocados en su pelea por lo que espero el golpe final, pero este nunca llega, trato de enfocar la vista y veo como alguien se acerca a mi.