Guardianes de lo secreto

29- Kendlan

Salgo del baño y me visto rápidamente.

Entro a la habitación donde está Drake y el sigue durmiendo.

Lo veo por unos instantes y decido que mejor lo dejo dormir. Justo cuando voy a salir, Drake, se despierta.

—Hola —le digo —No quería despertarte

—No, está bien, ¿pasa algo?

—Esto… iremos a Kendlan

—¿Saben dónde queda? —pregunta sentándose

—Mi madre sabe

—Iré

—No, no puedes, estás herido

—Estoy bien, quiero saber

—¿Has hablado con tu madre?

—No, aunque debería hacerlo

—Pienso igual, bueno, creo que aquí debe haber ropa de Hunter que puedas usar.

—Está bien

Salgo de la habitación y me encuentro con Jessie.

—¿Cómo está, Drake? —me pregunta

—Quiere ir a Kendlan

—No lo culpo tampoco, vivir tanto tiempo con alguien sin saber quién es realmente.

—Sí, le buscaré ropa limpia, la otra está llena de sangre

Entro a la que era la habitación de Hunter cuando vivía con nosotros y encuentro ropa para darle a Drake.

Se la llevo y le muestro donde queda el baño.

—Te esperaré en la sala —le digo

—De acuerdo

Bajo y casi todos están listos, me siento al lado de Zero.

—¿Estás lista? —me pregunta

—Totalmente, quiero saber todo

Vemos la puerta abrirse y entra Hunter.

—Hola —nos saluda

—¿Qué haces aquí? —le pregunta Jessie

—Mamá me dijo, así que iré

—¿Dónde están Jane y Mack? —le pregunto

—Los dejé donde la mamá de Jane

Al rato baja mi mamá acompañada de Drake.

—Así que tú eres el hijo misterioso de Helena —le dice mi madre sonriendo

—Sí

—Y tenías que enamorarte de mi hija, ¿no?

—Creo que tanto usted como yo sabemos que somos capaces de hacer muchas cosas con el poder de la llama, bueno ustedes pueden, pero lo único que jamás se podrá hacer será mandar en el corazón —dice Drake mirándome.

—Tienes toda la razón

Me acerco a Drake y le tomo la mano.

—Bueno, vámonos —dice mi madre —Iremos en mi carro y en el de Hunter.

—Está bien —digo

—Solo deben seguir mi carro

Salimos todos y nos acomodamos en ambos carros. Yo voy con Hunter, Zero, Drake y Zeth, mientras que con mi madre están Jessie, Tess y Kendall.

Estamos siguiendo el carro de mi madre y llega un momento donde vemos cómo el carro literalmente desaparece, Hunter sigue manejando y cuando pasamos la intersección de calle volvemos a ver el carro de mi madre.

Empiezo a ver que todo alrededor es diferente y bajo la ventana para sentir un clima cálido justo como dice en el libro.

Kendlan es un lugar hermoso, hay aves cantando por todos lados y la gente se ve feliz.

El carro de mi madre se detiene y nosotros también lo hacemos.

Al bajar del carro sigo observando todo el lugar y entonces veo en una parte del pueblo, animales solitarios y otros intentando pasar lo que parece ser un campo de fuerza. Esos animales no lucen muy amistosos que digamos.

—La mitad prohibida —susurro

—¿La qué? —me pregunta Zero

—La mitad prohibida, en ese lado del pueblo habitan animales que nunca nadie ha podido domar, por lo tanto, Mahina “La Bruja”, puso un campo de fuerza para que no pudieran pasar a este lado del pueblo ya que pueden matar a todo el mundo.

—Ok… eso fue interesante

—Vamos —nos llama mi madre

Seguimos a mi madre por todo el camino hasta llegar a una casa dorada. En la entrada de casa reconozco a Lucinda y viéndola bien me doy cuenta entonces de quién es.



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En el texto hay: secretos familiares, amor, poderes magia

Editado: 24.02.2019

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