P.O.V Nathan
Teníamos rato esperando a las chicas, pero ellas parecían venir en tortuga, tardaban demasiado en venir, me recargo en la pared, la voz en mi cabeza no paraba de hablar, cada vez me pedía más fuerte que lo dejara salir, la prisión que había hecho no duraría mucho tiempo más, pues una parte de esta, quien sabe cómo se fragmentó con Marcos.
—¿Tienen hermanas? — Nos pregunta Malek, haciéndonos platica, veo a Silas quien estaba también a la defensiva de los demás.
—Si, 2 hermanas mayores — Con él no me sentía tan excluido, casi no lograba adaptarme a excepción de con los demás, parecíamos agua y aceite, ni siquiera nos llevábamos bien.
—Una hermana mayor — Me sonríe, mientras veo a Marcos entre la multitud mirándome, su piel estaba color gris, miro a Silas, al vernos entre nosotros y mirar de nuevo a la multitud el desaparece.
¿Acaso me estaba volviendo loco?
Lo veo otra vez, Silas me da un golpe para que vaya con él, así que salgo a buscarlo, había muchas personas, así que se me dificultaba un poco buscar, puestos de comida, de juegos, todo estaba demasiado colorido, las luces me hacían cada vez la música disminuía, me estaba alejando del bullicio, delante de mí estaba Marcos, olía horrible, era la primera vez que miraba un cadáver.
—Nathan Wayne… — Ya ni podía gesticular bien, y la voz de mi cabeza se sincronizaban.
Algo era muy extraño de esto, pero de pronto veo con algo sale de él, Marcos había vuelto a la normalidad, se arrodilla ante mí, mientras jadea, lloraba estaba mal, su piel había tornado el color rosa, estaba vivo.
—¿Cómo es posible?... — Digo en un susurro mientras lo pongo de pie.
—Yo… No lo sé… Tienes que ayudarme por favor — Habla llorando, jamás lo había visto de esta manera, tan suplicante, estaba desecho —. Tengo que llegar a casa a salvo… mamá… tengo que cuidar a mi madre… tengo que proteger a mamá… de papá…
Estaba mal…
—Prometo tratarte bien… no lastimarte más… pero sácame de esto… lo siento — Suplica ante mí, pone su cara entre mis hombros, dejándome ver lo que era su vida todos los días, él era el típico chico que creció sin un padre, su vida era dura, pero no era justificación para sus acciones, pero él tenía un motivo para seguir adelante —. Dime que me ayudaras…
Su voz en hilo era como si él se estuviera quedando sin pila, era exactamente eso, un juguete sin pila.
Asiento con la cabeza, y él se deja caer inerte, lo sacudo, pero no hay respuesta, comienzo a hacer compresiones en su pecho, había prometido salvarlo, no podía dejarlo, me detengo a centímetros de sus labios para evitar hacer la respiración de boca a boca.
—¿Quieres que vuelva? — Ya no sabía dónde estaba pues estaba acorralado, no podría definir lo que siento.
—Si… — Me toma del cuello, no podía decir con exactitud que era el, pues solo era una sombra, era una sombra material, mientras la voz en mi cabeza me decía que lo hiciera que debía de hacerlo, mis manos temblaban.
—Quiero tu cuerpo prestado por un momento, después de esto juro devolverlo — Se lleva una mano al corazón, algo no me hacía confiar en él, pero no tenía de que era, decido ignorar hacerle caso a la voz de mi cabeza, extiendo la mano ante la sombra.
—Me lo devolverás y dejaras ir a Marcos hoy — Estiro la mano para estrechársela él sonríe con satisfacción, mi mano comienza a arder y a doler, pero es soportable, hasta el punto en donde me retuerzo en su mano, estaba roja, para después entrar en mí.
Era como si Venom entrara en mí, comienzo a llorar, pero ahora no podía moverme estaba en la absoluta nada de mi conciencia, donde solo navegare en mis recuerdos.
P. O. V Adeline
Estábamos esperando a Nathan, que veo que llega a los lejos, los chicos me habían dado un pequeño resumen de lo que había pasado, algo estaba raro con él, en su manera de actuar, de caminar, comencé a restarle importancia a lo que estaba pasando, si no lo conociera podría jurar que él no es Nathan, pero al ver su sonrisa, me doy cuenta de que solo estoy paranoica.
—¿De aquí a donde que hace hambre? — Pregunta James, recorremos entre todos, había sido bastante a meno, y divertido, todos parecían coordinados a vestirse y disfrazarse, no se empeñaban tanto en Halloween si no, en día de muertos.
Malek me toma de la mano, para llevarme un poco más atrás.
—Noto algo en Nathan… — Me susurra al oído.
—¿Qué? — Él también lo había notado.
—Que mira mucho a mi novia — Espera ¿Qué? Veo a Nathan, quien me quita la mirada, volteo otra vez con Malek ¿Desde cuándo somos novios? —. Si fuera otro chico estaría celoso, pero tengo que reconocer que esta bellísima.
Estaba apenada y la vez me sentía bella, él estaba guapísimo, como siempre, ahora no había cubierto su cicatriz, le añadía cierto atractivo en su persona, le tomo de la mano para no perderme, nos paramos un poco para comer algo.
—¿Qué vamos a hacer? — Pregunta Diane mientras esperamos una mesa.
—Primero vamos a comer tacos — Dice Silas, a Diane que estaba un poco molesta pues a ella no le gustaba —. Recuerda, el aguacate te hará daño si la comes enojada o preocupada.
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Editado: 05.04.2023