Estábamos de vuelta en el mundo real, me encontraba de espaldas. Mi cuerpo se sentía cansado, y al mismo tiempo adolorido, el grito de Diane trae de vuelta mis sentidos, su pierna estaba rasgada y con sangre, me quito el suéter para detener la herida, ella estaba llorando mientras las preguntas de los chicos nos invaden.
—¿A dónde fueron? — Pregunta Amira, preocupada antes de perder la razón al ver a Noah.
—Owen, gasas, alcohol — Grita James, necesitábamos todo lo necesario para limpiar esa herida. Adeline se aleja consternada.
—¿QUÉ DEMONIOS TE PASO? — Pierdo el control mientras alzo la voz, ella estaba temblando.
Noah había perdido demasiada sangre, estaba pálido mientras tanto Diane, mi mejor amiga salió con la pierna totalmente herida, nadie sabía que hacer, corríamos como hormigas de un lado al otro, en pánico, Adeline corre a su bolso desesperada comienza a sacar papeles, hojas para tirar en el piso, para ver como caen los cuarzos. Esos mismos que ella había dado todo por hacer.
—Ya hiciste mucho Adeline… Mantente apartada — Al verla estaba en lágrimas, su ropa y su yeso estaban manchados de sangre, era de su propia sangre o una mezcla con Noah, pero hacía difícil verla.
—¿Qué estás diciendo? — Me repite empujándome a pesar de tener una mano era realmente fuerte —. ¿Crees que yo quise apuñalar a mi mejor amigo? Apenas he dormido 8 horas en esta semana, estamos en miércoles. Haz tus malditas cuentas. Yo estoy harta de todo esto, pero lo hago por ti.
Quería hablar, pero ella solo me aleja. Había una tensión en el ambiente, que podías cortar el ambiente con tijeras, esta se acerca a él, poniendo el cuarzo en su pecho, un resplandor se ilumina, Adeline lucía como un ser fuera de este mundo. Ahora recordaba cuando dijo que ya no pertenecía a este mundo.
—Bataah yunqidh nuhan ، 'aetini alquat li'afeal alkhayri — Pensaba que ella no tenía poderes, pero su poder, estaba en las palabras. El cuarzo se fragmenta mientras ella cae de rodillas la luz se extingue, ella estaba agitada, lanza un grito que resuena en toda la habitación haciendo que mi piel se ponga de gallina.
Volteo para ver a Diane quien tenía la pierna vendada, gimotea. El ambiente se calma dejando a todos en silencio.
—Diane… ¿Y el collar? — Pregunta Silas, ella mete su mano al bolsillo, mostrando la ausencia de este. Ella comienza a llorar de nuevo, mientras golpeo la mesa. Me sentía decepcionado de mí mismo. Nada había estado saliendo bien y el primer error lo había cometido yo. Miro a Adeline, quien acaricia a Noah.
—Tranquila, él ya está bien… — Dice Anthony poniéndose a su lado, dándole consuelo. Albert pone su mano en mí costado haciendo que sienta dolor, no me había dado cuenta de que tenía todo el costado con pequeños golpes —. Malek llévate a Adeline, necesita estar calmada.
Trato de disculparme, pero era estúpido ella estaba demasiado molesta, pero al dar unos pasos este se cae. Malek la toma en sus brazos para sacarla fuera del sótano, me acerco hacía Noah, reviso su herida, que literalmente estaba curada, me sentía impotente al no haber podido hacer nada por ayudarlo. Nada por nadie.
—Nathan… — Trato de borrar las lágrimas y mantenerme sereno —. ¿Estas bien?
—Desde hace mucho el estar bien dejo de estar bien… — Le contesto a Amira, quien me pide que me siente. Todo el maldito cuarto olía a sangre —. ¿Alguien sabe que quiso decir con que ella no pertenece a esta realidad?
—¿Qué dijiste? — Me dice Samuel, había olvidado su presencia.
—Cuando estábamos abajo ella dijo que no pertenecía a este mundo, pero cuando lo dijo sonó como si no le importará nada más… — Su cara era de una persona redimida a su destino. Miro a Diane mientras agacha la mirada.
—Ni siquiera yo lo sé… Solo sé que yo soy su remplazo… — ¿A qué se refería con su remplazo? Diane era tan única, ella escapa unas lágrimas. La cara de todos se ennegrece, es algo que no entendía.
—Esa estúpida siempre olvida que no está sola… — Dice James tomando a Owen del cuello, para ir a comprar cosas.
Diane me pide que la cargue cerca de Noah, ella quería estar a su lado, su cara se miraba diferente a la que tenía con Marcos, sus mejillas estaban rosadas, toma con mucho cuidado su meñique, ahora entendía que jamás le gusto Marcos, desde que ellos estuvieron juntos el dejo de molestarme tanto, tal vez era egoísta al pensar que ella lo estaba haciendo por mí. Pero ella misma se delataba.
—¿Te gusta Noah? — Le pregunto sin darme cuenta se me había escapado.
—En este momento… No puedo pensar en el sentido de “Gustar”
Siento una puñalada en el corazón, no me gustaba Diane, el pensar en salir con ella jamás fue una opción, el hecho de que por fin saliera con el hombre correcto me hacía sentir triste.
Estaba cansado, me siento en el piso pues no quería estorbar a nadie. Solo recargo mi cabeza en el viejo sillón, en el respaldo, solo quería descansar, pero era imposible cuando tenía un nudo en la garganta, había pasado cerca de 3 meses, había perdido la cuenta, y en esto ¿Que habíamos logrado?
Teníamos unas plumas quemadas, el collar estaba en el inframundo y nos falta una estúpida vasija que no sabemos su paradero, las lágrimas que había atoradas comienzan a fluir con los ojos cerrados, comenzaba a sollozar. Esto me sobrepasaba. Siento la mano de Albert, quien se pone a mi lado, él había sostenido mi mano cuando más lo necesitaba y seguía haciéndolo.
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Editado: 05.04.2023