Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 36

Diane me sienta hasta que el efecto de aturdimiento se pase, Adeline pasaba por alto la pelea entre Dylan y Malek, o se negaba a verla, no estaba seguro, cuando me siento bien tomo la mochila, ya que era mi turno, estábamos un poco nervioso, pero decido pasar adentro, miro un poco más el exterior antes de sumergirme por completo.

—¿La puerta no debería cerrarse? — pregunta James, retrocedo tratando de cerrarla, pero es imposible.

—Creo que esa puerta se cerrara cuando avancemos — Dice Dylan caminando, Diane juega con sus manos libres manteniendo la llama.

—Cuando salgamos de aquí podemos hacer una carnita asada en las manos de Diane, así exquisita — Dice James riendo.

—En las mías iban a calentar agua para sus Maruchans… — Dice Adeline riendo con Diane.

—Con su pimienta recién molida — Dice Silas imitando a un YouTuber, aligeraba la tensión en el ambiente.

—Si sobrevivo, yo pongo la casa — Dice Adeline llegamos a la primera puerta, mis manos estaban sudorosas, había pasado por 2 incendios, casi me mataban, perdí la vista por un corto tiempo, me alejé de mi familia, más vale que esto saliera bien, ya que había sacrificado tanto, todo estaba aquí, escucho un siseo a mi alrededor, las paredes color café rojizo me impiden ver con claridad.

—¿Estás bien? — Dice Diane, tomándome del brazo.

—No… escucho algo… ¡En guardia! — Gritó, todos nos ponemos en círculo, no habíamos entrenado lo suficiente, pero si lo esencial, algunos lugares quedaron vacíos sin la presencia de los demás, nos juntamos para llenar vacíos, y estar alerta al miedo que nos recorre, una mujer nos hace presencia.

Cabello castaño lacio hasta la cadera, parecía que murió ahogada pues aunque fuera morena su piel lucía un aspecto pálido azulado, solo nos mira de su boca ni un sonido, solo me indica con su mano la presencia del siseo más fuerte a mis espaldas, tomo la daga y la encajó su fuerte coraza, solo me hace retroceder, por qué no podían verla.

—¿Qué demonios te pasa? — Me dice James.

—Suéltalo, está es la prueba de el — Dice Adeline, empujándome de nuevo al juego de paso por qué no jugaban ping pong conmigo.

—¿Qué es lo que miras? — Me dice Noah, quitándole un libro a Dylan.

—Es como… — Trato de hablar, pero las palabras no fluyen —. ¡Basilisco!

Grito sintiendo la mordida que casi me daba haciendo que caiga, por qué solo me lastimaba a mí.

—Adeline ¿Qué es un basilisco? — dice Malek, pero está no responde, parece desconectada de la realidad.

—En Harry Potter ¡Era una serpiente! — Dice Diane, buscando —. ¡Maquizcoatl!

Enserio no estaban ayudando, sentía la baba caer, pero esta no me podía atacar con fuerza, la chica solo me mira mientras llora, que estaba pasando por que lloraba… ella era la elegida anterior… al pensar esto y mirarla ella asiente con la cabeza es como si leyera mis pensamientos…

“Te negaste a ser la elegida…” Digo en mi mente y ella sonríe entre sollozos “Ayúdame y te ayudare”

 Me sentía culpable, por alguna extraña razón, reacciono rápido para darle con la daga en el ojo.

—¡La miro! — Grita Silas, haciendo llover dentro de la cueva, veo pequeñas chispas en su manos, ¡oh no! Este ya hará de Percy Jackson, Adeline lo termina empujando.

—Eso no funcionara — Dice ayudándolo a levantar.

—Solo hará que compliques las cosas — Complementa Noah.

—Entonces ¿Cuál es tu plan? — Se estaban alterando.

—¡La niña del aro! — Grita James, la chica va tomando una forma más “humana” era mi forma de decir que su piel estaba volviendo a color que debía ser.

—¡La respuesta son sus ojo! — Grito ya que era obvio, después de atacar uno de sus ojos podían verlo, la serpiente se mueve por toda la habitación, levantando polvo dificultando la vista, Adeline toma su arco para atacar, la luz amarilla nos rodea como ella sigue la pista, lanza su flecha dando en la coraza, provocando un rebote, la turbulencia nos salvó de ser heridos, me recuerda que es como darle al blanco, mi padre me llevo a un bar de estos cuando tenía 15 tomo la daga del pantalón de Diane, espero la turbulencia y doy al centro, haciendo que retumbe aún más fuerte, la chica se encuentra completa, su piel había tenido un color natural y sonriente, me daba lastima verla así.

“Gracias…” me da un beso en el cachete, sus labios estaban helados.

“Espera… ¿Cómo moriste? …” Le digo, siendo la segunda persona más imprudente del mundo, ya que Daarick era y siempre será la primera persona.

“Ha pasado tanto tiempo… creo que lo he olvidado” Me sonríe para macharse por la gran puerta que ilumina su pasar, el olor a jazmín se deja en el ambiente, por alguna razón me siento triste.

—¿Qué pasara con ella? — Pregunto mirando a Adeline.

—Ascenderá al paraíso — Contesta Noah.

—Ella estará bien… — Dice Adeline —. Lo hiciste muy bien

Se miraba aturdida, no me imaginaba los recuerdos que les trajo esta escena, pasamos a la siguiente prueba, las paredes eran color ocre, demasiada iluminación por el fuego que los mantenía funcionando, me quito la chamarra por el calor que estaba haciendo.




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