Guardianes [secuela de «mi ladrona»]

Capítulo 28: La historia tras una amistad (Parte 2)

Hace unos años…

—Te estás volviendo lento, vampirito —La voz de una pelinegra con vestimenta de cazadora, pero que en realidad es arquera, se burla de uno de sus amigos, un vampiro de pelo rubio claro.

—No me subestimes, humana —Gruñe el vampiro esquivando con facilidad las flechas que lanza la pelinegra.

La noche casi cae por completo, solo quedan unos últimos rayos de sol. Olivia, la humana pelinegra, y Aidan, el rubio vampiro, se están batiendo a un duelo, bueno… no es un duelo en sí, es más un entrenamiento, ellos suelen hacer eso, luchan entre ellos para fortalecer sus debilidades.

Los otros cuatro amigos miran como ambos pelean sin hacerse mucho daño realmente, solo observan y analizan a sus compañeros pues después les tocará a ellos pelear.

—Olivia se está volviendo más rápida lanzando las flechas —La voz susurrante del brujo Daniel hace presencia, los otros tres asienten en confirmación de lo que ha dicho.

—A penas puedo ver a Aidan moverse, es demasiado, incluso para mi —Confiesa la única licántropa, Kayla.

—La verdad es que no sé cómo Olivia puede hacer que sus flechas pasen tan cerca de Aidan —Un poco sorprendida, Nadia, la gemela de Aidan, habla al grupo.

—Ella práctica desde niña, tiene lógica que sea tan buena —El semi–pelirrojo que se había mantenido callado, comenta sin dejar de mirar al vampiro esquivar las flechas de Olivia.

Las cosas pasaron muy rápido, Olivia comenzó a correr y lanzó una flecha, Aidan las esquivaba con gracia mientras se acercaba más ella, todo paso en micras de segundos, el grito de Olivia alertó a todos, haciendo que se acerquen hasta donde estaban los otros dos.

—¡Liv! ¿Qué pasó? —Preguntaron varios al mismo tiempo, la pelinegra estaba en el suelo con una mueca de dolor, su cabeza le daba vueltas y sujetaba su pie izquierdo retorciéndose en el suelo.

—¡Aidan! ¿Qué pasó? —Marcos le pregunta a su amigo vampiro, quién está también en el suelo a unos dos metros de distancia.

—Creo que Olivia y yo chocamos —responde un poco adolorido, levantándose y cojeando un poco.

—Yo creo que me partiste el pie —Se queja la humana sentándose en el piso y tocándose su talón.

—Fue un accidente —Se excusa Aidan.

—Daniel ¿Crees que puedas…

Nadia deja la pregunta en el aire, pero todos saben a qué se refería, le preguntaba si podría curar a Olivia, el brujo se acerca a la humana y se acuclilla al lado de ella; los demás le observan impacientes, el vampiro estaba arrepentido y se sentía un poco culpable pues no estaba en sus planes hacerle daño a su amiga.

—Tu pie no está roto, solo fue un esguince —dijo luego de revisar el pie de Olivia.

—¿No me voy a quedar invalida? —Pregunta de manera dramática mirando a Daniel con ojos esperanzados.

—¡Claro que no! —Negó con un pequeña risita— Solo guarda reposo por unos días, cuando mucho dos semanas y deberías estar bien —Asegura levantándose.

—Que bien —Exclama Nadia y Marcos la secunda.

—Al menos no fue tan grave —dice Kayla arrodillándose junto a su amiga— ¿Crees que puedas levantarte? —Con suavidad hace su pregunta y Olivia asiente.

—Intenta no apoyar el pie —Advierte Daniel.

—Recuéstate de mi —Ofrece la licántropa ayudando a su amiga a pararse.

Con dificultad y un poco de ayuda, Olivia se levanta sin apoyar su pie izquierdo, este quedó suspendido en el aire.

—Creo que debería ir a casa —dice Olivia haciendo una mueca por el dolor.

—¿Te llevo? —Todos se giran para ver a Aidan quien hizo la pregunta— ¿Qué? —Vuelve a preguntar al ver el rostro confundido de todos.

—¿Por qué quieres ayudarme? —Con fingida desconfianza Olivia hace la pregunta.

—Por nada en especial, si no quieres pues… ¡No y ya! —Grito enfurruñado.

—Calma, calma —Menciona Liv riendo un poco—, es solo que nos sorprende.

—Sí, no creí que te ofrecerías —Confiesa Kayla.

—Ni yo —Dicen al unísono los demás.

—Da igual, vamos antes de que se haga de noche —Habla Olivia dejando de recargarse en la licántropa.

Rápidamente el vampiro se acercó al par de chicas para que Olivia se pueda apoyar en él, paso uno de sus manos por la cintura de la humana y ella paso su brazo derecho por el hombro de Aidan, recostándose medianamente en el.

—¿No sería más cómodo si la cargas? —Sugiere el licántropo pensativo y los demás apoyan la idea.

Luego de unos segundos, Olivia estaba siendo cargada por el vampiro, ella estaba en su espalda y él la sujetaba por las rodillas para evitar que se caiga.

—Bueno chicos, no veremos después, no sé si podré venir mañana —dice Olivia dándoles a los demás una sonrisa apenada.

—No te preocupes, Liv, lo importante es que te mejores —Le asegura la vampiresa despidiéndose de ella, los demás están de acuerdo con Nadia.

—Si en tu pueblo hay algún médico, ve a que te revisen —Olivia asintió a la recomendación de Daniel.

—Byeee —Se despidieron de ella los cuatro mientras Aidan caminaba en dirección al territorio Aivilo.

—¿Te duele mucho? —Pregunta el vampiro luego de unos minutos caminando, observa como el talón de la chica se va volviendo un poco morado.

—Ajam —responde mirando su pie también, cuando Daniel se lo reviso, le quitó la bota que tenía y también la media, mismas que ahora mismo ella está llevando en una de sus manos, con la otra se sujeta de Aidan.

—Lo siento, no era mi intención chocar contigo —Se disculpa en un susurro.

—No te preocupes, son cosas que pasan —Le dijo con suavidad—, aunque sí te has vuelto más rápido, casi no podía seguirte con la mirada —Confiesa un poco avergonzada.

—¿De qué hablas? Sentía que tus flechas me rozaban cada que vez más —Le dice elogiándola indirectamente.



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En el texto hay: confianza, lobos vampiros brujos

Editado: 11.09.2022

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