Algunas personas jamás obtienen el control de su vida, ese no es el caso de nuestra protagonista adicta al control y alérgica al caos.
Desde pequeña controla todo aquello en lo que osa poner sus ojos, sin distinción de persona u objeto ¿Por qué? Simple. A Hayashi Eimi no le gustan las sorpresas.
La hija menor de una adinerada familia que es perfecta a los ojos públicos, porque así lo quieren ellos.
Exitosa carrera de editora a sus 22 años, tal y como siempre lo quiso desde pequeña.
La perfecta chica que todos quieren tener y ella solo escoge entre lo mejor, cada capricho lo cumple.
Controla todo aspecto de su vida, control podría ser su Segundo nombre. Si la sociedad tuviese súper poderes, definitivamente Hayashi Eimi sería poseedora de el control sobre todo, sería una villana y dominaría el mundo.
Pero esta historia no gira en lo bendecida que es nuestra protagonista al tener una vida perfecta. Es sobre cómo Javier Morelli llega a su vida como un enorme torbellino a descontrolar todas sus emociones e ideas.
Volviendo su mundo de cabeza.
Y perdiendo la suya en el proceso.
Porque hay juegos de ajedrez que se vuelven infinitos. Y la difícil disputa entre el rey y la reina por aquel control se hace eterna.