Capitulo 4 (Tellus Máteram)

CAPITULO 4

Tellus Máteram.

E

l corcel cabalgaba rápidamente esquivando todo tipo de obstáculos, los rayos y gritos de Némesis se oían retumbar por todo el bosque. El majestuoso caballo era enorme, un pelaje cobrizo y una melena dorada se percibían cada vez que el ágil caballo saltaba a través de los halos de luz de una gigantesca luna llena que había salido en el oscuro y nublado cielo.

--¡Díganme si estoy equivocado!, ¿Acabo de matar a una Furia?—

--¡No lo sé, al parecer era una Furia de la Diosa Némesis, ella acaba de asesinar a mi abuelo y querían acabar también con nosotros!—Le decía Jana al extraño jinete mientras oían a lo lejos los gritos de la Diosa.

Casi después de media hora de cabalgata el joven hace que su caballo se detenga en un claro de luna cerca de un estanque que reflejaba la gigantesca esfera lunar de un cielo que ya estaba despejado y sin nubes en él. El joven salta de su caballo y le tiende la mano a Jana para ayudarla a bajar, posteriormente también ayuda a Lux y los tres jóvenes se ven a la cara después de escapar de la Diosa de la Venganza.

--¡Mi nombre es Keiko Danárim, él es mi caballo Dobitak, ahora explíquenme!, ¿Quiénes son y porque una de las Caídas intentaba matarlos?—

Jana estaba sorprendida del porque ese joven conocía sobre los Caídos. En Carema muchos años atrás ya los mortales habían dejado de creer en los Dioses y ahora vivían bajo su libre albedrio, para muchos de los Caremos los Dioses, la magia y las criaturas encantadas eran solo mitos y leyendas, solo pocas personas y algunos ancianos sabían realmente lo que había ocurrido muchos años atrás, y era perturbador conocer a un joven que hablara así de los Dioses. Jana también pensaba que eran historias, pero después de lo que acababa de pasarle sabia que todo lo que su abuelo le había contado era cierto.

--¡Soy Jana y él es Lux, Némesis apareció con sus tres Furias y asesinaron a mi abuelo, el logro derrotar a dos de ellas y la tercera nos persiguió hasta el bosque, hasta que apareciste y la destrozaste con esa extraña flecha!—

--¡Son Flechas de Luna, mi arco está encantado y puede transformar cualquier punta de flecha ordinaria en una flecha con la punta de luz de luna, es fácil acabar con seres malignos teniendo conmigo este arco!, ¿Y este joven es tu… novio?—Pregunto Keiko esperando que la respuesta de Jana fuera negativa.

--¡No, mi abuelo lo salvo del rio esta mañana, él está confundido, es complicado explicarte de donde proviene, ni siquiera yo sé realmente quien es!—

--¡No puedo creer todo lo que está pasando, mi abuela alguna vez estuvo en este lugar, esa Diosa desquiciada la conoció, tu abuelo la conoció y ahora resulta que yo soy una especie de Guardián de los Mundos, no sé qué diablos pasa, pero necesito volver con mi Mina y mis hijos!—Decía Lux agachándose frente al estanque y contemplando su rostro en el espejo formado por las aguas de aquel lugar.

--¿Guardián?, mi padre me contaba historias sobre los Guardianes, seres de otros mundos que mantenían el balance y protegían a muchos otros, pensé que solo eran historias para poder dormir, creer en la magia es una cosa, pero seres que vienen de otro mundo, eso sería un tanto extraño—Decía el joven posándose al lado de Lux. Keiko era un joven aparentemente de la misma edad de Lux y Jana, su piel era un poco bronceada y tenía una pequeña cicatriz arriba de ceja izquierda, tenía un cabello castaño liso, algunos mechones le caían en la cara, tenía un gorro parecido a un pasa montaña de color verde militar adornado con una pequeña correa y una hebilla dorada, su vestimenta era una camisa manga larga ajustada a su musculosa y atlética figura, con unos pantalones largos y negros un poco rasgados por rasguños de matorrales, unas botas marrones hasta las rodillas cubiertas por un poco de barro y una chaqueta manga corta de cuero parecida a un sobre todo que le llegaba más abajo de la cintura.

--¡Extraño es todo esto que estoy viviendo, vengo de un mundo sin magia y en donde todas las historias de fantasías y mitología que conozco aparentemente habitan en este lugar, debo encontrar mi Triqueta, si el señor Jacob dijo que esa era la llave para volver debo encontrarla para regresar con mi familia!—

--¡Oye no te conozco mucho pero dijiste que tienes esposa e hijos!, ¿Cómo es posible si solo eres un joven como esa chica y como yo?—

--¡Keiko, Lux no es lo que parece, realmente él es un Guardián y proviene de otro mundo, en su mundo él es un hombre de 30 años y tiene su familia!—Le explica Jana al confundido chico cazador, ya que Keiko tenía un cinturón con varias dagas en él, un pequeño látigo enroscado en su cintura y una espada atada en la funda que llevaba en la espalda donde guardaba también su arco y sus flechas.