Capítulo 10


 

—¿Dónde viste eso?—pregunté seriamente a Carla. 

—Cuando entré a una de las habitaciones, vi todo eso de repente, como si fuera una visión—contestó alterada. 

—¿De qué están hablando?—preguntó Demian.

—Pude ver en su mente y vi lo que provocó que se desmayara.

—¿Cómo pudiste ver su mente?—intervinó Hannah en la conversación.

—Creo que es parte de nuestras habilidades, controlar luz y sombras, controlar un elemento y un poder especial. El de Adrián es curación por ejemplo, el mío al parecer es leer mentes y creo que el de Carla son las visiones.

Era la conclusión que había llegado pero algo dentro de mí me decía que no mantendremos todas las habilidades que tenemos ahora cuando esto acabe.

—Tiene sentido pero agradeceríamos que no leyeras nuestra mente constantemente—dijo Carla. Todos asintieron de acuerdo con ella.

—No tenía pensado hacerlo.

Le enseñamos a Carla los papeles que había encontrado, le conté la leyenda de la vidente y el viaje que tendríamos que hacer.

—¿Ya sabemos dónde está la vidente?—preguntó hacia todos.

—Evan está trabajando en eso, está buscando una forma de rastrearla o si en documentos antiguos está su ubicación—contestó Hannah.

—Puedo ayudarlo, ¿dónde está?—dijo levantándose.

—Ven, te llevaré con él—dije en realidad era una excusa para poder mostrarle el papel con los otros nombres—. También estaba este papel.

Se lo extendí y ella lo tomó con una mirada curiosa. Cuando lo vio su rostro volvió a ser el mismo rostro sin expresión de siempre.

—Creo que te deje claro que no quiero hablar de ese tema—susurró con firmeza, al parecer no quiere que nadie escuche esta conversación—. Pero por si no te quedo claro te lo dijo ahora déjame en paz con ese tema.

—Sé que no quieres hablar de eso y este claramente no es el momento pero por alguna razón este papel existe, no creo que quieras ignorarlo.

—De hecho si quiero ignorarlo y agradecería que hicieras lo mismo—dijo y caminó hacia donde Evan estaba trabajando rodeado de libros dando por terminada la conversación.

Dejé que se fuera, no tenía sentido seguir presionandola.

—¿Qué fue lo que vio?—preguntó Adrián en compañía de Demian. Hannah tuvo que haberse ido hace unos momentos.

—A mí, caminando entre cenizas, las ciudades dividas por una grieta y una batalla.

No quise mencionar la muerte, no necesitaban saberlo, al menos no en este momento.

—¿Sólo eso?—preguntó Demian.

—Es todo lo que vi en su mente, ¿Te parece poco?

—No es eso, Carla no parece el tipo de persona que se altera fácilmente, pensé que había sido algo peor—explicó con simpleza.

—No siempre se es tan fuerte como se aparenta—conteste.

—Creo que deberíamos preparar algo de comer—dijo Adrián para aliviar la tensión entre nosotros—. Llevas mucho tiempo sin comer, desde antes de que te atraparan en esa cabaña.

Es verdad llevaba bastante tiempo sin comer pero fue en lo último en lo que había pensado.

—Tienes razón deberíamos preparar algo, creo que queda comida en las mochilas—dije y caminé hacia las mochilas para poder tomar lo que necesitábamos.

Cuando salimos Evan y Hannah prepararon víveres para poder sobrevivir durante un tiempo pero ya no tenemos mucha comida, pronto tendremos que volver a la ciudad o pedir que alguien nos traiga comida.

—¿Qué tal sándwiches de atún?—pregunté al pensar en lo que podíamos preparar con lo poco que nos quedaba.

—Te ayudamos—dijo Adrián por ambos. Empezamos a prepararlos. 

Luego hicimos que Demian les llevara algunos a Carla y Evan.

—Se sincera, ¿Viste algo más?—preguntó Adrián cuando Demian se fue.

Asentí con la cabeza, no quería mentir, no en este momento.

—No insistiré pero espero que tengas una buena razón para no decirnos.

—La tengo, confía en mí.

—Lo hago.

Carla López

—Traigo sándwiches—dijo Demian irrumpiendo por la puerta, estábamos en una habitación de la cabaña que Evan convirtió en una mini biblioteca.

—Gracias, tanto leer me dio hambre—dijo Evan, agarró el plato que Demian tenía en las manos y lo colocó en una silla.

—Gracias—dije por modales.

—Me alegro que estés bien—dijo con incomodidad.

Estaba a punto de replicar algo con sarcasmo cuando recordé las palabras de Hannah. Llevarme mal con Demian sólo haría las cosas complicadas para todos y suficiente tenemos todos ya.

—No soy tan fácil de matar—contesté con una sonrisa amable.

—Al fin aprenden a llevarse bien—dijo Evan que había parado un momento de leer para poder comer.

—¿Ya encontraron dónde está la vidente?—preguntó Demian al ver todos los libros regados por el suelo.

—Aún no, es difícil, hasta hace poco creía que su historia era sólo un mito y ahora es verdad y debemos encontrarla—contestó Evan.

Ellos empezaron a hablar entre ellos. Sentí sueño pero no era normal, no podía evitar quedarme dormida. Y eso hice.

Todo era negro, sé que esto es un sueño pero sé siente real. Es una sensación extraña.

—Porque no estás dormida—dijo una voz, era femenina, una voz dulce.

—¿Qué está sucediendo?—pregunté empezando a entrar en pánico.

—Soy a quien tanto buscáis, relájate, estoy para ayudarte—dijo y al fin mi cerebro reaccionó. No necesito ser Thea para saber quién es, es la vidente.

—Eres la vidente—señale conmocionada.

—Así es, es un poco grosero llamarme la vidente, mi nombre es Kyra—se presentó—. No encontrarán mi ubicación en libros, los reyes me borraron de la historia. Me convirtieron en un mito para que todos creyeran que no existo, para que nadie me buscará.

La rabia y el rencor en su voz son evidentes, odia a los reyes y no la culpó. Si su historia es verdad, a pasado años estando sola. 

—No sientas lástima por mí pero dile a tu equipo que me encontrarán donde nadie debe cruzar.

¿Por qué todo debe ser un acertijo?