Guerra Por El Septimo Reino

Capitulo XIII


Katherine 

Al subir las escaleras de madera oscura pude divisar una mesa de cristal con sillas muy lindas de metal plateado, en medio un florero lleno de flores marchitas. 

Al un costado una puerta que conducía a la cocina que estaba demasiado limpia a mi parecer. Los chicos siguieron subiendo mientras Airam y yo nos quedamos abajo ya que había dos puertas que decían nuestros nombres. 

- Oye, no debes ignorarme por siempre sabes. 

- Y tú no debiste ocultarme que estabas en el grupo de Artemisa. 

- Ni siquiera sabía que eso era una escuela cuando te conocí. 

- Está bien…, pero no más secretos. ¿Amigas? 

- Amigas. 

Al entrar a mi cuarto el cual parecía más un estudio de dibujo, por el poco de papeles y cosas de arte que había, quitando la cama de la esquina y un closet de madera con manijas negras. 

Al dejar mis cosas en la habitación decidí entrar a ver cómo era el de Airam, a mi sorpresa era parecido al mío con la diferencia que había plantas en una ventana y ella estaba poniendo semillas en una maseta. 

- Katherine, porque no tocas la puerta? 

- ¿Perdón, puedo preguntar porque no les caen bien Cristopher y Kay? 

- Hay un rumor que dice que son dioses falsos, que en realidad son semidioses con un gran poder y por eso aprovecharon que los dioses originales aun no renacen y ocupan su lugar. 

- ¿Y tú q ue crees? 

- La verdad no se, no se parecen a los dioses que dicen ser, pero son capaces de enfrentarse a otros dioses. 

La conversación se hizo un poco incomoda, así que solo nos quedamos viendo hasta que la puerta sonó y se abrió lentamente donde pudimos ver a Isaac el cual solo se limitó a vernos y decir. 

- El señor Jashiro, dice que bajemos a comer y hablar de la misión. 

Al bajar pudimos ver como todos estaban como si fueran bandos Isaac y Osvaldo estaban sentados en el lado izquierdo mientras Kay y Cristopher en el derecho en cambio el costal de plumas y su hermano estaban sentado en cada extremo. 

Dejando solo dos sillas de cada lado de la mesa, asique si, nos sentamos cada una donde se supone que creen. En la mesa había manjares muy apetecibles. 

Como pizza o frutas las cuales podías bañar en una fuente de chocolate, pero nadie tocaba ningún alimento hasta que el costal de plumas empezó a comer un pedazo de pizza. 

- Chicos, no deben ser tan malos. Al fin y al cabo, son compañeros de misión, les guste o no. 

- Discúlpenos, señor Jashiro, solo que preferiríamos un equipo de solo semidioses. 

- En eso opinamos igual Osvaldo, aunque sería mejor solo un grupo donde estemos Cristopher y yo, así no habría problemas en salir con unos idiotas mortales. 

- Ven y dímelo en la cara travestí. 

- Muy bien ambos, creo que no me dejan opción. 

El señor Taratumi empezó a brillar con una energía verde, la cual lleno toda la habitación. Todo se comenzó a mover como si la habitación girase muy rápido, cada vez más y más rápido hasta que de repente todo se calmó y por alguna razón ahora la casa parecía más calmada y llena de vida, y no solo eso sino que todos estábamos sentados como si nada hubiera pasado. 

- Mi hermano es la representación de la paz, nadie puede ser agresivo enfrente de él. 

- ¿Pero, por eso no tengo deseos de pelear? 

- Correcto, este es mi hogar y dije que nadie peleara aquí. 

Todos comimos en silencio, lo cual esta vez no pareció incomodo, sino que pacifico. Incluso cruzaban palabras entre ellos, lo cual ya de por si parecía raro. 

Claro hasta que el señor Taratumi empezó a sacar unos artefactos raros y los puso sobre la mesa. Uno parecía una esfera de cristal, pero se movía y su apariencia hacia parecer que fue hecha de agua. 

El otro parecía un brazalete, pero con una pantalla que marcaba puntos en todo el mundo. Y el ultimo solo era un bastón de hierro oxidado no parecía la gran cosa la verdad. Todos esperábamos hasta que el señor Taratumi empezó a hablar. 

- Hasta donde entendí trajeron sus armas, excepto Katherine. Bien tu tendrás el bastón. Es una lanza sagrada dale buen uso. En cuanto a los demás no hay mucho que decir, joven Airam usted tendrá la bola de Hécate, potenciará tus poderes. 

- Gracias, creo. 

- Continuo este brazalete es para ti Erebos, hasta donde se no controlas tus poderes, asique porque no darte algo que creo te ayudara, el brazalete de Caos. 

- ¿Espere no cree que eso ara que sus poderes se vuelvan locos? 

- A diferencia del Caos que ustedes creen conocer, el Caos de la mitología griega y romana es desorden, pero con orden. 

- Gracias… supongo. 

Después de agarrar nuestras nuevas cosas saco dos cosas más, una era obvio que era un celular y la otra más bien parecía un disco de plata.  

- Estos son regalos de mi parte, para ti Isaac este disco de vulcano, hasta donde se eres bueno con la lanza, pero te falta un escudo, y esto ya deben saber que es un celular, pero aquí está la ubicación de su primera pieza. 

- ¿Y esa cual sería hermanito? 

- La piedra filosofal. Mejor que vayan a dormir mañana se verán con su guía es un amigo mío los llevara a ver a Anubis. 

- No entiendo si ya tenemos la ubicación del primer objeto porque no lo buscamos. 

- Simple joven Osvaldo, porque donde está la piedra filosofal es en un nido de gárgolas. 

No entendía mucho, pero supongo que eso es malo, todos se levantaron de la mesa solo dejando los platos vacíos los cuales empezaron a flotar hacia la cocina. Y no solo eso, sino que nadie hablo en toda el transcurso hasta sus cuartos, solo entramos a nuestros cuartos y la verdad no sé porque pero ahora solo podía pensar en dormir. 
 



#17099 en Fantasía
#6697 en Personajes sobrenaturales
#3632 en Magia

En el texto hay: mitologia, magia, sobrenarutal

Editado: 21.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.