Katherine
No sabia si me daría tiempo para darme un baño, pero lo hice, al salir frunzo el ceño al ver mi ropa ordenada en las gavetas. No recuerdo a verla metido allí.
Me visto con un suéter morado con mi chaqueta de cuero negro junto a mis zapatillas de correr y mi jean de tela estirable, era muy cómodo la verdad. Agarre ese cilindro que en realidad es una lanza, pero como van las cosas creo que no la necesitare. Digo todos pelean menos yo, y no me lo tomen a mal solo digo que con seis guerreros experimentados para que necesitan a una chica sin experiencia.
Al bajar pude notar una mirada conjunta de odio, estaban todos cambiados con sus ropas. Airam ahora llevaba una camisa sin mangas blanca junto a unos jean claros y unas zapatillas de correr, la verdad me recordaba a las chicas que corren en los puentes.
Isaac y Cristopher estaban vestidos iguales, un suéter negro junto a unos jeans ajustados oscuros, la única diferencia fueron sus zapatos. Cristopher llevaba unas botas que parecían mucho a las militares, y si ya se imaginaran también negras. En cambio, Isaac tenía unas zapatillas de correr rojas.
Osvaldo por su parte tenia un jean claro junto una camisa sencilla verde y claro unas zapatillas de correr blancas con detalles verdes, Kay estaba casi igual solo se cambio su camisa la cual ahora era un suéter naranja y unas zapatillas rojas. Y el costal de plumas ahora tenia un jean claro junto un suéter blanco.
- Te llevamos esperando veinte minutos.
- Pe… perdón.
Al entrar se sentía mas frio de lo normal, sin contar las numerosas voces que gritaban y golpeaban la pared dándonos pequeños sustos. Al llegar al final estaba el señor Anubis, el cual estaba firmando autógrafos y tomándose selfies con chicas del lugar, claro hasta que el costal de plumas hizo un sonido como aclarándose la garganta.
- Ohhh, ya llegaron. Bueno chicas, si quieren mas Anubis síganme en Instagram como tuAnubis_1499.
- ¿Tu Anubis 1499?
- La cantidad de dioses egipcios que hay, ahora vámonos que tengo que hacer cosas mas tarde.
Mientras íbamos caminando pude notar que aquellos edificios viejos ahora estaban iluminados por luces y focos bien colocados. Los cuales hacían efectos de una calle llena de estrellas, es hermoso.
Al llegar a un edificio que tenia laminas de zinc puestas como barrera, y un montón de señales de hombres en construcción. Lo cual a otros hubiera alejado pero mi grupo al parecer solo hizo que saltaran el muro improvisado. Cuando logré pasar pude ver un pasillo en el cual se oían gritos de ovación, al entrar lo primero que vi fue una gran horda de lo que parecían personas, digo parecían porque algunos eran azules otros verdes y hasta algunos tenían cuernos.
Pero todos tenían algo en común, todos gritaban hacia una jaula que mas parecía un ring de lucha solo que del techo bajaron dos jaulas las cuales se movían frenéticamente, no pude ver nada ya que tenían una lona blanca tapándolas.
Claro hasta que bajo un tipo enano el cual estaba sentado en un columpio de metal con un micrófono no muy grande. Y con una voz de locutor empezo a gritar anuncios de compañías que nunca había oído, como medusacola o bicicletas Hermes.
- Y ese quien es Anubis.
- Ni idea Jashiro, pero creo que es el anunciador de peleas. Deberíamos preguntarle a el sobre los grifos.
Empezamos a caminar entre la multitud hasta que empezo a gritar, cuando nos fijamos el anunciador ya estaba parado en el columpio y anunciando a los contendientes.
- De este lado, directo de la misma Grecia, la bestia de Minos, el asesino mas despiadado de Creta. El Minotauro.
La reja de la izquierda se abrió de golpe, de adentro se vio a una masa negra salió. Cuando la luz mostro que era, parecía un hombre muy grande, aunque lleno de pelo y muy musculoso, pero en lugar de cabeza humana tenia una cabeza de toro con todo y los cuernos. Y por si se preguntaban no, no estaba desnudo, el tenia un bóxer blanco, lo intimidante eran sus rugidos los cuales resonaban a lo largo de la arena.
- Y de este lado, viniendo desde la lejana Australia, la bestia de roca, el invencible, aquel que las balas le rebotan. ¡El Nargun!
La otra reja se abrió de golpe, pero esta vez salió algo parecido a una estatua pero fragmentada de piedra color rojizo, sus ojos eran de un amarillo potente pero tenían una línea vertical como las serpientes. Sin contar su dentadura echa de rocas afiladas deseosas de carne.
El anunciador subía de nuevo mientras el sonido de una campana sonó y como si hubiesen entrado en transe ambos atacaron al otro, el minotauro lanzo dos golpes directos a la cara pero el amigo de roca solo se inmuto en responder con un golpe contundente en la cara del minotauro, el cual cayo al piso y se quedo unos cuantos segundo hasta que se levanto y con un grito potente embistió hacia el Nargun, sus cuernos se enterraron en la roca firme hasta que de otro golpe solido en la cara mando de nuevo al suelo al Minotauro pero esta vez solo tenia un cuerno.
Al parecer los Nargun no son de pelear a la cara ya que agarro desde el único cuerno que ahora tenia el minotauro y empezo a estrellarlo contra el piso deformándolo en el transcurso; y no solo eso, sino que lo alzo hasta que abrió sus fauces y con un mordisco potente le arranco la cabeza. Pero no rodo ni nada ya que todo su cuerpo se volvió polvo negro.
- ¿Interesante pelea, tú qué crees Anubis?
- Detesto la brutalidad Jashiro, pero si interesante, al parecer las criaturas están vinculadas a las jaulas.
- ¿Qué quiere decir señor Anubis?
- Simple Katherine, esas jaulas tienen runas si encierras a algo o alguien hay adentro y activas las runas cada vez que el salga y muera. Volverá a la vida dentro de esas jaulas.
Me parecía una atrocidad, ¿eso quería decir que ellos pelearan por siempre? ¿Porque alguien haría algo así? La verdad solo podía ver como la bestia de roca entraba a su jaula la cual subía.
Caminamos alrededor de la multitud hasta llegar donde el anunciador, el cual por alguna razón el señor Anubis agarro del cuello estrellándolo contra la pared.
- ¿Muy bien pedazo de mierda, donde están los grifos?
- N… no lo se, la que se encarga de eso es la jefa.
- ¿Y dónde esta esa, jefa?
- Cru…cruzando la puerta, ahora por favor soltaría mi tráquea?
Al soltarlo salió corriendo con su micrófono en mano, nos acercamos la puerta la cual decía Freya. El costal de plumas le tiro una mirada a el señor Anubis como diciendo, ¿enserio?
Al abrir la puerta se sintió un aroma a perfume de flores, la habitación estaba adornada de muchas plantas y gatos, quitando el echo que estaba pintado de un tono rosado algo peculiar. Habían sillones de pieles negros y acostada en uno de ellos una chica vestida con un traje blanco liso, el pelo muy bien arreglado y rubio, unos ojos azules y una piel blanca y perfecta. Era tan hermosa.
- Freya vieja amiga.
- ¿Amiga? Ohhh no anubis, no puedes decirme amiga después de dejarme plantada.
- ¿Aun estas molesta por eso?, fue hace mil años.
- Lose, pero la vergüenza... No importa que quieren.
El costal de plumas vacilo por un momento hasta que dio un paso al frente, agarro la botella de alcohol que estaba en frente y sirvió dos vasos dándole uno a Freya. Y a continuación bebiendo como si fuera agua el otro vaso.
- Veras Freya, sabemos que tienes grifos y necesitamos que nos des una de sus plumas, es para una misión.
- Jashiro. El dios maldito, sabes has sido el único ser que no ha caído en mis encantos. Lo cual me atrae y me enciende mucho, pero si quieres la pluma deberás ganártela.
- Que tengo que hacer.
- Tu nada, ellos por otro lado. Digamos que me gustan las peleas.
- ¿Qué quieres decir?
- Quiero que pelee el rubio peli largo y el otro rubio.
Quede helada. ¿Quería que Osvaldo y Cristopher pelearan? ¿Por qué? Y contra que. Esto no me da buena espina para nada, y menos viniendo de una diosa tan rara.