Traté de tranquilizarme. La inteligencia mostrada por el gusano de luz que tripulaba al dron me desconcertaba . Tenía que comunicarme con él.
En ese momento, una esfera de luz transparente nos cubrió. En las paredes de la esfera, aparecieron varios cuadros con las esquinas redondeadas. Entendí que era un centro de comunicaciones con varias pantallas. En una de ellas nos vimos a nosotros mismos. Era la cámara del dron.
Lo que no entendí fue por qué aparecían tantas pantallas. Todas estaban en color negro. El dron pareció escuchar mis pensamientos y se acercó a mi mochila. Volteó hacia nosotros y luego hacia la mochila. Me acerqué y la abrí. ¿Qué querrá que saque de ella? ¿Los chips?
Entre el equipo que había llevado, estaban los chips. Este tipo de chips servían para, por ejemplo, ponerlos encima de varias hormigas. Así teníamos información de qué hormiga entraba o salía de su hormiguero, para estudiar su comportamiento. Pero para eso, se instala un láser en la entrada del hormiguero, para que sirva de lector. Sin el láser no deberían estar transmitiendo nada.
Cuando saqué los chips, los visores de las pantallas comenzaron a transmitir imágenes de la cueva. ¡Eso significaba que los chips tenían cámaras!
- Papá, no sabía que tus chips tuvieran cámara - dijo Luiggi
- Yo tampoco lo sabía, hijo -respondí sin creérmelo todavía. Nunca fui informado de que los chips tuvieran cámaras. El dron se posó junto a una de las pantallas.
- ¿Qué hago? - pregunté al dron
- Creo que quiere que la toques -dijo Luiggi
- ¿Una pantalla táctil?- respondí, mientras tocaba la pantalla.
- …tenemos que obedecer- se escuchó una voz- Si no lo hacemos, Dios nos puede castigar.
- ¡Los chips también tienen micrófonos!- exclamé
- ¡Escucho la voz de Dios!- exclamó la voz
- Bocinas y micrófonos- susurró Luiggi, muy listo para sus doce años
- ¿Cree que escucha la voz de Dios cuando me escucha?- susurré también, sintiendo que me entrometía en una conversación.
Sentí pánico. No sabía qué eran estos gusanos de luz y ahora podía ver lo que veían y escuchar lo que pensaban. Tenía que grabar todo esto.
Saqué mi cámara de video de la mochila. Quise empezar a grabar, pero ésta no encendía. Se me ocurrió grabar con mi celular, pero tampoco encendió. Yo lo tenía prendido. Antes de encontrar la cueva había hablado con Nora, mi esposa. Al parecer, la esfera en la que estamos bloquea las trasmisiones al exterior.
"Piensa racionalmente"- dije para mis adentros -"Tengo que probar lo que he descubierto. Debo hacerlo de una manera científica. ¿Pero cómo? Ya sé que a ellos, directamente, no puedo tocarlos. Fuera de la esfera no se ven. ¿Cómo probar que algo existe si no se puede ver, ni medir, ni tocar? Es imposible comprobarlo científicamente."
* * *
- Wo-wo-wo-wo-wo- hizo Luiggi, imitando una alarma sísmica. Inmerso en mis pensamientos, no me di cuenta de que mi hijo jugaba con los chips. Tomó varios de ellos y los puso encima de una hoja de su cuaderno. Mientras hacía ese sonido, movía la hoja de papel, moviendo los chips.
-Deja esos chips, Luiggi- ordené -No son para jugar.
Por toda respuesta, Luiggi accionó algunas de las ventanas del panel de control de la burbuja
- !Tembló!- Exclamó una voz, muy asustada- Se sintió muy fuerte
- Sí. Nos tomó por sorpresa- agregó otra voz
- Debemos estar pendientes de la alarma,- agregó una tercera voz - porque puede temblar otra vez
- Wo-wo-wo-wo-wo- repitió Luiggi, jugando
En ese momento, empezó a temblar como cuando encontramos la cueva, pero esta vez más fuerte y por más tiempo.
- ¡Tiembla otra vez! -dijo una voz asustada
- Ahora es más fuerte -dijo la segunda voz- Sujétense
Yo me asusté, pues estábamos dentro de la cueva. ¿Sería posible que el juego de Luiggi estuviera relacionado con el temblor? Era absurdo, pero se me ocurrió probar.
-¡Calma, ya no tiembla! - dije. Unos segundos después, dejó de temblar.
En el panel de control sobaban voces comentando el sismo. Mientras tanto, yo hacía de lado mi mente científica, recordando algo que había leído. En Internet había leído una noticia de que científicos habían encontrado que la realidad era más mental que física. Yo había rechazado ese artículo porque me pareció absurdo, pero ahora no estaba tan seguro. Estaba comenzando a hacer frío en la cueva, pero decidí jugar.
- Este es el pronóstico del clima -imité a un locutor- En los próximos minutos, se espera que suba la temperatura. Hará calor en la zona.
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Editado: 01.02.2019