Habilidades

Capítulo 1

No soy un monstruo… no soy un monstruo… tranquila toda va a salir bien, no eres un fenómeno.

Repito reiteradamente esas palabras en mi cabeza mientras camino en círculos alrededor de mi habitación, pero esas no son lo suficientemente convincentes para mi.

Todos lo vieron, todas esas personas  que estaban ahí saben que fui yo la responsable de ese accidente, le dirán a la policía, quedaré expuesta a todo el mundo, ya no seré una persona para nadie, solo un fenómeno, una cosa, algo con que puedan experimentar y sacarme la mayor cantidad de información posible.

Me acerco a la ventana corrediza de mi cuarto, la abro y al momento que doy un paso fuera respiro profundo, quizás éste sea el último que doy en éste lugar tan acogedor donde he pasado la mayoría de mi vida entreteniéndome con la más mínima e insignificante cosa. Aún es posible percibir el olor de las flores que planté hace ya varios meses y que ahora se marchitan al pasar de los días, ya no es una prioridad para mí cuidar del jardín, solo era una forma de distraerme para olvidar los problemas que yo creía que eran el fin del mundo en ese entonces, cuando todo era normal y nunca había expuesto la habilidad de mi mente frente a ningún ser humano, cuando era una estudiante más para el resto del mundo y nadie me prestaba ni la menor atención.

Me acerco a la orilla del balcón, si salto desde ésta altura lo más probable es que termine con un gran moretón o algo roto; me volteo para regresar  al interior de mi hogar cuando escucho el odioso sonido de una llamada entrante de Casey.

-Prende tu televisor y coloca el canal de las noticias  - eso es lo primero que escucho salir del parlante del celular, hago lo que me ordena y puedo ver a una chica siendo entrevistada, recuerdo haberla visto regularmente por los pasillos de la universidad.

-...no muy a menudo, nunca se había hecho notar, nunca he establado una conversación con ella, hemos compartido algunas clases pero nada más que eso, siempre me ha parecido algo extraña, no la veía casi nunca acompañada y en clases, la mayoría de las veces, se sienta aislada –

-¿Sabes algo más de lo sucedido? – pregunta el periodísta acercando el micrófono a la chica que cree que soy rara.

-La verdad es que yo no estaba presente en el momento del accidente, pero me comentaron que ella se transformó, por así decirlo, nadie nunca la había visto de esa manera, era una faceta que nadie conocía; se le oscurecieron los ojos, los objetos empezaron a levitar de la nada y ella estaba moviendo sus brazos como si de ellos salieran destellos que… - no puedo seguir escuchando, sé muy bien que están hablando de mi.

-¡¿Por qué no me dijiste nada?! Soy tu amiga desde que somos niñas ¡¿Cómo pudiste ocultarme algo como esto?! – protesta Casey.

-Cass… lo siento, nadie sabía de esto, ni siquiera mi familia, no podía decirle a nadie, temía de las consecuencias que traería esto; no puedo solo…-

-¿No confiabas en mí? ¿Cuántos secretos te he estado guardado a lo largo de todos estos años? Soy como tu hermana – su voz cada vez se quiebra un poco más, suena decepcionada.

-Lo siento, lo siento, lo siento, perdóname por favor tenía miedo no iba a contárselo a nadie nunca, se supone que lo tenía dominado; pero pasó esto y la rabia acumulada con la tristeza se apoderaron de mi y simplemente me cegué – gimo por lo bajo a causa del llanto, no puedo retenerlo, ya no más.

-Hey… Estoy dolida por tu falta de confianza, pero no quiero que estés así, triste, sé lo que acaba de pasar es demasiado duro para cualquier persona que no tenía las intenciones, fue un accidente gravísimo pero aún puedes salir de ésta – sé que Casey trata de hacer lo mejor por levantarme un poco el ánimo, pero a pesar de sus intentos es imposible que logre su objetivo.

Nunca pedí ser otorgada con una habilidad como ésta, más que algo bueno es una carga que no me deja ser yo misma, si pudiera elegir ser una chica normal y ser siempre invisible para el resto lo elegiría con gusto.

Le cuelgo a mi amiga y me recuesto en mi cama antes que lo que ya tengo asimilado que pasará pase. Disfruto de la comodidad de mi habitación, observo cada pequeño rincón para recordar hasta el más mínimo detalle del único lugar en que me sentí yo misma en todos estos años.

Bajo las escaleras y llego al sótano, comienzo  a buscar mi caja fuerte que tengo desde que era adolescente, es más bien una especie de cofre color café oscuro con detalles dorados; lo abro y encuentro lo que buscaba, una pequeña bolsa verde que contiene hasta los más diminutos restos del primer vaso que quebré con el poder de mi mente, era uno de princesas que había tenido desde pequeña, en realidad no lo guardé porque me gustara mucho y sentía  nostálgia tirandolo en la basura,  sino - mejor dicho - éste mísero objeto fue el detonante y causante de darme cuenta sobre la existencia de la virtud que padezco.

Cierro de golpe el cofre cuando ya he guardado la bolsa en su interior; subo nuevamente las escaleras, voy en dirección  a la ventana que se encuentra abierta con el fin de cerrarla ya que está comenzando a enfriar la casa, me subo a una silla para alcanzar el pestillo, pero es entonces cuando puedo lograr a percibir las sirenas de los carros de policía y como el sonido se hace cada vez más fuerte para finalmente estacionarse fuera de mi hogar.



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En el texto hay: poderes, telequinesis, mente

Editado: 07.06.2019

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