Conclusión

Mi determinación junto al deseo de proteger a la mujer que amo me dio el coraje necesario para quedarme, y enfrentar a una amenaza que estaba fuera de mi alcance, sabía que no podía ganar, si no era cuidadoso, este monstruo es capaz de asesinarme en frente de mis seres queridos, si eso llegara a ocurrir… nunca me lo perdonaría.

–¡¡Even huye, yo me encargaré de que no le pase nada a Melisa, huye con mi hermana!!, ¡¡Te lo pido!!– Suplicó Lune.

–¡Olvídalo!, ¡Si no salimos todos juntos de esto ¿Por qué motivo nos hemos esforzado tanto?!, este es nuestro hogar y lo protegeré, ¡¡Aunque me cueste la vida!!– Grité fuertemente.

Me lancé nuevamente al ataque, el monstruo suspirando solo se dedicó a esquivar velozmente mis golpes combinados con hielo, no conseguía darle, pero a medida que avanzaba el combate iba aumentando cada vez más mi velocidad hasta que logramos intercambiar golpes, patadas y habilidades una tras de otra, el control que él tenía sobre Melisa desapareció al estar luchando conmigo, mi novia aprovechó este momento y se lanzó al ataque para ayudarme a combatir esta amenaza, rodeamos al monstruo de varios extremos y enseguida actué lanzando varios ataques consecutivos de hielo que fueron detenidos por el monstruo, sin embargo, por más ataques que me detenga no puede procesar todo a la vez, Melisa hizo uso de la situación para atraparlo en una esfera de ondas, este obviamente utilizó su habilidad “Detener” para evitar que las ondas se activaran, pero el ataque no acaba ahí, creé una lanza gigante de hielo, le di filo y al instante la lancé seguido de varias esferas que fueron impulsadas a gran velocidad, lo di todo manteniendo constantemente el 60% de mi Soul.

–¡¿Funcionó?! – Dije mientras jadeaba debido al cansancio.

Había demasiado polvo en el ambiente, casi no podía ver nada, tampoco sentía la presencia del monstruo por lo que tomé aire suficiente para calmarme y pedirle a Melisa que despejara el humo con su Soul, cuando lo hizo, nuestra sorpresa fue ver que no había ningún cadáver, simplemente pedazos de hielo alrededor y dentro del agujero donde había aterrizado aquel monstruo, él había escapado, ahora se encontraba suelto en alguna parte de la ciudad de Miracles, nuestro miedo con esto se hizo más grande ya que no solo podía encontrarse con gente que no está dispuesta a luchar, sino que, aunque lo encontremos, nosotros… no podemos derrotarlo.

–¡¡¡Maldición!!!– Golpeé el suelo congelando gran parte de este –¿Cómo se supone que derrotaremos a ese monstruo? ¿Como?... 

–Even…– Dijo Melisa mirando con frustración hacia el suelo.

El primer combate fue inconcluso, pero pese a los resultados finales, para nosotros fue una derrota indiscutible, no solo nos vimos abrumados por completo ante su poder de control, si no que aquel monstruo seguramente, ni siquiera estaba luchando en serio.

A los pocos minutos luego de nuestra pelea, llegó la policía de Miracles y los vecinos comenzaron a amontonarse, habían muchas cosas que fueron destruidas, con ello postes de luz y cableados, provocando un apagón por todo el vecindario, también hubieron muchas preguntas al respecto de lo que ocurrió, y entre todas las preguntas que me hicieron hubo una que destacó, “¿Quién era el sujeto contra el que estabas luchando?”, a lo que mi respuesta con una mirada de preocupación fue decir, “El primer monstruo llegó”, esto alarmó a los oficiales y a las personas presentes, era información de suma importancia que dependiendo de cómo se diga impactará más, o menos a la población, expliqué en privado a la policía lo peligroso que este es y como ahora se encuentra libre por la ciudad, sobre todo, resalté el hecho de su apariencia, cuerpo humano, cola puntiaguda, cabello corto de color negro, piel blanca, manos rojas en forma de garras y ojos rojos, era un monstruo con un 90% de rasgos humanos.

–Una cosa más señor oficial– Miré con un sentimiento de culpa.

–¿Qué ocurre señor Even?

–El poder de ese monstruo…. está fuera de mi alcance– Apreté el puño.

El oficial quedó completamente atónito al escucharme decir eso, tanto para él como para el mundo entero, soy un héroe con un poder capaz de hacer lo imposible realidad, así que entiendo que debió ser chocante que de mi propia boca le diga que no soy capaz de derrotarlo, pero tenía que ser sincero, Melisa y yo no podemos derrotarlos solos, necesitamos la ayuda de todas las personas que estén dispuestas a luchar, si queremos ganar, hay que obligatoriamente unir fuerzas. El oficial entendió mi preocupación y me ofreció ir mañana a la universidad de magia, ya que ahí es donde se encuentran las personas más prometedoras en cuanto a poder y, sobre todo, una persona también muy fuerte, mi mejor amigo… el director Nash Loughty.

La charla con el oficial duró su tiempo, casi parecía que no iba a terminar, pero al final llegamos a una conclusión, la ciudad entera entraría en alerta roja, nadie saldría de casa hasta que el monstruo que está libre por la ciudad sea capturado o por nuestro bien, hasta que sea asesinado, la noticia corrió rápidamente, en menos de una hora la mayor parte del país supo la situación en la que nos encontrábamos, fue un aviso tan alarmante que no me sorprendería que en pocos días dé la vuelta al mundo. Acordé con el policía ir mañana a la universidad de magia para poder organizarnos y tomar decisiones, de momento ya era algo tarde, nos despedimos y cada quien se fue por su camino.

Ya estando en casa, lo primero que hice al llegar es darme un baño, Melisa hizo lo mismo después de que saliera, ambos solo queríamos refrescarnos y calmarnos, aún nos sentíamos frustrados, nerviosos y con un ligero temor que se reflejaba en el temblor de nuestras manos. La comida que Melisa había cocinado antes de que sucediera lo del monstruo, aún se encontraba en la mesa, mantenía su brillo, pero se sentía que ya estaba fría. Teníamos una sensación demasiada extraña, ninguno de los dos tenía ganas de comer, ella se fue a la cama mientras que yo salí para sentarme en el tejado e intentar dejar de pensar en lo que pasó.