Hada de hielo 2

No eres un monstruo

Esta comida que a simple vista se veía como un gesto de amabilidad y compasión por nuestra precaria situación, no era más que una trampa para envenenarnos, ¿Pero por qué?, ¿Quién diablos es realmente este sujeto?, desde un principio noté algo extraño, no cabía duda que aún era demasiado ingenuo.

–Soy un idiota– Me dije mientras continuaba escupiendo sangre.

Regresé a observar a mi costado y tanto Melisa como Lyna y Lune estaban experimentando los mismos síntomas.

–¡Maldición! – Regresé la mirada hacia el supuesto dueño de la mansión –¡¿Quién diablos eres tú?!

–¿Yo?... – Sonríe –Un simple jefe de hogar que quería echarles una mano.

–¡Mentiroso!... tú… no eres el verdadero dueño de esta mansión, ¿Cuál es tu objetivo?, ¿Daryl?, ¿Yo? – Observé con detenimiento –Tu mirada…

Su cara se había transformado por completo, había perdido por completo la cordura o mas bien… ya no podía retener por más tiempo su sonrisa de loco. Debí de haberlo supuesto desde que llegamos, la casa estaba completamente sola, la comida nunca fue hecha al momento, era imposible que le haya dado tiempo si pasó la mayor parte del tiempo en la habitación, ¿Cómo es que no me di cuenta?, es evidente que la comida solo pudo haber estado hecha con anterioridad de nuestra llegada.

–Tienes la misma sonrisa… es idéntica a uno de los hijos de Derrick… me da asco ya que tienes… una autentica mirada de loco… ¿Acaso eres un asesino?

–¡Bingo! –Empieza a reírse como un auténtico maniático –¡Como se esperaba de alguien como tú, tienes buena capacidad de deducción!, aunque te diste cuenta un poco tarde ¿No lo crees?

–¡Infeliz!… – Escupo sangre –¡¿Por qué haces esto?! ¡¿Qué hiciste con las personas de esta casa?!

–Oh, veo que confías mucho en ti mismo como para preocuparte por los demás estando envenenado, ¿No te preocupa tu alrededor? tus amigos lucen terribles, me dan miedo– Se mofa observando el suelo.

Melisa y nuestras hadas habían caído rendidos al piso, se veían muy agitados, su respiración era demasiada acelerada y la sangre que estaban escupiendo no era algo normal, debía hacer algo o por consecuencia morirán por mi mera culpa.

–No… te… lo…

Caí al suelo a punto de perder la conciencia, el hielo que en mi cuerpo habita había ralentizado el efecto del veneno, pero ya estaba al límite, mi vista era casi nula, sentía un mareo extremo y mis incontrolables ganas de vomitar y de escupir sangre no se detenían. No podía aceptar que me esté pasando esto, pensar que el día de mi muerte sería de esta forma, protegiendo a un niño de otro planeta y condenando a Melisa en esta absurda decisión que yo mismo tomé… soy de lo peor.

–Cúrate…

Cuando menos me lo esperé, Daryl había hecho uso de sus poderes envolviéndome en una especie de campo verde a mí y a los demás. Lo que hizo fue verdaderamente increíble, podía observar como el veneno salía por nuestros poros en forma de partículas, era sumamente impresionante, tanto que incluso daba miedo, es capaz de hacer tantas cosas con sus poderes que ya la pregunta debería ser, “¿Qué no es capaz de hacer?”. Voltee a verlo y ahí estaba él, de pie observando con ira contenida a aquel hombre que nos intentó asesinar, por un instante me preguntaba, “¿Por qué él es el único en pie?”, “¿Acaso se curó en el momento que se dio cuenta del veneno?”, o quizás, “¿Tiene inmunidad a este tipo de sustancia?”.

–Tú… – Dice Daryl con una mirada sombría.

–Oh valla, tal parece que no funcionó en ti– Se ríe –¡Bueno no importa, siguen estando débiles, los mataré al igual que a toda la familia que está en el sótano, y me quedaré con la cabeza de este niño monstruo!

–¡¡Cállate!! – Grita expulsando una energía siniestra e incontrolable.

–……– El asesino observa con completo asombro.

–¡¡Los seres como tú me dan asco!!, ¡¡Muérete!!

Daryl liberó un poder gigantesco y siniestro. De a poco su cuerpo infante iba cambiando, sus extremidades iban creciendo a un paso acelerado, su cola roja se volvió de un color más intenso y la punta de su cola más afilada, sus manos empezaron a tomar forma de garras y sus ojos, se volvieron tan rojos como la misma sangre que estaba a punto de derramar, estaba claro… era imposible que en estos momentos pueda detener su ira.

Se lanzó de un momento a otro sin pensárselo demasiado, se veía a simple vista que no lo iba a perdonar y que lo asesinaría sin remordimiento alguno, pero el asesino pocos segundos antes de ser atravesado por las garras de Daryl, retrocedió considerablemente lanzándole unas gotas de veneno en sus ojos, el cuerpo entero del asesino estaba hecho de veneno, era un catalizador, por ende, si Daryl no tiene algún tipo de cuidado puede llegar a morir o al menos eso creí. No sé la ciencia detrás del cuerpo de Daryl, pero… ni siquiera el veneno que penetraba en sus ojos y envolvía su rostro era capaz de detenerlo, no le afectaba, continuó su ataque como si nada hasta conseguir atravesar al asesino, este se quedó con una expresión de terror absoluta, pero por suerte al poder convertir su cuerpo en veneno, el ataque no surgió efecto, lo atravesó sin hacerle ningún tipo de daño aparente.

–JA… jajajajaja– Empezó a reírse del alivio que sintió –Jamás podrás hacerme nada ya que estoy hecho de veneno, tus garras solo me atravesaran haciendo que tus manos se derritan– Dijo mientras continuaba con su risa.

–¡Daryl ten cuidado! – Grité preocupado.

–Vuelve...

La forma en la que decía las cosas era muy extraña, pero lo sé perfectamente, bajo mi punto de vista puede que lo que acaba de decir no tenga ningún sentido, sin embargo, para él si lo tuvo y se vio reflejado en el resultado final del combate, porque si, el combate había terminado. Daryl en el momento que dijo la palabra, “Vuelve”, provocó que el cuerpo del asesino volviera a su forma original, es decir, a la de antes de que aplicara el veneno en su propio cuerpo, dejándome presenciar una de las imágenes más explícitas que pude haber visto en toda mi vida, su mano atravesaba su estómago al completo de extremo a extremo.




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