El sótano

El llanto de Daryl duró por unos buenos largos minutos, dejé que se tomara su tiempo para drenar todas esas emociones acumuladas que estaba sintiendo para que así, consiga procesar bien la propuesta de Melisa, de hecho, incluso yo tenía que procesar de mejor manera mis sentimientos, no es como si realmente me sienta como una figura paterna, pero no me opongo a la idea de adoptar a Daryl, se nota de sobra que todo este tema de haber olvidado su identidad, su origen, y que lo único que recuerde es a sus antiguos padres, hace que no quiera dejarlo solo... después de todo, sé muy bien como se siente no tener a esos padres que tanto amábamos en nuestras vidas.

–“Yo… te protegeré… aunque te termines volviendo en un futuro mi enemigo, juro por mi vida que te protegeré, no estarás solo nunca más” – Me dije a mi mismo mientras abrazaba a Daryl.

Quería protegerlo, pero a su vez tenía un ligero miedo ya que su comportamiento en su forma adulta es peligroso, pero si lo tengo bajo mi cuidado, puede que logre cambiar unas cosas de él, de la manera en como se siente y el cómo nos ve.

El tiempo continuaba pasando, Daryl se consiguió calmar un poco y consideré que era el momento ideal para sacarme algunas cosas de duda, sobre todo con sus dos formas. En su forma de niño es muy inocente y fácil de controlar, en cambio en su forma adulta su comportamiento cambia, es más impulsivo, se deja llevar, es impredecible, pero… por alguna razón en nuestro primer encuentro no era así, se lo veía bastante comprensible y paciente, eso me confundía. Aún había muchas cosas que no entendía sobre él, por lo que no me quedó más opción que preguntarle directamente.

–Daryl– Acaricié su cabeza –¿Crees que puedas responder algunas preguntas que tengo?

–¿Uh? – Observa lloroso con algo de confusión.

–Tu… ¿Eres consciente de tu “forma adulta”? quiero decir, ¿Sabes que posees otra forma aparte de la de tu “yo niño”?

–Oh…– Dirige su mirada hacia donde se encontraba el cadáver –En realidad…– Regresa su mirada –Desde que llegué aquí no era consciente de los poderes que poseía, de hecho, me sorprendí cuando escapé de nuestra primera pelea… de cierta manera la recuerdo– Se queda pensativo –Cuando entré en aquel callejón, de la nada me transformé en un niño, pero por alguna razón, muy dentro de mi algo me decía que era completamente normal, y en ese momento también recordé algo de mi pasado, mis padres– Lagrimea –¡Quería volver a verlos, me sentía solo!... estaba muy confundido… ¿Por qué razón me puedo transformar en adulto y niño?, ¿Por qué me siento tan impulsivo al pasar a mi forma adulta?, ¿Quién era?... ¿Quién soy yo en realidad?, ¿Qué estuve haciendo todo este tiempo?, no lo sé, quiero saberlo– Se sujeta fuertemente su mano temblorosa.

–Tranquilo, respira profundo, es importante que ahora me expliques todo lo que sientes cuando te transformas… quiero poder entenderte mejor.

–Perdón… – Se limpia la cara e intenta calmarse –Si mal no recuerdo… en nuestra segunda pelea me sentía consciente de todo, llegaron ustedes y ahí descubrí que tengo un límite de energía, es raro porque pese a que olvidé todo de mí, lo único que se mantiene vivo en mi interior es la utilización de mis habilidades, pero siento que algo no cuadra, esto de transformarme… siento que nunca fue parte de mí.

–Ya veo…– Me quedé pensativo –¿Y qué me dices de ahora?, por un momento no me reconociste.

–Lo siento…– Agacha la mirada –En esta ocasión… al momento de transformarme toda mi visión se puso oscura, no veía nada, pero es como si cierta voz en mi cabeza que decía todo el tiempo que mate, que asesine, eso es lo correcto… hasta que en un momento dado escuché tu voz diciendo que si continuaba… te arrepentirías de haberme salvado, eso… me dolió– Muestra una mirada afligida –De ahí no recuerdo nada más, desperté y me propusieron ser su hijo– Sonríe –Me hace feliz ese detalle, son las primeras personas que conocí, son fuertes y la verdad, me recuerdan mucho a mis padres…

–Comprendo… eso era todo lo que quería saber, ya puedes estar tranquilo– Levanto su mirada mostrándole mi más sincera sonrisa –A partir de ahora, eres parte de nuestra familia.

–……– Vuelve a lagrimear –¡Gracias!

–¡Oh, vamos!, deja de llorar– Sonreí alegremente.

Un nuevo miembro se une a nuestra familia, me encontraba feliz y por el lado de Melisa se la entusiasmada, era de esperarse, tener un hijo es algo que tenía en mente hace poco más de un año y medio, pero por razones obvias de la futura guerra entre los monstruos y la humanidad me negué por completo. Tan solo de imaginarme lo emocionada que se debe sentir ahora mismo me hacía sonreír como un idiota. Daryl es ahora nuestro hijo adoptivo, aunque sea un niño de otro planeta y a pesar de tener unos poderes superiores a los nuestros, nada de eso importa, siempre y cuando exista un fuerte deseo y amor de por medio que nos una.

–Even… lamento interrumpir este momento, pero hay algo que e querido decirte desde que llegamos a este lugar– Dijo Lune con total seriedad.

–¿Qué es?

–Cuando quisiste irte y seguir buscando en otro lugar, escuché a una de mis hermanas comunicarse por telepatía… me decía, “Sálvala”, luego de eso intenté volver a comunicarme con ella, pero era inútil, su presencia entera había desaparecido… es por eso que…– Observa preocupado –Quisiera que buscáramos en este lugar si aun hay alguien con vida.

–Oh– Quedé sorprendió –Está bien, busquemos antes de que sea demasiado tarde.

Le pedí a Daryl y a los demás que intentaran percibir cualquier tipo de energía por más pequeña que sea, a lo que de inmediato me respondió el pequeño Daryl que sentía una energía muy débil de bajo de nuestros pies, lo que me dio a suponer que existía algún tipo de entrada que llevara a algún sótano ahora mismo nos encontrábamos en el segundo piso, por ende, no tiene sentido que el sótano. Lune se sorprendió de esta gran capacidad de detección que tenía Daryl, ya que ni siquiera él ni Lyna habían conseguido percibir nada, sin duda alguna es de mucha ayuda tenerlo con nosotros.