Hada de hielo 2

El principio de la desesperación

Han pasado tres meses desde aquel día en la que Tala y Zakia nos contaron el secreto de la unión, sin embargo, nuestra unión fue algo distinta a la de ellos, nosotros… poseemos alas, cosa que ellos no por alguna extraña razón. Debido a esto debíamos ingeniárnosla por nuestra propia cuenta, así que entrenamos muchísimo, tanto que nuestros músculos gritaban de dolor y nuestros mismos huesos parecían querer romperse. Dimos todo de nosotros en estos últimos tres meses, además, junto al apoyo de Melisa, Irene y Daryl conseguimos sobrellevar el dolor que ocasionaba el entrenamiento, también sobra mencionar que ellos no se quedaron atrás, se esforzaron mucho, sobre todo Daryl, ya que su consumo de poder era muy superior a todo, por lo que se enfocó en reducir ese consumo y controlar por completo su cambio de forma para no resultar una molestia a la hora de la batalla decisiva, que aunque ya hayan pasado tres meses, no parece haber señales de la llegada del emperador, no obstante, no podíamos confiarnos, solo debíamos volvernos más fuertes que nunca mientras aun podíamos.

–Lyna… – Mencioné su nombre mientras cansado me acostaba en el césped.

–D-dime… – Respondió agitada –¿Ahora que se te ocurrió?

–Creo que… si concentramos nuestra energía en todo nuestro cuerpo en lugar de una sola parte… podremos dividir mejor la energía.

–Pues… inténtenoslo– Alza al vuelo con las pocas fuerzas que tenía –Ponte de pie.

–¡A la orden! – Alcé la voz mientras que de un salto volví a ponerme de pie –Cada vez estamos más cerca de conseguirlo.

–¡Lo sé, sigamos con este ritmo!

–¡Si!

Mientras tanto, en la atmosfera del planeta tierra…

–Líder, ¿Comenzamos?

–Negativo, tenemos órdenes directas de que cuando lleguemos a la atmosfera de este planeta debemos comunicarnos enseguida con el emperador para informar de la situación– Mira seriamente –Por lo tanto… comunícate con él.

–A la orden– Activa el brazalete –Aquí escuadrón 456, raza ANRED, me comunico desde la atmosfera del planeta tierra, el objetivo se encuentra esparcido en los cuerpos terrenales, esperamos órdenes señor emperador.

Luego de unos pocos segundos de silencio, una voz no tan gruesa dio presencia a través del pequeño altavoz incorporado en aquel brazalete del monstruo el cual, poseía un cuerpo bastante humano, pero sumamente musculado, mientras que a sus espaldas excluyendo a su líder, se encontraban 7 monstruos de su misma raza, sin embargo, estos poseían un cuerpo más grande, sus músculos eran gigantes, eran lo más parecido a unos ogros sin mucho razonamiento.

–¿Llegaron? – Cuestiono el emperador con autoridad.

–Si mi señor, ahora nos encontramos en la atmosfera del planeta, esperamos órdenes.

–Dijiste que el objetivo se encuentra esparcido, lo cual es esperable debido a los datos reunidos de nuestro peón hacer 4 años, Dime… ¿Se están matando entre ellos mismos?

–¿Matando? – Cierra los ojos intentando sentir energías –No señor… todas las ondas de energía que emanan las hadas están en paz, no parece haber ningún tipo de conflicto.

–Con que así es… tal parece que no me mintió…

–¿Uh?

–No es nada– Suspira –Dime… ¿Sientes alguna energía especialmente fuerte?

–Negativo… aunque a esta distancia no soy capaz de sentir con exactitud todas las energías.

Interrumpe el líder de escuadrón.

–No comuniques precipitadamente… fíjate bien antes de dar la información.

–Uhm…– Cierra sus ojos –Es cierto… hay una energía que sobresale del resto, sin embargo– Observa con decepción –Sigue siendo una energía sumamente débil comparado a la nuestra.

–No hay que subestimarla por eso… por algo el emperador está preocupado con este tema desde que mandamos a nuestro peón hace casi 4 años.

Interrumpe.

–¿Y bien? – Dijo el emperador.

–Mi señor… hay una energía que sobresale del resto de humanos.

–Ya veo… dime, ¿Sientes que es una amenaza?

–Negativo… pero el líder de escuadrón insiste en no subestimar esa energía.

–……– Se mantiene en silencio –Si todo es igual a como recuerdo… será fácil matarlo, pero si algo ha cambiado con respecto… seguramente los matará.

–¿Cómo lo recuerda dice?... no comprendo.

–No es nada, simplemente mátenlo si pueden, puede resultar una molestia.

–Pero señor… ¿No mencionó que los quería con vida para la extracción de las hadas?

–Correcto, necesito con vida el alma de las hadas, pero no necesito a humanos que se hallan vuelto problemáticos y hadas que estén liberadas, mientras el hada siga viviendo dentro del humano, no podrá escapar ni hacer nada, su alma está ligada a cadenas que por ellas mismas no pueden romper… a esos humanos esclavícenlos hasta mi llegada dentro de 24 horas terrestres, mientras que a los humanos que hayan conseguido liberarlas… mátenlos… no me sirven en lo más mínimo, puesto que aquella alma tomó un cuerpo y será casi imposible volver a transformarla en alma.

–Entendido mi señor.

–Perfecto, no me decepcionen, espero que cuando llegue encuentre con al menos el 70% de los humanos esclavizados.  

–¡¡Sus órdenes son mis deseos mi señor!! ¡Cumpliremos con nuestro nuevo objetivo con creces!

–Eso espero– Cierra la comunicación.

Los monstruos estaban preparados para iniciar con el próximo ataque al planeta tierra.

–Bien… líder ¿Cómo procedemos?

–Yo esperaré aquí en la atmosfera con 2 se nuestros compañeros primitivos… llévate a 5, si te veo en aprietos iré yo con los 2 restantes– Regresa a mirar a sus espaldas –Has que los 5 ataquen en alguna zona poblada, que esta esté cerca de donde realizaras tu ataque.

–¿Mi ataque?

–Si, como dijo el emperador… no necesitamos humanos problemáticos, atacaras al que posee la mayor cantidad de energía liberada. Una vez te hayas desecho de él, procederás a que todos pierdan su deseo de luchar, recuerda que no debemos matarlos, sino esclavizarlos.




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