"El miedo y el amor solo son sinónimos en las pesadillas, y solo ahí."
New York, lunes 05 de octubre, 2015
POV PETRA
Tras una hora que pasé tocado un piano que encontré en la habitación de Thomas, bajo. Luego de tocar y de haber sentido todo el cielo que su presencia me dejó al quedarme en su habitación sola, podría caminar por las nubes porque no tengo ningún tipo de peso en mis hombros.
Siento que sus besos fueron una anestesia.
—Puede quedarse conmigo —dice despreocupado Thomas sentándose a mi lado y pasando su mano por mi hombro —. No tengo problemas en llevarla a clases y encargarme de todo.
—¡No! —responden todos al unísono, menos Hayes.
—No es como que me importe lo que ustedes piensen —declara simple, me río por lo bajo, y recuesto mi cabeza en su hombro —, aquí la única que puede decidir si se queda o no es ella, ¿Qué piensas, Petra? ¿Te quedas conmigo hasta que Ingrid venga?
—No veo por qué no.
Le resto importancia.
—No, es un rotundo no —dice Demien—. No estoy listo para ser tío.
—El madurito solo quiere tener a Petra a su disposición.
—¡Clover! —le reprendo.
—¡¿Qué?! —se burla —No tiene cara de célibe.
—¿Dónde podría estar Petra más a salvo que en casa de Thomas? no sean ignorantes —inicia —Clover, apenas aguantas quedarte en nuestra casa; Demien, vives con Jane, a quién tienes que cuidar y siempre estás fuera; Asher no está aquí, pero su familia tiene problemas económicos; Sophie, no pueden cargarla con eso cuado Salomé apenas llega a fin de mes. Así que Petra, manda a todos a la mierda y sé feliz —dice Hayes sin preocuparse —. Además, ellos hablan y hablan y hacen con su vida lo que les da la maldita gana, así que, si quieres quedarte y estar a “su disposición”, hazlo.
—Yo no dije que iba a hacer esas cosas —susurro.
—Pero si quieres puedes, así que no les hagas caso. Clover y Demien no pueden hablar de celibato.
Hayes es alto casi tanto como Thomas. Tiene el pelo negro y los ojos azules. Es una persona bastante intimidante cuando quiere, pero al menos ahora se ve como la ansiedad en sí misma.
—Hayes —advierte Clover tensa —, para.
—¿Y si no quiero qué? ¿Vas tras otro de mis amigos? ¿Quién sigue? ¿Asher?
—¡No te molestó que fuera con Mikal!
—Mikal es un menos en mi vida, tú eres mi hermana y Demien mi mejor amigo, ¡Mikal jamás podría hacerte daño porque no se lo permitirías!
—¿Y se lo permitiré a Demien? —le cuestiona cínica —Que poco me conoces, hermano.
—Siempre ha sido Demien.
—Hayes —vuelve a advertir con los ojos cerrados—, es suficiente.
—No, tienes que entender que a mí —se señala a sí mismo—, tú —la señala —no me controlas. La verdad es que, tienes al maldito mundo en tus manos, y todos hacen lo que quieres, pero conmigo no. Así que tu inseguridad de mierda, que te hace querer ser el centro de atención y controlar el mundo, ahórratela.
¿Qué ha pasado? En el cuarto, la última vez que los vi no estaban así, ¿Qué sucedió?
Roja de cólera, Clover comienza a mandar todo tipo de maldiciones.
—¿Algo que añadir? O ¿Se te acabaron las ofensas?
—Púdrete —ella plisa la falda de satén negra y su suéter de tirantes rojo—, a este punto ni entiendo que pasa por tu cabeza.
—¿Te desmoronas tan fácil, Clov?
—No tientes tu destino, Hayes —interrumpe Demien—, te estás pasando de la raya.
—No, ¿Sabes qué es pasarse? Acostarse con la hermana de tu amigo-
Thomas y yo nos miramos fijamente, esto ya no es sobre nosotros
—¿Y si yo me acostara con Jane y la tratara como una persona sin valor alguno, me aprovechara de su vulnerabilidad?
Thomas se tensa a mi lado. ¿Quién es Jane?
—Cuidado por donde vas, Hayes —advierte el pelinegro a mi lado —. Hay una línea.
—Ah, él puede con mi hermana, ¿pero yo debo respetar a Jane?
¿Quién rayos es Jane? ¿Quién se acostó con la hermana de quién? ¿Qué rayos pasa?
—Chicos —la tensión es captable. Thomas está tenso y Clover fulmina a Hayes, quién solo fuma su cigarro sin miedo, Demien... él solo observa todo como un espectáculo de un buen circo —, calmemonos, ¿Sí?
—Calmarme y una mierda. Hayes, tú y yo hablaremos esto en casa, así que ahórrate esto.
—Es que, ¡¿Qué casa, Clover?! —pregunta burlón —Esa dejó de ser mi casa hace mucho. Nunca lo ha sido.
—Creo que debemos calmarnos —intervengo…
—Y yo creo que Hayes debería callar su boca.
—¿Y si no quiero que harás? ¿Vas tras Asher? —Clover se para casi inmediatamente —Ah, cierto, ya fuiste tras Asher y él te rechazó.
—¿Qué crees que soy?
—Depende de cuál sea el significado que le des a las palabras, porque pasaste de Mikal a uno de mis amigos —miro a Hayes casi preguntándole con la mirada, él me sonríe cínico —. Clover se acostó con Demien anoche, así que ellos no pueden hablar de celibato.
Quedo en shock. Cierro los ojos y luego los abro lentamente mirando a Clover. Mi amiga fulmina con la mirada a su hermano.
—Me acabo de enterar hace unos minutos, porque los encontré comiéndose la boca.
—¿Estas en modo hermano celoso? —cuestiona divertido y relajado Demien.
—Estoy en modo “no sean doble caras”. Si Petra quiere quedarse que se quede, y si quiere irse con Thomas que lo haga. Al menos Thomas usaría un condón, no como mi mejor amigo y mi hermana.
—¿No usaste condón? —reprocha Thomas.
—Sí, bueno no. Pero buscamos la pastilla del día siguiente.
—Los condones son para más que evitar embarazos, evitan enfermedades e, imbécil, por si no lo sabías la pastilla del día siguiente falla también —explica Thomas cansado en reproche —¿Debería explicártelo con palitos?
—Yo estoy perdida...
Hayes da una calada —Deja te ubico. Encontré hace unos minutos a estos dos desvistiéndose. Mi hermana se acostó con Demien anoche y planeaban repetir, como cereza del pastel, Demien la usa para olvidar a otra chica.
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Editado: 26.09.2023