Halliester Bay Academy (academia para chicos problemáticos)

12. Dirección administrativa de pendeja profesional.

          Sigo a Shawn hasta la siguiente clase con las palabras que me acaba de decir dándome mil vueltas en la cabeza. ¿De qué cosa debería tener cuidado exactamente? Quiero decir, Landon es un acosador y me consta que no está exactamente bien de la cabeza, pero de ahí a asesino no sé. Porque siendo honesta, cuando Shawn dice "Ten cuidado" solo puedo pensar en que una noche de estas uno de esos tipos me asfixiará con una almohada mientras duermo.

          En lo que la maestra de historia se esfuerza por poner más letras en la pizarra yo juro que podría morir de un derrame cerebral por aburrimiento en cualquier momento.

          A diferencia de mí, Shawn está realmente enfocado en entender los garabatos que la señora tiene por letra y copiarlos en su libreta. Yo con suerte consigo entender que el primer grupo de jeroglíficos en la esquina superior derecha es la fecha de hoy.

         Suelto la pluma sobre la mesa con frustración. ¿Sabe qué? Sé puede ir muy al diablo, porque de verdad que no entiendo nada.

         Me cruzo de brazos.

         Shawn me mira por el rabillo del ojo y sonríe.

         Escucho que arranca un trozo de papel de su libreta, escribe algo en ella y me lo pone sobre la mesa.

         «Tranquilo, te vas a acostumbrar» dice la primera línea, mi primer pensamiento es que su letra es muy bonita "te puedo prestar mis apuntes mientras"

         Sonrío un poco.

          Tomo el mismo papel, le doy la vuelta y agarro mi bolígrafo.

         Le regreso el papel. Él verifica que la maestra no nos esté viendo antes de tomarlo.

         He escrito gracias y he dibujado una carita feliz junto a eso.

         Es bueno conocer a la primera persona agradable y sin aparentes problemas mentales en este lugar.

         Ahora yo arranco un pedazo de papel.

         «¿Cómo es que puedes entenderla?» Escribo y dibujo algunas caritas y signos de interrogación alrededor.

       Le paso el papel a Shawn.

        Al ver lo que dice sonríe con los labios apretados.

        Escribe y me lo regresa.

        «Los años de práctica, creo XD»

         Sonrío también, mientras escribo.

        «Entonces como cuantos años llevas aquí? Porque parece una habilidad difícil de adquirir. He visto jeroglíficos más claros que esto. LOL»

          Espero ansiosa la reacción de Shawn.

         Abre mucho más sus ojos azules y se lleva las manos a los labios para controlar la carcajada. 

        En medio del silencio sepulcral que llena el salón escuchamos un golpe fuerte sobre la mesa del escritorio y ambos damos un pequeño brinco en nuestros asientos. Todo el mundo ha levantado la cabeza para ver a la señora.

       Ambos miramos hacia el frente, la mujer ha dejado de escribir y nos mira.

       Diablos.

       La señora empieza a caminar entre las final con fuertes pisadas, Shawn y yo nos miramos con los ojos bien abiertos.

        Shawn me pasa los papeles, yo se los regreso y así un par de veces. De pronto ninguno se quiere hacer responsable de ellos.

       Ella cada vez está más cerca.

         —Ustedes dos —empieza la mujer, su voz es rasposa y dura.

         Ambos nos levantamos de las sillas como si hubiésemos recibido una patada en el culo, sin dejar de intentar que alguno de los dos se quede con las notas.

        Miro hacia todos lados, debe haber una forma de hacerlos desaparecer, no creo que a esta señora le vaya a gustar mucho los chistes que nos hemos echado con ella.

        —¡Ni se le ocurra! —amenaza al verme buscando alternativas con desesperación.

         Finalmente y justo cuando llega, le arranco las notitas a Shawn de las manos y me la llevo al único lugar que me viene a la cabeza, la boca.

       Después de eso me enderezo y miro a la mujer con los labios bien apretados.

      —¿Qué ha hecho? —me sostiene del hombro—Démelo —me ordena, colocando su mano libre frente a mi rostro.

      Miro a Shawn sobre mi hombro, parece horrorizado.

      En lugar de hacer lo que la señora me ordena, empiezo a masticar hasta que mi saliva convierte el papel en nada más que una masa mojada que más tarde, y como única alternativa, me propongo a tragar. Es eso o escupirle la bola en las manos a esta mujer, cosa que sí que estoy segura no le va a gustar.

       Ella abre más sus ojos miel.

        —¡Deme eso en este instante, jovencito! O ambos irán a ver a la directora —me advierte.

       Me he convertido en el centro de atención.

        Aunque la masa es blanda me cuesta hacer que baje por mi garganta, pero lo consigo, y debo decir que ha sido una sensación asquerosa, siento que me he comido un pañal sucio.

         ¿Qué es esto? A mí no me des estas porquerías, zorra. Es lo que me imagino me dice mi estómago, porque la idea de digerir el trozo de papel no parece hacerle mucha gracia y siento como todo vuelve por mi garganta.

          Pongo los ojos en blanco mientras mis tripas se quejan.

          —¡Sáquelo de una buena vez! —ella me remenea.

          No, por favor, no.

          No puedo desviar las arcadas y finalmente pierdo el control de mis intestinos.

*   *   *

         Shawn viene desde el fondo del salón con el zafacón en las manos mientras me observa con los ojos entornados y el ceño fruncido. Es la imagen viva del auténtico desprecio.

       Fuerzo una sonrisa con todos los dientes.

       —¿Lo...siento? —balbuceo encogida de hombros.

        Gracias a mí y a mi bocota aquí tenemos que quedarnos hasta que este lugar brille y no quede una sola goma de mascar bajo las mesas. Esa es la razón por la que tengo los dedos pegajosos y ganas de morir, bueno no, las ganas de morir ya las traía de antes. No feliz con esto, la vieja loca de los garabatos nos ha hecho una cita con la directora, es que bueno, me imagino que nadie le vomita en las manos en frente de todos con frecuencia.




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