Capitulo 2.El trabajo.

Al día siguiente Irney se despertaba para poder trabajar, pero antes cuando ya estaba listo se encontró con sus hermanos Héctor y Darío que no se llevaban muy bien con él, puesto que su madre lo quería más a él, y él además tenía como pareja a la joven más bella del pueblo, y pues a sus hermanos varios años mayores que él, no les agradaba la idea de que el tuviese eso.

-Vaya, Irney, ¿porque sigues aquí? No soporto ver tu cara.

-No entiendo como alguien como Leslie está contigo.

El joven los ignoraba, pero ellos no paraban, hasta que apareció su madre.

-oigan, dejen de molestar los 3 y largo.

Cada uno se fue a su respectivo trabajo, mientras Irney, pasó por la casa de Leslie y se la encontró barriendo la entrada de su casa.

La joven Leslie se levantó y se puso a hacer los oficios de su hogar, mientras su madre partía a su pequeño local a trabajar, mientras barría el andén de su casa se encontró que su pareja venia hacia ella y lo saludo.

-hola, buen día

-buen día a ti preciosa.

La pareja de jóvenes se dio un beso.

-oye cariño, té pregunto, en donde es que trabajaras, ayer no me dijiste, solo me dijiste que...

-ah, perdona, trabajare donde Luciel un nuevo habitante del pueblo, su casa es hermosa y me pagara 50000 al día...

-Luciel?, un hombre alto, ¿de piel pálida y ojos rojos?

-¿sí?, como lo sabes, lo conoces?

-si. Lo conocí hace un par de días…

-oh que bien, bueno no te quito más tiempo, ve a trabajar que yo también tengo cosas que hacer.

La joven se despidió de su novio con un beso y termino sus quehaceres, para luego salir al centro a comprar los alimentos. La joven todo el día se mantuvo ocupada y el tiempo se le fue volando...había terminado todo y ya solo descansaría para mañana a empezar a trabajar.

Mientras en una bonita y lujosa casa se encontraba Luciel quien mando a preparar los implementos para que Leslie empezara a trabajar, mientras se sentaba a pensar uno de sus sirvientes le sirvió y liquido de una fina y cara botella, que, a plena vista hacia dudar de su contenido, pero si se le miraba de cerca se daría cuenta que era sangre, si, sangre aquel hombre bebía sangre como si fuera vino...

Él se relajó en su sofá y degustaba el sabor de la bebida que tenía en sus manos, después de todo el día estar encerrado salió de noche como siempre y se acercó al pequeño bosquecito a las afueras de la ciudad mientras que en su mente solo se dibujaba la imagen de aquella mujer y sus ganas de querer verla no cesaban, tanto que su cuerpo  se comenzó a calentar, el bajando la vista hasta sus pantalones, sonrió de manera sarcástica, a parecer aquella chica despertaba en él un sentimiento que nunca había sentido y eso le gustaba, la quería, pero solo para el...

Irney se encontraba en su trabajo por la tarde y se tomó un descanso, su trabajo era el de construcción y estaba construyendo un local y ya estaba, cansado, pero sabía que todo esto valdría la pena, por eso Continuo su trabajo y al terminar su jornada, recibió su paga y sonrío con satisfacción, al llegar a su casa, su madre estaba despierta esperándolo y al verlo así supo que pasaba y extendió su mano, el chico al verla su sonrisa se desvaneció y ya sabía que quería, pero no lo haría.

-hijo, necesito dinero para unas cosas de la casa.

-no, mama no soy bobo los servicios y la comida, ya están cubiertos, esto lo ahorrare para ayudar a Leslie ya te lo dije y además he estado pensando en mudarme para acortar mis gastos y poder seguir ahorrando, mis hermanos te ayudaran, así que buenas noches, no discutiré contigo estoy muy cansado.

La mujer se quedó sorprendida con eso, y estaba a punto de regañarlo, pero este ya se había ido.

 Al día siguiente la joven se levantó temprano y se preparó para su trabajo, al llegar se quedó nerviosa en la puerta hasta que le abrió el, y la saludo.

-hola, me alegra verte.

-hola, Luciel o debería decir ¿jefe?

-jajá, no claro que no...

La joven entro y se sorprendió, en su vida nunca vio una casa como esa.

-oye por cierto, ¿cuántos años tiene?

-ah, yo 16, falta poco para cumplir 17...

-16, woo, yo pensé que tendrías 20 o...

-cómo, me veo tan vieja.

La joven se puso algo triste.

-que no te ves hermosa, solo que por eso mismo te ves más madura y pues pareces solo un par de años más grande pero no vieja, jajá, eso nunca, bueno.

-ok.

Ambos se adentraron en la cocina y él le dio las indicaciones y su uniforme y la joven le comento.

-muchas gracias, y como aún falta un mes para mis clases, pensé que, si trabajase todos los días con un horario completo, ¿puedo?, claro solo mientras entro a clases, después, solo los fines de semana.

-Um, me parece excelente, claro que sí.

En su mente se encontraba re feliz pues así estaría cerca de ella, la verdad el no necesitaba otra trabajadora en su hogar había más que suficientes, el solo quería estar cerca de la chica.

Leslie comenzó con sus labores, tranquilamente, mientras Luciel se encargaba de sus asuntos y a veces la observaba, debes en cuando hablaban y ella se enteró del porque él estaba aquí.

Mientras en otro lado se encontraba Irney trabajando y a la vez pensaba en poder mudarse de esa casa porque su madre, por más que fuese su madre en estos momentos era insoportable y solo le reclamaba su decisión de ayudar a Leslie, en su descanso pensaba en cómo le iría a Leslie en su trabajo.

En un local se encontraba doña Cornelia trabajando, aunque en este día solo vendió un par de platillos. De repente apareció la madre de Irney doña teresa, la cual le dijo.

-doña Cornelia, quería hablar con usted y sé que…

-mire doña teresa, como ve estoy ocupada y si me viene a hablar de su hijo le digo que mejor se vaya y no me moleste.

-mire, respete que usted y yo no somos iguales, y no, no vengo a hablar de mi hijo, si no de su estúpida hija.