Han pasado trece días desde que Lisa, no nos hablo más y se quedo profundamente dormida. El doctor cree que mucha información de golpe, y producto de un shock debido al choque, hizo que la conmoción en el cerebro de ella, fuese tal que la ha desmayado.
Estos doctores de hoy en día, solo saben darte malas informaciones y uno debe andar por la vida buscando respuestas a lo que claramente, según científicos, la ciencia ha respondido. Pero a parte de pensar en ideas como éstas, no puedo hacer más nada.
Kato vino a visitarme un par de veces, tal vez 4 días, en lo que llevo viviendo prácticamente en el hospital. La madre de Lisa, por otro lado, cuando siente que no aguanta más verla a Lisa, acostada inconsciente, se retira con lagrimas en sus ojos y me da unas cuantas palmadas en la espalda.
¿Qué debemos hacer? ¿A caso Lisa no despertará? Por qué tuvo que sucederle esto a una persona tan maravillosa como ella, habiendo cientos de malas personas en el mundo gozando de la libertad y haciendo destrozos por donde se crucen.
Quisiera vociferar a gritos y que todos aquí en este lugar me escuchen, que me lleven lejos y me expliquen realmente con claras palabras cuando despertará de esa cama, la mujer que amo. Pero todo aquel que me cruza, ya sea enfermero, doctor, paciente o persona que acude aquí, me mira con ojos perdidos, como si sintieran por lo que estoy pasando.
Así llegó el invierno, días grises y suaves lluvias golpeaban cada parte de la ventana en la habitación de Lisa. La observaba siempre y le hablaba, le conté como fue mi día, los chistes de un enfermero con el cual había comenzado a hablar hace no más de 3 días, los chismes que pasaban por el hospital, las noticias, las cosas que, hacia su madre, etc. Y ella siempre dormida, aunque algo me decía que, de alguna forma, me estaba escuchando y eso me alentaba a no bajar los brazos.
Las noches se volvían largas y el café es la única cosa que me mantiene alerta por si algún momento Lisa despierta. Las horas pasaban y con ellas, los llantos de su madre desesperada y apretando las manos de Lisa, rogándola para que despertará. Pero todo sigue igual, ella sigue ahí, inmóvil y dormida.
Ohh, me he quedado dormido. Y me desperté con un fuerte dolor de espalda, debido de los incontables días que paso durmiendo en este sillón. Aunque es suave y cómodo, la madera pareciera como si sus respaldo y brazos, me lastiman las costillas y espalda. De verdad es muy desagradable, sientes como si un vehículo te haya pasado por arriba. Me siento como una alfombra muy pisoteada.
Pero todo lo vale, cuando la observo. Realmente ustedes no tienen una sola idea y mucho menos se imaginan lo hermosa que es dormida, sus ojos azulados muy grandes no los puedo ver, pero siento como si me observaran a través de esos parpados caídos. De verdad, su cara es tan hermosa, que sus pestañas largas combinan a la perfección con unas cejas arqueadas. Sus piernas delgadas y fuertes demuestran que pueden aguantar todo el peso de ser la mujer más bonita en este planeta, siendo cubierta por un vestido muy elegante.
Ahora que estoy detenido, pensante ante tan majestuosa obra de arte, recuerdo su carácter y quiero describir cómo es posible que ella haya llamado por completo mi atención. Cabe destacar que me enamore a simple vista como si mi vida dependiera de sus frágiles y suaves manos, como si mi corazón pusiera ante unos escudos ante el sufrimiento de la vida y si la misma fuera cubierta por tan agradable alma. Siempre ha sido alegre y simpática, jamás quiso llamar la atención porque ella detestaba eso, muy trabajadora, era imposible que se enojara aún cuando me lo merecía. Es muy atrevida, siempre quiso causar la primera impresión en cualquier cosa que realizara. Muy exigente e inteligente sabía como actuar cuando el momento lo requería. Quiero finalizar esto, diciendo que ella realmente se parece a un ángel, de esos, que nadie los nota hasta que resplandecen con tanto brillo, que aquel hombre solitario y energías puede perder la vista, incluso hasta los animales paran su camino y levantan sus cabezas mirando al cielo, buscando el sitio que los lleve hacia esa luz que ilumina la vida silvestre, que toca corazones desde lo lejos, que demuestra esperanza a los perdidos y ahuyenta todo mal existente sobre la tierra. Ella causa eso, aunque por el momento esta dormida, creo que las cosas no pueden estar mal, ella nos da esperanzas de vida.
Paso así otro día eterno, ante la imagen del amor dormida profundamente en un coma del cual quien sabe, si despertaría. Me pase largas horas durmiendo a su lado, despertando y bebiendo café hasta el cansancio. De pronto mi teléfono comenzó a vibrar, Kato me estaba llamando.
Hanzo: Hola, ¿qué paso Kato?
Kato: Creo que tengo una solución a tus problemas. Contacte con alguien importante de los suburbios…dicen que es una bruja especializada en hacerte teletransportar a la memoria de las personas.
Hanzo: ¿Una bruja? ¿Teletransportar a quién?... ¿Dónde estas Kato? Ven ya mismo aquí.
Kato: No, Hanzo. Eres tú quien debe venir. No me lo creerás si solo escuchas. Toma un taxi y ven hasta el lugar que te indicare por mensaje.
Cortó y aunque estoy un poco perdido por lo que me dijo. Debo buscar una solución a esto, quiero estar con Lisa y no puedo solamente esperar a que un día despierte… la extraño, la necesito aquí conmigo.
Bajé lo más rápido que pude a la planta baja, entre humos de cigarrillos e historias acerca de anécdotas del pasado que un buen taxista tuvo en su juventud, me acerqué al grupo y pedí a uno, que me llevara hasta cierto lugar.
Taxi: ¿Cuál será la dirección jovencito apresurado? Me dijo, mientras se acomodaba en su asiento y colocaba el cinturón de seguridad.
Le mostré el mensaje, porque la calle tenia un nombre casi imposible de mencionar.
Abrió sus ojos, se quedo helado, agarro sus anteojos y volvió a leerlo. - A caso estás loco- Respondió mirándome. Las personas hace tiempo no van a ese lugar, allí vive la Bruja Roberta Taylor.