HARMONÍA I:
Solsticio de Verano
Por
WingzemonX
Capítulo 04
Situación Bajo Control
Shining Armor, uno de los Tres Capitanes de la Orden de los Caballeros Divinos de Equestria, había salido una semana atrás a una expedición por los territorios del oeste, y ahora él y sus hombres volvían sanos y salvos a Canterlot. El Capitán venía acompañado de alrededor de veinte hombres y mujeres, todos miembros de la Orden. Todos ellos usaban armaduras no muy ostentosas, de colores dorados y azules, y capas blancas; tanto las armaduras como las capas se veían algo gastadas y sucias tras estar una semana fuera. De hecho, todos se veían algo agotados, pero ni así agachaban sus cabezas mientras avanzaban del portón hacia el área de las caballerizas.
Shining Armor Sparkle marchaba al frente. Era un hombre alto, de hombros anchos. Tenía la piel totalmente blanca, ojos serenos color celeste, y el cabello azul algo largo hasta sus hombros. Tenía un rostro de perfil elegante, y un porte singular, incluso en su forma de montar su caballo. Su armadura era un poco distinta a la de los demás; era morada y dorada, pero portaba la misma capa blanca que el resto. Atada a la silla de su caballo, de su lado izquierdo, llevaba una espada de empuñadura dorada y funda azul, también con decoraciones doradas. De todos, parecía el más pensativo mientras avanzaban.
Al llegar a los establos, Shining Armor fue el primero en bajar de su caballo. Cuando sus pies tocaron el suelo, se permitió soltar un pequeño suspiro. Estaba exhausto, pero no era momento de demostrarlo. Desató su espada de la silla del caballo, y se la colocó a su costado. Viró hacia el resto de los Caballeros que venían con él, buscando a uno en especial.
- Flash Sentry. – Pronunció con algo de fuerza para que lo oyera.
Un joven caballero que estaba retirándole su silla a su caballo, se viró rápidamente sobre su hombro al oír su nombre. Sin espera, y reconociendo la voz de su capitán, se dirigió de inmediato hacia él. Era un joven alto, de complexión normal, piel de color amarillo claro, cabello azul corto, peinado hacia arriba, y ojos de un tono muy similar al de su cabello.
- Señor. – Saludó con respeto, parándose frente a Shining Armor con firmeza y colocando su puño derecho sobre el peto de su armadura.
Shining Armor miró al joven unos momentos, y luego le sonrió.
- Lo hiciste bien en tu primera expedición, Flash Sentry; te felicito.
- Muchas gracias, Señor.
- Tus movimientos con la Espada Mágica son impresionantes. Antes de que sea el Festival, quisiera probar de nuevo esas técnicas contigo, si te parece bien.
- ¡Por supuesto! – Exclamó de golpe sin poder ocultar su emoción, aunque luego tuvo que contenerse. – Es decir… Cuando usted lo desee… Señor.
- Hazme un favor. Lleva mi caballo a su lugar, y luego puedes ir a descansar. Necesito ir a hablar a Lady Celestia.
- Enseguida.
Flash Sentry tomó las riendas del caballo del Capitán, y comenzó a guiarlo hacia los establos para desensillarlo y colocarlo en su cajón. A su vez, Shining Armor se disponía a entrar al castillo, pero los gritos de una voz más que reconocible para él lo hicieron detenerse unos momentos.
- ¡Hermano!, ¡Shining Armor! – Oyó que decía con insistencia.
Al girarse levemente hacia su derecha, divisó la inconfundible figura de su hermana menor, Twilight Saparkle, que se abría paso entre los caballos para acercársele.
- Hola Twilight, ¿qué haces aquí? – Le preguntó con un tono neutro.
- ¿Cómo que qué? – Exclamó con un pequeño puchero al llegar ante él. – Viene a saludarte, ¿qué más? Qué bueno que volviste con bien. ¿Cómo estuvo tu misión?
- Normal, supongo…
Twilight no tardó mucho en darse cuenta de que algo raro pasaba. Las respuestas de su hermano no parecían como de costumbre. Se veía un poco cansado, quizás era eso. Pero parecía ser algo más… Como si algo le preocupara.
Cuando estaba a punto de preguntarle al respecto, Spike se les acercó corriendo lo más rápido que le era posible.
- Al fin… Te… alcancé… - Resopló agotado, antes de dejarse caer como roca a los pies de Twilight. – Hola Shining Armor… Bienvenido de regreso…
- Hola Spike, ¿cómo va todo? – Le preguntó el Capitán con una leve sonrisa.