Perspectiva Alex
Todo iba bien en la vida de los Russo la familia estaba unida y feliz. Hasta la tía Megan hizo las pases con la familiar,a Justin le encantaba ser el director del Tec de Magia y estar comprometido con Julieta que decía ser el amor de su vida, su alma gemela. Max cada día más le gustaba aprender sombre el negocio familia, pero no conseguía novia para presentarnos como su pareja oficial y eso preocupaba a Mamá. Harper acaba de sacar su linea de ropa,logrando con ello rentar su primer departamento.
En cuanto a mí estoy a punto de sacar mi exposición de arte callejera, me he vuelto más responsable y amable después de los acontecimientos con la otra Alex, decidí ayudar más con los que aceres del hogar. Puede decir con toda la confianza que me he redimido
—[¡IMPRUDENTE¡]— grito enfurecido unas de mis víctimas que fue empapado por mis globos de agua.
Bueno, mentí no me he redimido del todo aunque no sé sería yo si dejara de hacer bromas y búrlame de las personas. Aunque he mejorado ahora soy más consciente de mis actos, según mis padres y Harper he madurado.
En cuanto Masón y yo aun estamos juntos, y viene a verme cada que puede, ya que su trabajo como Profesor de arte lo tiene muy ocupado.
//Si hubiera sabido en ese entonces que mi vida se podría de cabeza, esa mañana de agosto, me hubiera preparado un poco más, pero como adivinaría lo que acontecería en un pasado donde "se suponía que íbamos a estar a salvo". Aunque en la actualidad, ya no soy una Russo y estoy en esta guerra apunto de perderlo todo, volvería a repetir esta nueva vida nuevamente...//
Estaba recostada en mi sofá ojeando una revista de modas de esas que tanto me gustaban. Cuando una voz detrás de mí pronuncio mi nombre en un susurro, haciendo que me sobresaltara, era aquel pelinegro de ojos azules insoportable que siempre se presentaba con aires de superioridad, pero esta vez se veía derrotado y con semblante decaído como si una parte de el se hubiera ido.
—Alex, debemos irnos y dejar todo atrás— expuso en un susurro con voz entre cortada, haciendo que me estremeciera.
Me quedé perpleja, paralizada en mi lugar sin saber que hacer, ni que pensar ¿por que tendríamos que irnos? (esto es una broma pensé). Pero porque Justin, bromearía con algo tan serio y el solo lloraba sin parar, mi cabeza estaba por explotar, fue cuando decidí preguntar
—¿Justin, a donde y porque tendríamos que irnos? — le pregunté tomando su rostro entre mis manos, su cara se entraba enrojecida mojada con sus lágrimas
Le busque un baso de agua mientras intentaba recomponerse, al tomarse el vaso de agua se levantó con pesadez del sofá y empezó a limpiar sus lágrimas pasado sus manos torpemente por su rostro e intento cambiar su semblante a uno serio sin suerte.
—Hay un hechicero que nos delato con el gobierno y nos están cazando Alex, uno por uno como si fuéramos animales, si no hacemos algo ahora nosotros y los demás hechiceros estaremos en peligro— me explicó mientras desviaba la mirada.—Pensé en irnos al pasado, si no estamos aquí no sabrán que existimos.
—[¡¿Quienes?!]—exclamé exaltada.—¿Que pasara con Julieta, Masón, Harper, nuestra vida y nuestra familia?. — lo bombardeé con preguntas , siento como nudo se formaba en mi garganta
—El gobierno ha descubierto el Mundo mágico y a los hechiceros..... — hizo una pausa para tragar saliva.—Estaremos bien, aunque tengamos que acostumbrarnos a otra ciudad y a otro mundo, en cuanto Masón, y Julieta no podrán venir con nosotros, no sabemos que encontraremos allí y a los peligros que nos expondremos.
—Y con relación a Harper, si la quieres debes sacrificarte, sabes muy bien que ella te seguiría a cualquier parte, pero ella tiene una vida aquí, no puedes arrebatársela sólo por que sabes que no puedes vivir sin ella— explicó el pelinegro con pesar mientras acariciaba mi cabello
—Aunque me duela tienes razón, ella ya se sacrifico mucho por mi y ha estado en miles de peligros por quedarse a nuestro lado— acepte en ese momento que tendría que despedirme para siempre de ella.
Empecé a sentir que me faltaba el aire, como si todo mi vida se hiciera trizas y yo no podía hacer nada, coloque mis manos en mi rostro cubriendo mis ojos tratando de mentirme (este es solo es un mal sueño) me decía a misma me decía una y otra vez.
El pelinegro me envolvió en un abrazo, después de ver que había rompido en llanto, desconsolada mente al escuchar aquel triste relató.
—Sacamos algo bueno de esto — comentó Justin tratando de consolarme
—¿Que?— pregunté con sarcasmo, levantado mi rostro y mirado a los ojos con el rostro empapado de lágrimas, pensando que nada bueno saldría de esto.
—Todos los hechiceros que perdieron sus poderes en la competencia se le sera devueltos. — dijo el pelinegro con una sonrisa forzada.
—¿Y crees que eso me hará sentir mejor?— le cuestioné entre lágrimas
—Tienes razón, creía que si lo decía en voz alta a mi me haría sentir mejor y te haría sentir mejor, pero no funciono— se cuestionó.— Ahora debo irme a darles las noticias a papá y mamá— me indicó mientras se ponía de pie nueva mente y abrió la puerta, pero antas de atravesarla, se dio la vuelta
—Y Alex, creo que deberías ir a despedirte, luego tendrás tiempo de llorar, yo ya lo hice— mientras lo decía una lagrima callo por su mejilla, rápidamente se la limpió y se recompuso, aclaró su garganta...
—No olvides que te quiero hermanita— dijo el pelinegro antes de desaparecer por la puerta.
Al quedarme sola no pude evitar seguir llorando, mientras ahogaba mis gritos con una almohada mi llanto no cesó hasta después de una media hora. Cuando pude recomponerme y levantarme del sofá para buscar mi teléfono para contactar a Harper y a Masón, para pasar todo el día justo, (si este va a hacer mi ultimo día con ello, haría que fuera especial).