El frío otoño y las pijas cayendo de los árboles es lo que adornaba mi camino a la universidad, froté mis manos para darme un poco de calor, sentía que cada extremidad del cuerpo se enfriaba y se adormecía.
Los locales comenzaban a adornarse con calabazas y adornos célebres a Halloween. Cuando vi la característica entrada de la universidad corrí y me adentré hacia la cafetería.
La brisa caliente del lugar rápido comenzó a desaparecer el frío de los músculos, mientras yo me acercaba a la barra a pedir un chocolate caliente.
Mientras esperaba mi pedido, tome asiento en una, delas mesas junto a la ventana, saque mis notas y comencé a estudiar, la noche anterior apenas las había mirado.
Comencé a juguetear con la pluma, por alguna extraña razón me sentía nerviosa, traté de concentrarme en lo que hacía, cuadro escuche la voz del chico anunciando que ya estaba mi pedido.
Levante la mirada y sonreí como tonta al observar a Aron parado enfrente de mí con mi vaso.
—¿¿Alguien ha pedido un café??—Bromeo.
Solté una risita nerviosa.
—¿En que momento, has llagado?— Lo invite a sentarse.
—Te he visto entrar y decidí seguirte—Se encogió de hombros.
— ¿Acaso quieres saber cuál es mi plan para conquistar el mundo?— Comencé a bromear.
—Sorpréndeme
—Mm... Mi primera opción era secuestrar la luna, para que toda la humanidad se rindiera ante mí, y ser la única autoridad.
—Gran idea, déjame adivinar utilizarás un rayo escogedor.
—Me has atrapado— Ambos no aguantamos y comenzamos a reír.
Me gustaba la forma en la que era con él, la comodidad en la que podíamos bromear sobre algún tema, o ponernos serios en otros asuntos.
—¿¿Tienes planes hoy??—Pregunto, mientras yo Romana un sorbo de chocolate.
—No, bueno...
—Perfecto, pasó por ti en la tarde— se levantó y antes de irse me dio un beso en la mejilla.
Después de terminarme mi chocolate y estudiar, fui a mi clase, traté de ignorar a Cole durante la clase, me sentía un poco incómoda después la noche anterior.
Sabía que tendríamos que hablarlo y dejar en claro las cosas, pero hoy no sería el día, por eso al terminar la clase, salí disparada del salón.
Al finalizar todas mis clases, espere a Camila en la entrada, hoy ella no tendría tres clases y quería ir a comer fuera de casa, tenía bastante tiempo que no hacíamos eso salir y dar un paseo.
En cuento llegó conmigo, comenzó a hablar de su maestra de diseño, y cuánto la odiaba porque cada que ella le mostraba un diseño, ella lo rechazaba o le ponía menos puntuación.
Debo admitir que su maestra es injusta con ella, yo he visto los diseños que ha realizado, y realmente talento y le veo un futuro siendo una gran diseñadora y no es por ser mi amiga.
Caminamos por la avenida donde hay varios locales de comida, al final decidimos entrar en uno de comida francesa, realmente no sabía lo que pedí solo me deje llevar por las imágenes, y por la mirada de la camarera que me miraba como si odiara su trabajo.
Mientras traían la comida seguimos hablando de la escuela, clases y todo lo que había pasado esa semana.
—¿Entonces tú y él, ya regresaron?— Pregunto antes de comer un poco de pasta.
—Aún no lo sé— Respondí sin mirarla— No se que es lo que tenemos, pero me asusta— Me sinceré.
—¿Por qué te asusta?—Dejo su tenedor a un lado para de tratar en la conversación.
—Tener una relación, eso me asusta, después de todo lo que pase en años me aterra entregar todo de mí y que al final algo salga mal y volvamos a alejarnos.
—Trató de entender lo que dices, sin embargo, si no dejas que ocurra, como sabrás que él no es el indicado, todo en la vida sin experiencias y tenemos que vivirlas para ser más fuertes.
Me quede pensando en sus palabras mientras terminábamos de comer, posteriormente de salir del restaurante caminamos de regreso a la residencia.
Trate de cambiarme de ropa, elegir algo muy cómodo porque no sabría a donde iríamos, esta era nuestra primera salida juntos luego de tanto tiempo y me sentía nerviosa.
Saque de mi armario un vestido con flores otoñales, mis medias negras y botines negros, también tomé un abrigo tono arena.
Cuando termine de colocarme brillo en los labios, se escucharon unos pequeños golpes en la puerta, me miré por última vez en el espejo y salí a abrir.
Para mi sorpresa él ya se encontraba dentro sentado y así lado Camila, medio, Gracia la expresión de Camila, parecía como un padre cuando conoce al novio de su hija por primera vez.
—¿Que sucede aquí?—Pregunte curiosa.
—Solo hablaba con Aron de unas cosas—Ambos compartieron una mirada—Pero bueno, Los dejó solos— Comenzó a caminar para su habitación, pero antes nos miró a ambos— Cuídense porque no quiero ser tía tan joven.
Mis mejillas se enrojecieron con lo que Camila había dicho y me daba ahora pena mirarlo— Que graciosa es Camila—Agregue.
—Si, siempre ha sido muy bromista— Hubo un silencio que no se sentía incómodo.
Cuando por fin lo miré, me quede pasmada por lo bien que se veía con esa gabardina negra y sus pantalones del mismo color, ahora me encantaba ese color.
—Estás muy hermosa— Hablo muestras se ha cercana a mí.
Me sonrojé y por alguna extraña razón sentí un cosquilleo en el estómago.
—Tú también te observas muy bien—Conseguí hablar cuando él la se encontraba enfrente de mí.
Nuestras miradas se unieron en una sola, y solo contemplé como él se acercaba más a mí y mis labios se abrieron esperando el beso, pero él muy malvado me lo dio en la mejilla, y con una sonrisa traviesa me tomo la mano.
—Es hora de irnos.
Tome mi celular y bolso y salimos de la residencia, la noche estaba un poco fría, por suerte él abrigó no dejaba pasar el frío.
Él me pegó más a él y caminamos hasta donde se encontraba su auto, me abrió la puerta del copiloto, y entre en el auto.
Editado: 12.06.2024