No se como conseguí dormir la noche anterior, pero cuando desperté, Aron me miraba con ternura, mientas pasaba su mano por mi desordenado cabello.
—No quería despertarte—Hablo.
—No lo has hecho tú a sido el sol—Hable aún con voz somnolienta.
Comenzó a darme besos por todo mi rostro hasta llegar a mis labios y detenerme ahí, podía sentir su felicidad, pero no sabía porque.
—Alguien se ha despertado de buen humor— Bromeé.
—Lo estoy—Jugueteó con mi cabello.
—¿Se puede saber el porqué?—Pregunte curiosa.
—Mmm—Se hizo el interesante— Porque te amo, y también porque me han aceptado para hacer unas prácticas una clínica.
Me sentía feliz por el, cualquier cosa que lograra, así será que no estuviera físicamente con él me pondría feliz, porque realmente se lo merece.
Lo abracé con fuerza y comenzamos a besarnos.
Nunca me gustaron los sobre nombres cariñosos entré parejas realmente me parecía ridículo tener que llamarlo, de alguna forma que no fuera su nombre pero con él, no me importaba hacerlo.
—Felicidades cariño...
Hundí mi rostro en su pecho para que no observara mi vergüenza.
-¿Cariño?— Habló sorprendido.
—No te gusta—Mi tono de voz fue más dolido de lo que espere.
—Claro que me gusta, me gustas...
Comenzamos un juego infantil de esconderse en las cobijas para que él no viera lo roja que me encontraba.
Después de ducharnos, claro cada uno por separado-aclaro- decidimos salir a desayunar para celebrar la buena notica, buscamos un lugar donde sirvieran aún desayunos, ya que era un poco tarde.
Al final entramos a una cafetería, ambos pedimos un desayuno sencillo, el jugo de naranja y yo una taza de café, ambos pasamos comiendo y charlando más sobre sus prácticas, en las cuales el me contó que sería en una casa hogar de niños, que por distintas causar fueron a parar ahí, y él se encargaría de ayudarlos a integrarse de forma correcta, tratarlos, etc.
Mientras lo escucho con mucha atención y disfruto de mi comida, atesoro todos estos momentos.
Nuestros momentos...
No se si esto solo es una momento que formará parte de todo lo que viviré en mi vida, pero se que es de los mejores por el simple hecho de que él esta.
Salimos del restaurante, enlazó nuestras manos y camino por la avenida, que está menos transitada.
Por un pequeño momento, todo a mi alrededor desaparece y solo somos los dos, dos jóvenes aprendiendo a amar, tomados de la mano creciendo en esto que llaman vida.
—Quiero un helado— Habló para llamar su atención.
Sin detener su caminata responde—Por haya está una heladería— señala el camino— vamos.
Camina decidido a la heladería.
—Espera— Me quedo parada en mi sitio, mientras recibo una mirada extraña de él.
—¿No quieres?— Sueña confundido y trata de comprender mi expresión.
— Si, si quiero — Comienzo a explicar— Pero no de ahí, yo estaba pensando, ir a un parque de diversiones.
Sin pensarlo, caminamos hasta el carro y condujo al parque , cuando llegamos pasamos gran parte de la tarde en los juegos mecánicos, como sabía que a él le aterraban las alturas así que decidimos no subir a las que eran de ese estilo.
llegamos por mi helado, y caminamos por el parque tomados de la mano, mientas mirábamos las distintas atracciones, cuando el comenzó a correr ,yo sostuve mi helado para que no callera, mientras corríamos, cuando por fin paro negué con la cabeza al ver donde quería entrar.
Mala idea haber venido...
Como el sabia que a mi no gusta nada de lo que tiene que ver con lo paranormal y miedo, me arrastro a la casa de los sustos, en donde me aferre a su brazo y al él eso pareció no molestarle y divertirse con ,mi gritos y gestos de miedo.
—Que miedosa saliste - Susurro en mi oído, con tono burlón de enserio estar disfrutando eso, el caminaba normal y disfrutando de su helado.
Cuando por fin termino mi sufrimiento y abrí los ojos, ya nos encontrábamos fuera de ese lugar, y mi helado había desaparecido, y recordé haberlo aventado a un payaso que salió de la nada.
Pobre helado...
Al final el me compartió del suyo y mi sonrisa se volvió a formar, no se que es lo que tienen o hacen los helados e los parques de diversiones que saben muy diferentes, pero lo mejor es con quien vallas.
Sabia que tenia que vengarme de el por hacerme entrar a la casa de terror, pero no quería hacerlo sufrir demasiado, así que esta vez fue mi turno y lo tome del brazo y comencé a correr con el, hasta llegar a una lancha donde era probable que saliera mojado, me forme detrás de una pareja, mientras el no me mira de buena manera.
-Estas consiente que ambos saldremos mojados de aquí y no traemos otra muda de ropa extra, que yo no tengo problema en verte mojada o sin ropa-golpee su brazo ante eso ultimo- o también podemos resfriarnos o... - Comenzó a parlotear mientras esperábamos en la fila.
cuando era el turno de pasar, deje que el se sentara primero, baje la seguridad del juego y con una sonrisa burlona lo mire.
-¿Quien dijo que yo iría contigo?- Rei por lo bajo- Nos vemos abajo
-Mili...-Me hablo, y yo solo lo miraba mientras el juego comenzaba.
Como me lo espere cuando apareció a mi lado llevando la ropa empapada, y no pude evitar reír al ver su rostro de mal humor. Comenzaba a oscurecer, la temperatura baja, ocasionando que el frio se haga insoportable, en las noticia han dicho que el frio este invierno será peor que los años anteriores, y comenzara a nevar antes de lo previsto.
No quería que el se resfriara así que regresamos al auto, mientras el manejaba yo ponía la calefacción y disfrutaba del hermoso atardecer. En la radio se escuchaba Dusk till dawn de Zayn Malik, y no pude estar mas feliz.
No se que es lo que el tiene, pero cada que estoy a su lado me siento en paz, me ahogo con las sensaciones que se producen en mi, que corren mis venas, dejando la sensación de plenitud y eso es lo mejor que una persona puede causar en ti.
Editado: 12.06.2024