La peor sensación que una persona puede sentir es perder todo en un momento de tu vida y eso es lo que yo sentí.
El tenerlo todo y de la nada caer de una pendiente ...
Ese día no entre a clases, me encontraba muy estresada, sabia lo que me podía afectar eso pero...no me importo.
Aron se aseguro de que llegara bien a casa y regreso a sus clase, pero antes le suplique que no era necesario que se quedara, ya que no quería que perdiera mas tiempo 'por mi culpa, al final acepto, no sin antes darme una charla de que le contestara los mensajes.
Me pase todo lo que restaba del día hablando con papa. No estuve conforme en no poder ir a casa, pero papa tenia razón, no ayudaría haya a nada y aparte se acercaban mis exámenes, no por quedarme en casa haría nada y comencé a avanzar con mis guías.
Me sentía impaciente, con muchas ganas de correr, sabía lo que significaba eso y no quería regresar a tomar medicamentos, sin pensarlo me dirijo a la cocina bebí un poco de agua, mientras caminaba de un lado a otro, cuando me sentí un poco más tranquila, regresa a mi anotación donde se encontraba un desorden de hoja y libretas, tome mi libro y un marca textos pea por fin comenzar mis guías.
Pero no tenia la concentración necesaria aun me faltaba algo más por resolver, si a eso así se le podría llamar; saqué mi celular y lo llame, respondió a los dos tonos.
—Hola—Se escuchaba confundido.
—Hablemos, hoy en el café que esta por la avenida junto a las farmacia—Le indique.
—Claro, te parece bien a las ocho—Espero mi respuesta.
—Perfecto nos vemos a esa hora—No espere a que contestara y colgué la llamada.
Ahora solo me quedaba una ultima cosa y la que mas tenia que pensar, estaba convencida de dejar todo por el, pero no por mas que me presionaran no lo haría si que pensaría una opción, estaba apunto de contestarle al desconocido, pero decidí salirme del chat, poner música y tratar de concentrarme
Todo mi día se trató de estar al pendiente del teléfono, para saber si algo más sucedía respecto a la salud de mi nana, cuando comenzaba a anochecer aprecio Aron y Camila en la residencia, junto con unas bolsas de deliciosa comida.
Trataron de animarme, comimos y vimos una película, cuando se llegó el momento de ir a mi cita, tuve que inventar una excusa para ambos, ya que ninguno me dejaba salir del lugar.
—Iré a tomar un poco de aire, no tardaré— Les hablé pasando a su lado y tomando mi celular.
—Te quiero— Hablo Aron mientras le daba un beso en la mejilla.
—No tardaré, y no se terminen las palomitas— Mire a Camila la cual tenía la boca llena de ellas.
—Perdóname pero si te tardas mucho yo me las comeré todas— Dijo encogiéndose de hombros.
Salí de casa en dirección a la cafetería donde se supone ya se encontraba Cole esperándome, se encontraba haciendo demasiado frío que la brisa golpeaba mi cara haciendo mi nariz sonrojarse.
Por suerte no camine demasiado, ya que el lugar queda ser a de la residencia, al llegar el calor de la cafetería me invadió, busqué entre las mesas a Cole y lo encontré mirando fijamente el lugar donde yo estaba parada, camine hasta donde él se encontraba y lo saludé con naturalidad.
Tome asiento, quedando frente a él, me sonrió de forma genuina y me ofreció la carta del lugar.
—¿Cómo has estado?— Pregunto con normalidad, mientras miraba el menú.
—Bien, con muchos proyectos y tareas— Me límite a responder.— Y tú ¿Cómo ha estado?.
—Bastante bien a mi parecer, igual con demasiados proyectos y con una espera a mis prácticas.
Una chica morena de cabello lacio se acercó a nosotros, presentándose y lista para escribir nuestras orden. Yo pedí un capuchino y él un café normal. Me quede observando a mi al rededor ya que el lugar estaba medio vacío.
Por unos segundos observe a una pareja, la cual se les miraba muy enamorados, ella lleva un gorrito color uva el cual enmarca sus lindos ojos grises, y en sus ojos se mira el amor hacia el chico, ambos se ven tan enamorados y de nuevo me invadió la misma pregunta ¿Aron y yo podremos estar juntos a pesar de lo que pase?.
Me perdí por un momento en mis pensamientos, tenía tiempo sin sentirme perdida y vaga en la vida, recargue las manos en mis piernas y las froté un poco.
—Bueno... pues quería hablar de lo qué pasó la última ves que nos vimos— Mi voz sonó un poco cortada.
El me miro por un momento antes de hablar, parecía observar mi expresión, pero sinceramente esto me ponía un poco nerviosa por todo lo que estaba pasando.
—Ahh...si —Trató de buscar mi mirada—Está en el olvido— Se cruzó de brazos—Tú estás con Aron así que no importa ya eso.
Busque en su rostro alguna señal de que mintiera pero todo se veía bien, por unos minutos pensé en la ida de preguntarle porque lo hizo, pero sería inútil.
La chica se hace eco con nuestra orden y nos la dejo en la mesa, bebí un poco de mi bebida y rápido el calor inundo mi cuerpo dejando una sensación grata.
—Estoy de acuerdo contigo, no tiene caso hablar del tema.
El asintió con un movimiento de cabeza y bebió de su café, después me ofreció una sonrisa, sabía que no podía quedarme porque Aron y Camila me esperaban en casa, pedí que mi bebida me la pusieran para llevar y aparte unas galletas para ellos.
—Espero que sigamos siendo buenos amigos— Hable de forma sensata.
—Claro Mili, me alegro haber hablado — Hablo mientas tomaba se celular de la meza y se levantaba dejando aún más de la mitad de su café.—Si me disculpas tengo que retirarme, estamos en contacto.
—Si, claro y gracias por haber venido.
Se despidió de mí y se acercó a la caja y después salió de la cafetería con demasiada prisa.
Por fin la chica me entregó mi pedido y yo regrese a casa, todo salió mejor de lo que esperaba, de regreso a casa el fui se volvió más abundante y mes piernas lo sintieron ya que al entrar en casa estaba completamente entumecida.
Editado: 12.06.2024