Hasta la última canción

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Nunca me había sentido tan incómoda en mi vida. Y no me refiero al hecho de que el ratito esté viéndome fijamente.

Es que quien le dice raro a alguien que acaba de conocer.

Lo hiciste desde el primer día que lo conociste querida.

Conciencia no es el momento.

Me veo incapaz de hacer otra cosa que ver en todas direcciones en busca de un escape, que claramente está en atravesar la puerta.

Pero por alguna razón no quiero irme, quiero seguir viendo su expresión que varía entre la diversión y la seriedad.

Ahora que lo veo mejor, es bastante alto, espalda y hombros anchos. Es guapo, mucho diría yo, tiene algo que hace que no puedas dejar de verlo. Y él lo sabe.

Tengo que decir algo o perderé la cordura.

-Eh...

-¿Qué haces aquí?- su intervención me toma por sorpresa, el sonido de su voz hace que un cosquilleo se instale en mi estómago.

Te hizo una pregunta, deja de hacer ridículo y contesta.

Cierto, ¿qué era?, a ya.

-Yo...eh...vi.. u..una puerta y decidí entrar, iba a regresar pero esc...

-Lo que quiero saber es cómo conoces este lugar- Por qué de pronto me siento como si hubiera hecho algo mal.

-No entiendo a qué te refieres- logró articular sin tartamudear.

Ja punto para mí.

Un gran logró.

Cállate.

-No pareces el tipo de persona que frecuente un sitio así- comenta con expresión acusadora.

-¿Ese tipo de persona?- genial, pensé en voz alta.

-Una princesita como tú no pisaria un sitio como este- dice con una mueca de burla.

Será imbécil.

-¿Princesita?, no es agradable decirle ese tipo de cosas a las personas- me cruzó de brazos visiblemente molesta.

Esboza media sonrisa ironica. 
-Al menos no voy por ahí diciéndole 'raro' a cualquier desconocido que vea.

Me ruborizo al instante, vale tiene razón.

-No es mi culpa que seas raro! - casi grito levantando los brazos.

Él suelta un resoplido de risa. Y de nuevo hable sin pensar, me ruborizo furiosamente encogiendome un poco.

Estoy a nada de hablar cuando él se adelanta nuevamente.

-Y no es mi culpa que parezcas una princesita.

Levantó la barbilla aparentando valentía, aunque falló ridículamente en el intento.

-Deja de llamarme asi- refunfuño frunciendo el ceño.

-Deja de llamarme raro- enarca una ceja viendome fijamente.

-Deja de comportarte como uno y me lo pienso- le reto levantando la cara.

Niega levemente. 
-Mira princesita- remarca cada sílaba el muy maldito - no se como llegaste aquí, pero este no es sitio para ti.

Quiero replicar algo, pero no encuentro mi voz, tengo 5 minutos de valentía con este imbécil y luego todo se va por el caño.

-¿Quién lo dice?, no veo ningún letrero que prohíba la entrada- remarcó viendo en todas direcciones.

-Lo digo yo, así que hazme un favor y vete.

¿Me está corriendo de lo que parece un lugar público?, ¿Quién se cree el maldito?

Te ha dicho que te vayas.

Ya lo sé, cállate de una maldita vez.

Uy.

Le dedico una mirada de odio profundo y me encaminó a la puerta. Antes de cruzarla me giro en su dirección, él aún sigue viéndome esperando que salga.

-Raro- creo que lo grite, pero es lo de menos y sin esperar su reacción salgo corriendo de ahí.

Llegó de nueva cuenta a la habitación de antes, la gente sigue bailando de lo más normal y eso me hace olvidar un poco al ratito imbécil de antes.

Siento como alguien me pasa un brazo por encima de los hombros, estoy a punto de separarme.

-Oye tranquila soy Max- me dice gritando para escucharse por encima de la música.

Suelto un suspiro y le sonrió.

-Estaba a nada de golpearte- le respondo con la misma intensidad.

-Vamos-tira de mi brazo a la salida.

Nos alejamos lo suficiente como para que la música haya disminuido a un simple murmullo.

-¿Cómo es que no conocía este sitio?- preguntó una vez nos detenemos.

Me dedia una sonrisa irónica. 
-No conoces sitios lo suficientemente buenos.

-Puede que sea eso. Nunca me imagine que existiera un lugar así. Esto parece cosa que película.

Suelta una carcajada y estira los brazos como apuntando en varias direcciones.

-Pues este lugar es real e increíble. Luce descuidado por fuera, al fin y al cabo este lote de edificios ha estado abandonado hace mucho. Pero cambió considerablemente desde que Louis y los Tyger comenzaron a habitarlo.

Y esos quienes rayos son.

Debe entender mi expresión porque se apresura a explicarme.

-Son un grupo de breakdancers, como sabes en la actualidad ya se considera un baile como tal, ellos iban a asistir a un concurso internacional bastante importante. Sólo había un problema, no tenían un lugar en el cual ensayar.

<Cómo sea, Louis encontró este lugar accidentalmente, el grupo comenzó a ensayar aquí, antes de pensarlo mucho comenzo a llenarse de personas y sin más se convirtió en un tipo de club.

Mmm, este lugar es impresionante de eso no hay duda.

-Ya, pero ¿no es exclusivo ni nada por el estilo verdad?.

-Claro que no, como crees que esto sería exclusivo. No me malentendias es un lugar increíble, pero vamos de exclusivo nada.

Asiento lentamente, en ese momento mi celular comienza a vibrar.

Contestó sin ver quién es. 
-Hol... - alejo rápidamente el celular, quien diablos grita así.

-¿Se puede saber dónde diablos estas?!!- vale hay una persona y es Jude.

Me apresuró a responder.

-Sólo salí a dar una vuelta y...

-¿3 horas?.

Espera, ¿llevo tanto tiempo aquí?.

-Si, es que necesitaba respirar aire fresco, como sea ya vuelvo a la residencia.

-Apurate.

Sin más termino la llamada. Me despido de Max con abrazo que comenzó ella claro y salgo de Baltimore.

Salgo a la calle, y esta desierto aquí, camino lo mas rápido que puedo en busca de un taxi.

No puede haber personas en este lugar, es que todo lcue tan descuidado. En dodnd me vine a meter.



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En el texto hay: primer amor, grumpyxsunshine, romanceadolecente

Editado: 29.04.2024

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