Capítulo 8

Fue tan, pero tan extremadamente vergonzoso, que quería que apareciera un agujero en el suelo y me tragara para desaparecer totalmente de la faz de la tierra. ¿Cómo es posible que haga eso delante de otras personas?

- Me quiero morir...que mal rato – le dije a Dan, quien se encontraba de la misma manera que yo.

- Y yo... - soltó un largo suspiro.

- Antes de seguir preocupándome por lo que ha pasado...voy a empezar a mentalizarme de la gran bronca que nos va a caer encima en cuanto lleguemos a la empresa – le aseguré a mi amigo a la vez que me masajeaba la sien con las yemas de los dedos.

Mientras hablábamos íbamos caminando por el largo pasillo del lugar camino a nuestra furgoneta. Anduvimos con total lentitud, como si aquello se tratara de alguna especie de procesión. Una vez en la salida, y sin ganas, entramos al vehículo en el que se encontraba el CEO y su chófer personal, el cual se encargaría de llevarnos a nuestro siguiente destino: el infierno.

El viaje fue en total silencio, mucho más incómodo de lo normal...pero mucho más. No soy capaz de describir cuan de extraño y malo fue aquel dichoso trayecto hasta el pequeño edificio.

- Hemos llegado – avisó el chófer.

A su vez, fue uno de los viajes que más cortos se me hizo en la vida.

Daniel y yo no nos dirigimos ninguna mirada, como normalmente hacemos, andábamos como si fuéramos dos almas en pena esperando a su juicio final.

Nos adentramos en el pequeño local y nos dirigimos hasta la sala principal, nuestro lugar de ensayo y de convivencia. Nuestro único lugar, nuestro hogar. Nos quedamos de pie, uno al lado del otro, esperando nuestra sentencia...pero nunca llegó.

- Ensayad para el tercer y último espectáculo de este show, me voy – dijo este causándonos un alivio tremendamente increíble a la vez que cierto desconcierto hacia su repentino comportamiento. Normalmente hubiera llenado el espacio de la sala con sus comunes gritos y voces, insultos, entre otras barbaridades de las que suele decir.

Tal y como dijo, y sin más, abandonó el lugar dejándonos completamente solos y sin palabras.

- ¿Ya? – dije.

- Eso parece – soltó mi amigo.

- ¡Buah! – de alivio, me dejé caer en el suelo - ¡Pensé que nos matarían!

- Y yo – respondió mi amigo con una risa a la vez que se tumbaba a mi lado – Vaya mirada le echaste al CEO, ¡tuviste un valor increíble! – comentó este con una carcajada – hasta a mí me diste miedo.

Yo reí hacia su comentario...pues tenía razón. Nosotros somos de agachar la cabeza y aguantar con todo pero, esta vez le aguanté la mirada al CEO haciendo que esto le cabreara más pero, por suerte, Dan estuvo allí para calmar la situación y me protegió.

- Yo tampoco sé cómo lo hice – reí.

Estuvimos hablando un poco más antes de ponernos a ensayar para el que sería el último espectáculo en aquel show.

Nuestra última oportunidad de brillar.

****

No fue fácil.

Nada fácil.

Por todo lo que pasó en nuestra último espectáculo, aquella segunda actuación del show, el CEO nos castigó con seguir y seguir practicando, y eso que solo teníamos una canción para este momento. Para nuestra suerte, no nos gritó ni nada, pero si nos dijo que nos esforzáramos más, y se fue. Desde entonces no lo hemos vuelto a ver.

Hoy era ya nuestro último show, la última vez que nos subiríamos en un escenario tan increíblemente impresionante como este, por el momento. Hasta el día de hoy solo habíamos actuado en ferias, eventos, fiestas de pueblos y en un par de auditorios, este último había sido nuestro sitio más impresionante hasta la fecha. Este show de tres capítulos, en el que cada idol/artista presentaría la misma canción y cada uno de esos tres días se darían premios, era la primera vez que teníamos contacto tanto con otros trabajadores de la industria, ya sean personas del staff, peluquería, estilistas, maquilladores, idols…como con medios de comunicación importantes como en la televisión.

Y quién sabe si podremos volver a tener otra oportunidad como esta...

Es por eso por lo que tendríamos que dejar huella hoy ya que sería el día más importante de los tres.

- ¿Cuánto te queda, Dan? - le pregunté a mi amigo mientras la peluquera terminaba de peinarle.

- Poco - respondió la amable señorita por él - solo un toque con la laca y listo - dijo sonriendo.

- ¡Muchas gracias! - respondimos ambos.

Tras esto, salimos a nuestro lugar favorito: la zona para salir al escenario. Allí teníamos nuestro gran amigo el monitor, el clima de ese lugar era realmente agradable y era donde más contacto podíamos tener con otros idols y conocer gente nueva.

- Tenemos que hacer los estiramientos - me avisó mi amigo ya que, automáticamente, empecé a dirigirme hasta el monitor.

- Vaya...es verdad - solté en un suspiro.

Aunque no quisiera tuvimos que apartarnos un poco para no molestar y empezamos a hacer nuestra serie de estiramientos. A su vez, también practicamos unas pocas acrobacias básicas para que todo nuestro cuerpo estuviera completamente preparado para la actividades que teníamos que hacer sobre el escenario, y esto causaba las miradas de la gente que por allí pasaba.

- Donde vais, llamáis la atención - nos dijo la voz de un chico la cual empezaba a hacérseme familiar.