Los preparativos para arreglar el jardín iban sobre ruedas, Sofy ayudo voluntariamente a buscar los materiales junto con Jess y Coby.
Sofy había adquirido una nueva atracción por Coby, pero no sabía que era, también quiso detenerse a pensar que era, posiblemente las cosas más complicadas del mundo, como lo son el enamoramiento repentino. Ayudaba en el jardín para demostrarle a Coby que podía mantener una promesa. Aunque solo era una colaboración.
Los gritos de Jess se escuchaban por todas partes para organizar el grupo; Karen, Jazmín y Puppy. Tenían que acabar con el invernadero lo más rápido posible, las flores que aún estaban allí, yacían completamente cuidadas a pesar que nadie se preocupaba por ellas. Con un problema menos ahora tenía que preocuparse de la luz y de podar el árbol para que se viera bien. El agua del estanque a veces chapoteaba la grama y la hacía fangosa, entonces también tuvo que solucionar aquel problema con su cuadrilla, mientras que Sofy y Coby se quedaron adentro fertilizando las flores con pequeños goteros, una tarea que requería de suma paciencia.
—Es difícil.—Menciono Sofy. Partiendo el silencio.
Ella estaba nerviosa, nunca pensó que un chico pudiera ser tan guapo y tan capaz de demostrar ciertas condiciones por su hermano menor. Sabiendo que la mayoría de personas ahora solo se enfocaban en hacer sus vidas. Los ojos de Coby estaban determinados a cumplir con lo que dijo. La promesa respectivamente.
—Si cuidar una flor puede ser difícil; ahí que depositar fe primeramente, luego agua, fertilizantes para que ningún insecto las vaya a dañar y también abono, pero hay que tener cuidado, porque una mala medida de los fertilizantes y la flor se lastimara. Es como cuidar una mujer.
Ella sonrió con parsimonia.
—Seguramente.—Ella miro a una flor y continuo— ¿quieres mucho a tu hermano?
La pregunta era difícil de responder.
—Jess es un cabeza hueca. Pero es mi hermano menor y lo voy a proteger y ayudar en cualquier cosa que se deba hacer. Ya estoy aquí.
Coby se acercó un poco más a ella sin pensarlo, estaba concentrado en las flores, muy concentrado, Sofy vio como un pelo de un rubio perfecto caía por la frente del muchacho y sin dudas lo aparto acariciando el rostro masculino de Coby.
Este recibió una descarga de deseo. Una bella chica lo estaba tocando, entonces trato de no perder el control, sus manos estaban podando una flor, y si hacia un movimiento en falso la cortaría, y en aquellas circunstancias era trágico, con la escases de flores en el invernadero. Coby soltó las pinzas y se puso delante de ella. Sofy sin quitar las manos de su mentón acaricio su rostro un poco más; nunca había tocado algo tan suave y tenso a la vez, estaba frio y caliente en partes. Tenía aquella sensación de que estaba tocando una especie de almohadón sacado de una fábrica tecnología, estaba entretenida.
Poco después Coby se quedó mirando sus profundos ojos, con el reflejo de un sol rojizo que entraba por la ventanilla en el techo del invernadero. Se acercó más con algo de timidez haciendo un movimiento suave.
Y sin darse cuenta terminaron con un beso apasionado en medio de las flores y un atardecer perfecto.
Jess fue con Karen a buscar algunos objetos que todavía necesitaba para el invernadero, faltaban algunas luces y otras cosas, entonces fueron directamente a la tienda más cercana, Jazmín se quedó mirando los patos y cisnes que aparecían esporádicamente.
Jess tenía la tarjeta de crédito de Coby, se la había prestado unos días antes y todavía tenía un buen dinero con el que podía valerse.
Karen llevo en su auto a Jess y entonces bajo de la nada a una tienda donde tenían de todo, no era una exageración: hasta Jess quedo impresionado al ver aquella magnifica tienda.
Libros, focos, luces de neón, ordenadores, audífonos, completamente todo. Karen dejo esbozar una sonrisa al ver la magnitud de aquella tienda. Entonces buscaron algunas cosas que necesitaban; lo primero eran los bombillos para la iluminación, Jess paso un papel al empleado de la tienda; un chico de no menos de veintiún años y luego las busco detrás de la tienda, también busco una bomba de agua pequeña y algunos que otros productos para el jardín.
Unos fertilizantes y luego unas tenazas para complementar el rejado que haría para conseguir hacer un puente entre la brecha de donde salía el túnel hasta el jardín. Poco después, también compro algunas golosinas para todos, tanto para Karen como para los demás, eran cinco así que compro bastantes golosinas.
La cuenta se elevó a unos cuatrocientos dólares, Jess paso la tarjeta y dio su clave luego, monto todas las cosas en el auto donde estaban esperando, Karen, subió al auto y dejo las cosas en el asiento de atrás. La mujer estaba entretenida en algunos muchachos que pasaban por allí, Jess se preguntó si tal vez a ella le gustaba ese tipo de hombres, pero estaba casada tampoco haría ninguna teoría loca en su cabeza.
Descarto la idea inmediatamente.
—Listo.—Dijo Jess para que regresarán al parque.
—Bien. —Ella encendió el motor del carro.
Karen condujo lento, lo hacía apropósito, estaba completamente segura que necesitaría más que un sueño para que su hija mejorara, pero… ya vio como todos se estaban esforzando en hacer lo que más necesitaban.