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En unos de los límites de la manada Rosa Lunar exactamente en el sur se encontraba una de las mandas en donde la abundancia del bosque era bendecida por el dios Thor. Esta manada es muy especial porque ahí habitan todas las creaturas que esté dispuesta a buscar la paz entre humano, animal y espíritu. Aquellas que no han encontrado a su mitad, aquello que la perdieron o aquellos que decidieron dedicar su vida sus dioses, son tierras sagradas y aunque haya un líder esta manada esta fuera de cada régimen de cualquier hombre lobo. Para encontrar esta manda debes explotar tu corazón a tal magnitud que puedes conectar tu parte humana, animal y espíritu en una sola, una vez logrado esto eres bienvenido.

La manada Fases Lunares está llena de templo sagrados, templos en donde los antepasados todos tenían uno. Cada templo tiene un dios y para entrar a este debe ser de tu especie. En el templo de las brujas todavía quedaba mujeres y hombre fieles a sus culturas y pensamientos. Entre ellos se encontraba esta chamana que tenía la habilidad de conectar con cada dios y era una diosa en esas tierras. La profecía estaba cerca y ella lo sabía atraso lo más que pudo, pero sabe que es tiempo de acabar una era de mucha maldad.  Se lleva siglos en los mismo termino, que se espera cuando hay que sacrificar a sus propios hijos para que la nueva pueda tener una vida digna, y los hijos de los dioses han decidido tomar el mundo en sus manos olvidado de donde provienen ellos.

Nyea llevaba semanas en el tembló bajo un mantra en donde los dioses no llegaban a una solución y en donde se negaban a ver morir sus hijos. El dios del destino Fatum había desaparecido sin dejar rastro alguno sabiendo que lo que sucedería se salía de sus manos y él había hecho bastante para ayudar a sus hermanos. Nadie era capaz de tocar la puerta de ese templo sabiendo las consecuencias de este no solo la muerte inmediata si no que su alma desaparecería por completo sin dejar rastro. 

Debo regresar por qué cosas están cerca y sus hijos elegidos buscan respuesta – hablo Nyea

Todos los dioses centraron su mirada en la mujer que había permanecido en silencio todo este tiempo. Cada uno de ellos sabían quién era Nyea no solo era la chamana a la que todo temían ella una de la diosa madre encarnada en humana. Nyea salió sin despedirse viendo como su descendencia no tomo decisiones en los momentos correcto y ella no podía hacer nada. 

¡Claudio! – llamo Nyea

Mi señora, aquí me encuentro. – fiel sirviente

Debemos prepararnos para la llegada de los elegidos por cada especie. Aquel que logre cruzar esa barrera debe ser recibido sin ningún comentario. – Nyea

Nyea salió del templo dando a entender que el tiempo había acabado que la guerra era eminente y que nadie podría algo.  

Lucas Lewis había llegado a la manada tan cansado que no estaba con la mente de arreglar todo el revuelto que sucedía en esta.  La llegada del alfa fue sorpresa para muchos y más con el mal presagio que se sentía en el aire.

Señor ha entrado un intruso a nuestra manada. – notificó unos de los guardias.

Felipe por favor encárgate de eso y luego ve a descansar mana será un día muy largo – Lucas

¡SI, ALFA! – Exclamo Felipe su beta.

Mientras Felipe se alejaba con el guardia para saber que sucedía lucas se dirigía a la casa principal para ver los primeros papeles y descansar. Max su lobo no le había hablado por horas, pero antes de eso le dijo que debía controlarse o esta vez la perdida seria para siempre. Lucas no entendió solo pensó que estaba meditando para lo que se venía y el peso que tendrían a la hora de tener uno de sus últimos trabajos.