6 meses atrás
Hay un lugar en el mundo donde los dioses bajan y se reúnen para llevar a cabo ciertos rituales en unos de ellos se llevaría el de aquel ser que estaba destinado a ser parte de Isabela tomando control por completo. Aquella no era una noche cualquiera allí se encontraba Selene y Tántalo a la espera de una hija de la cual Selene no quería. Todo fue planes de los dioses supremos se debían crear nuevas creaturas que les diera el poder para ellos seguir reinando por los siglos. Lo que no esperaban ellos era que sus hijos se revelarían y buscarían una nueva jerarquía con mayor poder, pero para hacer esto debían tener ciertos sacrificios y uno de ellos fue la unión de Selene y Tántalo. De esta unión salieron varios linajes que fueron divididos entre sus padres, pero llegaba un momento que de esto debería haber una unión en cuerpo humano. El caso aquí es que IsabelLa y Violeta eran producto de un amor que Selene mantuvo en silencio pero que Tántalos había descubierto.
En aquella reunión se debía dar la bendición a este ser y dar los dones de destrucción como se hacía en los siglos correcto para así poner en línea lo que según ellos llamaban linaje. Selene no estaba de acuerdo, pero aquel secreto no se debería saber Tántalo sabía que era la manera correcta de herir a Selene y manchar ese linaje que esta fuera del orden cósmico.
Rodeados de un hijo primogénito de cada una de su línea con su pareja eterna se hacía entrega de sangre para así llevar este ser a lo que ellos llamaban LILLIBETH.
Lillibeth había esperado esto tanto tiempo que solo pensaba en como cobrar lo que según ella se le había arrebatado.
Con la Luna presente con el Inframundo presente se lleva la unión de alma para la nueva generación con poderes inigualables. Con la cantidad de sangre correcta y los objetos bendecido las siguientes palabras daba inicio a la incorporación.
Selena y Tántalo: Aimatirés méres
Skoteinés méres
Mia psychí me póno kai ekatommýria xýpnioi
Todo empezó a cobrar vida y no de la correcta. Isabela y violeta llevan tiempo buscando a una mujer que lograría hacer la separación de humana y loba lo que no sabía es que una vez que odias tu parte lobezna Lillibeth tomaba posesión de un lugar que no le correspondía. Se encontraba en las afueras de Asia en busca del trasporte para llegas a las tierras filipinas. Fue cuestión de horas para que Lillibeth llegara e hiciera de las de ella, no solo tomo el control de su cuerpo si no que hizo cosas que jamás Isabela y Violeta hubieran hecho consciente si no se trataba de salvar sus vidas. Lillibeth provoco muertas jamás antes vista muerte que superaban todas aquellas que el gran Alfa había cobrado.
Desde monjes y videntes sabían que la profecía estaba más cerca de lo que había previsto solo quedaba que Isabela y Violeta se aceptarán de alguna manera para que lograran tomar el control. Como todo se debía a linear tanto Isabel como violeta lograron ser una, pero con poca fuerza y seres sobrenaturales sobre su cabeza llegar a filipinas fue lo más difícil que pudieron pasar y de alguna manera u otra la Madre Luna había planeado la llegada a la manada correcta en el tiempo correcto y las fuerzas suficientes.
Presente
Isabella y Violeta llevaban 4 semanas en esos calabozos dando paso en las noches a Lillibeth así agotándolas de tal manera que de ellas no estaba quedando nada, pero era lo necesario para el momento. Había días en los que Violeta tomaba su tiempo y lograba reunirse que ese lobo que la amaba más que a su vida y planeaban la manera que Isabel aceptara a Lucas para así poder derrotar a Lillibeth. El ritual se llevaba a cabo con sus almas gemelas y la entrega de sangre cada especie debía mantener el circulo mientras se llevaba la lucha entre carne y espíritus.
Isabella sabia toda la verdad y sabía que tan pronto Lucas diera el paso de acercamiento las cosas no serían fácil. Lo que nadie sabía era que mientras Violeta toma el control ellas quedaban solas en un limbo que solo se sostenía en pie la más fuerte y Lillibeth no era cualquier ser. Se había aceptado el destino, pero nadie estaba preparado para la devastación de una mujer que era la Luna de esa manada y el futuro de las especies. Las visitas de Felipe y las largas charlas sirvieron para reforzar las murallas que mantenían a Lillibeth alejadas de los momentos correctos lo que nadie esperaba era que Lucas había tomado la decisión de sacar a su luna.
Cumpliendo el mes en ese lugar haciendo cosas a ocultas Tántalos había infiltrado a sus hijos en las manadas siguientes y hasta en los calabozos para evitar la salida de la que sería la SUPREMA LUNA.